Para qué necesitamos un sínodo sobre la familia
Hace unos días el Papa dijo que en el próximo sínodo la doctrina católica acerca del matrimonio no está en cuestión, lo mismo que yo dije en la entrada anterior. No digo que el Papa sea lector de este blog, pero quién sabe tal vez si algún Cardenal. Seguramente no el Papa.
En serio, la Iglesia no cambia su doctrina en un sínodo. No la cambia nunca, en realidad, solo la define mejor y más claramente. Pero desde luego no hay que esperar ningún cambio doctrinal de un sínodo.
Algunos hermanos no dicen “Entonces, para qué un sínodo. A qué viene provocar tanto alboroto en torno a doctrinas que ya conocemos bien, y que sabemos que el mundo moderno intentará manipular cualquier resultado".
Parte de la respuesta a esa preocupación se encuentra en esta carta [en inglés] de una mujer católica herida día a día por la convivencia con su esposo. Ella, y muchas mujeres como ella son mártires del matrimonio, en su sentido original: testimonio de la gracia recibida a través de la perseverancia. No son pocas las mujeres heridas por una tradición humana que se ha hecho pasar por parte del cristianismo. Tal vez nosotros mismos lo hemos permitido porque nos era más cómodo.
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