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13.02.17

Por qué los laicos no podríamos hacer lo de los cuatro cardenales pero con los presbíteros y obispos?

“Miren, antes de seguir les diré que he visto con mis propios ojos y experimentando en mi propia carne el hecho de que el Señor, cuando quiere sacar un proyecto adelante, lo hace con tan solo una o dos personas”

Continuamente, por privado, me consultan sobre párrocos que cometen abusos de diversos tipos. Justo ayer, un señor de mi grupo provida, por privado me hizo una consulta  sobre su párroco acerca de cómo se conduce en la liturgia. Es claro que el sacerdote comete abusos que están al límite de ser graves con las obvias consecuencias para su alma y el bien de los fieles. Le recomendé lo que a la vez me recomendaron algunos sacerdotes y creo que quedó en paz.

Yo me pregunto qué fue lo que nos pasó para que no nos atrevamos a corregir a nuestros pastores? Acaso no nos concierne amarlos y velar por el estado de su alma y el bien de los fieles a su cuidado?

Ahora bien, me pregunto cuáles serían las consecuencias si se promoviera la corrección fraterna a nivel de un auténtico movimiento mundial organizado y estructurado? Algo así como lo que pretendían los cardenales con su dubia pero dirigido a los pastores más cercanos?

Yo sería capaz de dedicar horas del día a visitar párrocos y obispos para plantarme delante de ellos y manifestarles lo que nadie se atreve.

Por supuesto, te pueden decir que él es el pastor, es decir, la persona y nosotros las ovejas, es decir, los animales que tenemos que hacer lo que las personas nos dicen. Eso podrían decir pero, acaso ese tipo de sacerdotes no lo dicen continuamente pero seguimos, aunque tragando grueso, en la parroquia en lo mismo de siempre?

Mi punto es que estamos paralizados y, por lo mismo, evitamos pensar que, si los pastores han llegado a ser de ese modo, hasta cierto punto es nuestra responsabilidad ya que nunca les decimos nada y si algo se les dice son solo casos aislados de poco peso en la conciencia del sacerdote.

Pero, cómo verían esos consagrados que, de dos a cinco laicos bien formados, se dedicaran a visitar parroquias de donde se reciban denuncias con el fin de manifestarles el interés que tienen por la salvación de su alma y el bien de los fieles a su cargo?

Yo, por ejemplo, puedo imaginar a un grupo de conocidos yendo donde obispos y presbíteros a plantarles cara. Lo pueden imaginar? Estoy segura que pueden hacerlo y que a la vez ven claro que los anularían de inmediato tachándolos de soberbios y osados. Sí, eso harán, sin duda, pero qué importancia tiene? Acaso desde hace tiempo no los tiene anulados el temor a los malos tratos y las represalias?  

Sinceramente, solo háganse esta pregunta: por qué los laicos no podríamos hacer lo de los cuatro cardenales pero con los presbíteros y obispos?

Yo, al lado de la corrección verbal al párroco u obispo junto con testigos, dejaría en su escritorio un informe describiendo los abusos y los motivos para pedir corrección. Le informaría sobre el envío de una copia a la Curia y también a Roma al correspondiente dicasterio.

No dicen que es la hora de los laicos? Pues, eso. Es la hora. Suficiente autoridad nos da la Iglesia para ello.

O es que la hora de los laicos es solo para seguir escribiendo artículos que no pasan de ser leídos por los mismos de siempre? Para quejarnos en redes sociales y no decir ni pío cuando tenemos al párroco abusivo delante?

Si, muchos presbíteros y obispos nos ven como inferiores. Es una realidad. Se sienten una especie superior entre Dios y el hombre. Como una especie de eslabón que decide en nombre de Dios lo que sí y lo que no.

Lo sé, lo sé… pero por eso mismo hemos de plantearnos un hecho incontrovertible y es que el momento de la historia está demandando de nosotros una creatividad inimaginada. 

No veo posible que elijamos pasar por esto ahogándonos en la impotencia cuando el propio Jesús ha dejado en la corrección fraterna el instrumento para hacerle frente.

Bien, ahí les dejo la idea. Si algunos se decidieran, háganmelo saber.

 

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