Aquí paz y después gloria
Varios lectores me han pedido, y casi me han exigido, que escribiera sobre el nuevo Papa. Entiendo perfectamente su curiosidad, ya que tenemos un Papa recién estrenado y, sobre todo, porque los últimos años nos han malacostumbrado a hablar del Papa a todas horas.
Eso no puede ser sano. Es, más bien, un desorden de la vida cristiana. ¿Acaso saben los lectores quién es mi obispo o mi párroco? Si los menciono, será una vez de Pascuas a Ramos, generalmente porque algo que hayan dicho o hecho me haga pensar en un tema interesante. ¿Por qué debería estar hablando del Papa constantemente?
Si el Papa hace bien su trabajo, lo normal es que apenas se hable de ello. Según el viejo dicho periodístico, un perro que muerde a un hombre no es noticia, pero que un hombre muerda a un perro sí lo es. Del mismo modo, que un Papa recuerde la fe y la moral católicas, celebre adecuadamente la liturgia o nombre a buenos obispos no debería ser noticia, sino su trabajo habitual.
Ocasionalmente habrá acontecimientos extraordinarios, que requieran mención en los libros de Historia. El Papa se encontrará con Atilas o Enriques a los que haya que parar los pies, con herejías que condenar, disputas que zanjar o nuevos mundos que evangelizar, pero, por definición, la mayor parte del trabajo de un Papa debería ser ordinario, no extraordinario.
A fin de cuentas, la mayor parte de la vida de Cristo en la tierra permaneció oculta. Si casi treinta años de la vida de Cristo fueron extraordinariamente ordinarios, también deberán serlo la mayoría de los días de la labor los Papas, de modo que al final de cada uno de ellos, puedan decir simplemente lo que el Señor mandó: siervos inútiles somos; hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Estoy convencido de que la Iglesia y sus hijos necesitamos la paz de la vida católica ordinaria, para poder dedicarnos a lo importante. Cuando San Juan Bautista dijo que convenía que él disminuyera para que Cristo creciera, no se trataba de un mero ejercicio de humildad personal, sino del reconocimiento de una verdad esencial: San Juan Bautista no podía salvar a nadie, quien salva es Cristo Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. Ningún Papa puede salvar a nadie, solo Cristo salva. En ningún otro hay salvación, no se nos ha dado ningún otro nombre bajo el cielo que puede salvarnos. El protagonista de la vida cristiana solo puede ser Dios y no un hombre, incluidos León XIV, Francisco, San Juan Pablo II o San Pedro.
La oración de laudes de hoy pide a Dios que conceda los gozos del cielo a quienes ha librado de la esclavitud del pecado. ¡Los gozos del cielo! Pudiendo pensar en algo tan maravilloso, ¿por qué vamos a perder el tiempo en cavilar sobre si el Papa es mejor o peor? Poned la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Nos espera la gloria y, en comparación con ella, qué pequeñas parecen casi todas las preocupaciones humanas.
Ya lo sé, ya lo sé. Todo indica que yo mismo incumpliré mi propio consejo antes o después. Es casi inevitable. Vivimos en tiempos interesantes, según la supuesta maldición china, y, estando como están las cosas en la Iglesia, no podremos dedicarnos solo a rezar tranquilamente, a contemplar lo bueno que es el Señor y a cumplir nuestros deberes ordinarios de padres o madres de familia. Cuando hay que luchar, hay que luchar y mal siervo será quien no lo haga, pero, si esa lucha ha de servir para algo, no puede hacernos olvidar lo importante. Al menos hoy, pongamos la mirada en Cristo y olvidémonos un poco del Papa, excepto para rezar por él como es nuestro deber. No nos preocupemos por el día de mañana, que ya el día de mañana traerá su propio afán. Bástele a cada día su afán.
49 comentarios
Fue precisamente así que León xiv inició su pontificado, deseandonos la paz de Cristo resucitado. Estoy feliz con este Papa, no porque crea que no cometerá errores, es humano, sino porque es un Papa normal, y hoy eso se agradece con corazón rebosante.
"Tengo la fundada esperanza de que a lo largo de este pontificado podremos descansar de hablar del Papa a diario y de llevarnos sustos a diario también, por su causa"
Que así sea.
"Aunque podamos, si queremos, a diario, dar gracias a Dios por el cambio"
Y muy bien estará.
"deseandonos la paz de Cristo resucitado"
Esperemos que sea una profecía, pues era sumo sacerdote aquel año.
"Estamos cerca de Pentecostés, sugiero que nos dediquemos a hacer Novenas al Espíritu Santo"
Veni Sancte Spiritus!
Así que se miraban unos a otros ante el nombre elegido, yendo a la Wikipedia a ver qué decía sobre León XIII...y encontraron la Rerum Novarum, pero no la Oración a San Miguel Arcángel porque eso es para nota. Ayer había una desconcertada perdida porque oraba en latín y se creía que eso estaba prohibido y porque se puso a cantar "Regina Caeli Laetare" y, según ella, el Papa Francisco no cantaba.
Deduje que creía que habían prohibido el latín y cantar, como hizo Calvino en Ginebra.
Sobre todo estaba más que claro que pensaban que lo que el Papa Francisco hacía no tenía vuelta atrás y, si no cantaba, pues nadie canta en la Iglesia; si no llevaba muceta, pues ya nadie más iba a llevarla y si vivía en Santa Marta todos los papas posteriores tenían que vivir allí.
El avance de la opinión, sin necesidad de conocimiento alguno, ha quedado tan patente que me ha dado mucho que pensar.
Ha desaparecido la fe de erratas porque he corregido la errata.
Si tiene sentido hablar de la oportunidad de la definición de un dogma, la definición de la infalibilidad de ciertas enseñanzas del Papa por el Concilio Vaticano I fue extraordinariamente oportuna.
Basta para convencerse de ello con leer las posiciones maximalistas de quienes entonces defendían que el Papa era infalible en todo, hasta cuando tomaba la merienda.
En cambio la definición dogmática de 1870 se acotó en términos extremadamente precisos y limitados.
Una bendición oportunísima para los tiempos que sufrimos desde la hecatombe posterior al Vaticano II.
Lo no sólo inoportuno sino enteramente equivocado fue la exaltación sentimental de los papas como líderes o estrellas de multitudes: desde los papas víctimas de la Revolución, como Pío VI y Pío VII, pasando por los papas prisioneros en el Vaticano, como Pío IX y León XIII, y "el Pastor Angélico" (título de una película en alabanza de Pío XII), hasta llegar al paroxismo del "¡Juan Pablo, segundo, te quiere todo el mundo!"
Ahora ya no, es dificilísimo encontrar a algún pensador que sepa de la misa la mitad; a algún periodista que diga a su jefe: "yo no puedo ir a cubrir ese evento porque no sé de lo que se trata"; a un "geopolítico" que pase del tema porque no entra dentro del ámbito de su competencia...
Me he quedado esperando a ver si entre las recetas de cocina encontraba un repunte de las yemas de Santa Teresa o los piononos, o si alguien había inventado la receta de los francisquitos, que es la forma en que antiguamente los católicos expresaban su creatividad, pero nones. Supongo que en este momento se podría demandar a alguien que inventara los huesos de San Expedito por delito de odio, hasta esos extremos de ridículo hemos llegado.
¡Ay, qué Mundo tan soso!, y pensar que algunos piensan que tiene alguna gracia, desde luego cada vez van siendo menos.
Hablemos de los Papas, porque para que haya un León XIV se requiere de otros trece anteriores, por ejemplo León I, el Magno, hizo dos cosas notables:
El Concilio de Calcedonia en el cual se proclamó la Divinidad y la Humanidad de Cristo, «consustancial al Padre por su divinidad, consustancial a nosotros por su humanidad».
Detuvo a Atila, ayudado por San Pedro y San Pablo, lo convenció para que se retirara de la ciudad, situación que aparece en un cuadro de Rafael que se puede ver en la web.
De todas formas es providencial que "envíe" nuevamente a un León a cuidar de sus ovejas, se advierte que en oportunidades es necesaria una "fuerte y especial" defensa de sus ovejas.
Pero no olvidemos que el Papa es el hombre más solo en la Tierra en su responsabilidad, en esto no hay colegiación, ni sinodialidad que valga, es el administrador de los bienes que le han sido confiados, pidamos a la Santísima Trinidad que lo cuide como administrador fiel.
Cómo la ves...
Por los frutos lo conoceremos, pero si el "sínodo" (nuevo concilio dogmático) continua con los cambios y novedades, en especial y el más importante el cambiar la liturgia en a Misa que pretenda eliminar el Katejo, esa será la señal.
Tribulación no es necesariamente martirio fisico, la tribulación (griego "thlipsis") se refiere a las dificultades, pruebas y sufrimientos que enfrentan los creyentes en sus vidas, tanto físicas como espirituales.
La pregunta es; ¿cuántos años llevamos en "Tribulación" dentro de la Iglesia?.
"De las aguas mansas, libranos Señor"
Je, je!. ¿Y no tienta a tu sobreabundante imaginación llenar ese vacío?. Podrías escribir un evangelio apócrifo y todo. Después de lo de adelantarse al nombre del Papa León XIV, nada sería imposible para vos... Lo que es a mí, me subyuga. Pero mis limitaciones hacen que prefiera "procastinar sine die".
Tamayo: Tú pondrías el grito en el cielo si a alguien se le ocurriera hacer francisquitos al mate de leche, es un "poné", que decía mi padre, porque formas parte de ese mundo soso al que me refería y no distingues una calumnia de un repollo.
Fuera de la Iglesia esta necesidad de liderazgos también resulta evidente y, en muchas ocasiones, con resultados nefastos
Además, la Iglesia debe de fajarse con un mundo hostil y eso es muy difícil. Si no se pone uno en el disparadero, le ponen los demás. La presión hoy en día es muy fuerte.
Más que una profecía, es una realidad, porque la palabra de Cristo realiza todo lo que dice. Ahora bien, esa paz de Cristo resucitado no es como la que da el mundo, es la paz de la inhabitacion trinitaria, la filiación divina, las primicias de la vida eterna.
En las sociedades depravadas siempre existe mojigatería porque son las dos caras de la misma moneda. En general los heterodoxos son mojigatos, hasta los que van de salidos.
Chesterton es magistral en la descripción de los melindres de Belisa que se daban en su época.
Bueno, pues ya no podemos distinguir tal cosa sin caer en delito de odio porque no solo no podemos decirlo, es que tampoco podemos pensarlo. Y mi hermano, que le tiraba cariñosamente de la sotabarba a mi abuela, la cual tenía bocio, diciéndole: "Abuela, tienes un "focio", que más que Focio es un Miguel Cerulario", en vez de hacer una broma, que ella misma reía, Tamayo diría que la estaba achicopalando, cuando mi abuela podía con todos nosotros porque era una especie de Chesterton bajita.
Eso ha hecho que yo me mueva muy mal en un mundo que no es ni razonable, ni imaginativo, ni jocoso, que es el mundo realista, sino irracional, mezquino y pomposo, que es el mundo en que nos movemos hoy en día.
Y, consistente con su aspecto de calma y paz, que viaje menos, que viva en el Vaticano, que deje actuar a sus representantes en el mundo y él se dedique a confirmar al pueblo en la fe. Saludos, y que Dios te bendiga!
¡Qué ganas de paz por Dios!
Un saludo.
Es interesante notar cómo el Pontificado anterior ha venido a ser, pienso, una gran "confirmación en la fe" en la indefectibilidad de la Santa Iglesia Católica... Si todavía la nave subsiste a pesar de estas últimas fortísimas tempestades, pues eso, "un milagro patente", confirma que "es el Señor quien lo ha hecho", como dice el Salmo.
León XIV ya lo ha dicho muy claro, escogió el nombre de León como homenaje a la Rerum Novarum: “Pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum Novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial”
Además concreto que "Rerum Novarum" significa "de las cosas nuevas" luego es de esperar de él p`recisamente eso "cosas nuevas"
Eso sí, parece que lo hará discretamente tratando de no generar división. Eso es bueno... si se sigue mantenoendo como ha dicho el mismo papa, un camino de la Iglesia sinodal.
De momento ha conseguido que los friki ultras no lo despellejéis, como buitres,nada más llegar. Bien por el papa
Pero desengañaros, su trato al Sodalicio de Vida Cristiana (Que junto con Infovatocana, hizo una campaña salvaje en su contra los días previos a su elección llegando a afirmar el principal vocero infovaticarca: "Prevost desactivado". Ole tus dotes de profeta), suelecciones de obispos como prefecto del dicasterio, y su propia trayectoria como cardenal y superior mayor de l@s agustin@s indican que tendremos un Francisco II pero con guante de seda.
Y Casssius, recuerda siempre una cosa. pera un modernistilla de pro, de esos que tan poco te gustan, que el papa sea o no de nuestra cuerda nos importa muy poco. Peor que el polaco no podrá ser y sobrevivimos. Ya estuvimos en las catacumbas cuando Juan Pablo y como las cucarachas, somos muy duros de matar.
A fin de cuentas quien afirma categóricamente que fuera de la Iglesia no hay salvación sois vosotros. Nosotros sabemos muy bien que sí la hay.
Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth. Hasta que al final abatí a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña. La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo. Las estrellas recorrían el firmamento y cada día era largo como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea. ¿Gandalf? Sí... así solían llamarme, Gandalf el Gris. Ese era mi nombre. Pues bien, soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo a vosotros.
"A fin de cuentas quien afirma categóricamente que fuera de la Iglesia no hay salvación sois vosotros. Nosotros sabemos muy bien que sí la hay. "
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Jn 14:6 : "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí."
Mc 16:16: "El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará."
Querido Hugo, esto son afirmaciones categóricas. Y lo afirman los santos evangelios de Juan y Lucas. La "guerra" no la tiene usted con los friki - ultras, la tiene con los evangelistas.
Ahora bien, usted afirma que "sabe muy bien" que hay salvación fuera de la Iglesia. Yo le agredecería que si tiene algún tipo de revelación privada o de otro tipo, que le otorga una tal seguridad tal como para oponerse a los evangelios, la Tradición, el magisterio, el catecismo, etc, pues no se prive y exponga sus revelaciones, averiguaciones o lo que sea. Seguro que son afirmaciones sorprendentes. Me temo que no va a tener mayor acierto en esta tarea que en la de las apuestas en las carreras.
"Harto de que los que citan el título de la encíclica Rerum Novarum digan que habla de las cosas nuevas en forma positiva. Lean la primera frase, aunque sea traducida y después me cuentan"
Je, je. La traducción oficial del Vaticano empieza así: "Despertado el prurito revolucionario que desde hace ya tiempo agita a los pueblos, era de esperar que el afán de cambiarlo todo..."
Los papas y sus papados habrán tenido un sinfín de errores en su bimilenario derrotero, pero descuella uno -un error- que sin ser el más grave per se, sí ha sido el más dañino y lastimoso en sus efectos colaterales. Y es haber puesto -ellos mismos- la figura papal en el centro de la escena de nuestras vidas cotidianas. El Código se encarga de ubicarlo como el superior INMEDIATO de cada uno de nosotros, de todo bautizado. Que el último papa haya batido el récord de canonizar a cuatro de sus predecesores sea, tal vez, el ejemplo más patético de este autobombo, de este elogio exacerbado del papado.
Sabemos por la moral cristiana que la santidad no consiste en construir sino en destruir; no consiste en agregar lo que falta sino en sacar lo que sobra. Hoy sabemos que al papado le atañe parecido desafío. Y a Dios gracias Pedro ha hablado por boca de León, quien dijo a poco de asumir -comentando un texto patrístico- “me propongo desaparecer para que Cristo reluzca”.
Habrán sus predecesores dicho cosas maravillosas sobre nuestra Fe y sobre sus programas de gobierno. Pero dudo que alguno -incluso entre los más santos y doctores- haya dicho verdad tan sucinta, tan concreta, tan bella, tan audaz, tan cristiana… “Me propongo desaparecer” resonó sin estridencias ni énfasis en la Capilla del Juicio Final, proclamado como regla de oro de un flamante pontificado.
Y no se trata de que desaparezca Prevost para que emerja León. Ni que desaparezca León para que se manifieste Pedro. Es Pedro el que debe seguir disminuyendo, como en Cesarea, para que Cristo crezca y reine.
Dios le dé a León XIV la fuerza y la sutilidad y la sabiduría para afrontar esta tarea enorme. Y que la cumpla con tal ingenio que casi no se note. Que desaparezca incluso su arte de desaparecer.
¿ Tradiciones de verdad o inventadas ?
"Ahora el clamor es por minimizar el papado ... ¿ Tradiciones de verdad o inventadas ?"
Lo primero que hay que hacer es entender bien las argumentaciones de los demás. De otro modo, se cae en un diálogo para besugos.
Nadie "clama" por minimizar el papado. Lo que se pide, por que es evidente que hace falta, es corregir la omnipresencia papal en absolutamente todo causada por varios factores históricos y, sobre todo, por los medios de comunicación, hasta el punto de que parece que la vida de la Iglesia se reduce a lo que hace y dice el Papa. Eso no puede ser. Conocí un sacerdote, hace algunos años, cuyas homilías no trataban sobre el evangelio, sino sobre lo que el papa Francisco había dicho esa semana sobre el evangelio.
Cuando en algo se exagera, reducirlo a su dimensión correcta no es "minimizarlo" (que sería el error opuesto), sino recuperar su justa medida.
"Pero dudo que alguno -incluso entre los más santos y doctores- haya dicho verdad tan sucinta, tan concreta, tan bella, tan audaz, tan cristiana… “Me propongo desaparecer” resonó sin estridencias ni énfasis en la Capilla del Juicio Final, proclamado como regla de oro de un flamante pontificado"
Sería un estupendo lema para un pontificado, que debería escribirse en letras de oro en el dintel de los apartamentos papales.
"Y no se trata de que desaparezca Prevost para que emerja León. Ni que desaparezca León para que se manifieste Pedro. Es Pedro el que debe seguir disminuyendo, como en Cesarea, para que Cristo crezca y reine"
Magnífica precisión. Más de una vez, cuando un papa habla mucho y de cosas que no son de su competencia, uno recuerda aquello del concilio de Calcedonia y está tentado de pensar "Pedro ha hablado por boca de León (o de Francisco o de otro papa cualquiera)... y quizá habría estado mejor calladito". Con todo el respeto, por supuesto.
"Los socialistas, atizando el odio de los indigentes contra los ricos, tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes, estimando mejor que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por las personas que rigen el municipio o gobiernan la nación. Creen que con este traslado de los bienes de los particulares a la comunidad, distribuyendo por igual las riquezas y el bienestar entre todos los ciudadanos, se podría curar el mal presente. Pero esta medida es tan inadecuada para resolver la contienda, que incluso llega a perjudicar a las propias clases obreras; y es, además, sumamente injusta, pues ejerce violencia contra los legítimos poseedores, altera la misión de la república y agita fundamentalmente a las naciones".
"Si el obrero percibe un salario lo suficientemente amplio para sustentarse a sí mismo, a su mujer y a sus hijos, dado que sea prudente, se inclinará fácilmente al ahorro y hará lo que parece aconsejar la misma naturaleza: reducir gastos, al objeto de que quede algo con que ir constituyendo un pequeño patrimonio. Pues ya vimos que la cuestión que tratamos no puede tener una solución eficaz si no es dando por sentado y aceptado que el derecho de propiedad debe considerarse inviolable. Por ello, las leyes deben favorecer este derecho y proveer, en la medida de lo posible, a que la mayor parte de la masa obrera tenga algo en propiedad. Con ello se obtendrían notables ventajas, y en primer lugar, sin duda alguna, una más equitativa distribución de las riquezas".
"Debe rechazarse de plano esa fantasía del socialismo de reducir a común la propiedad privada, pues que daña a esos mismos a quienes se pretende socorrer, repugna a los derechos naturales de los individuos y perturba las funciones del Estado y la tranquilidad común. Por lo tanto, cuando se plantea el problema de mejorar la condición de las clases inferiores, se ha de tener como fundamental el principio de que la propiedad privada ha de conservarse inviolable".
Hablo en plural por tres razones
1) Porque somos muchos. Usted diría que "somos legión"
2) Porque soy la persona más importante de mi vida y me encanta el plural, mayestático
3) Por que me sale de las gónadas reproductoras
Usted por ejemplo me tutea y nadie le ha dado pie para hacerlo.
Pudo ser exagerado el culto a la personalidad del Papa Juan Pablo II, particularmente post mortem, honrando su memoria, cuando sistemáticamente se hizo para opacar la presencia del Papa Benedicto XVI, algo que todos percibimos sin protestar mucho porque poco se atrevía la gente aún a cuestionar las comunicaciones de la Iglesia. Está bien honrar la memoria de un papa fallecido pero no debería desairarse al Papa gobernante.
Y ahora mismo están circulando bulos digitales que atribuyen al Papa León XIV toda clase de afirmaciones que jamás ha dicho.
"Eso es inevitable"
Inevitables, la muerte y los impuestos (y estamos en Pascua, así que la primera, secundum quid). Cuando decimos eso para otras cosas, es de tener que se trate de una excusa.
"cuando sistemáticamente se hizo para opacar la presencia del Papa Benedicto XVI, algo que todos percibimos sin protestar mucho"
Qué cosa más absurda.
"Porque somos muchos. Usted diría que "somos legión""
Es difícil decir una cosa más triste...
"Porque soy la persona más importante de mi vida"
...pero, asombrosamente, lo ha conseguido.
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