¿Cruzamos el Misisipi? La «Enmienda de Personificación»
En todo el mundo se está librando una feroz batalla entre la «cultura de la vida» y la «cultura de la muerte» En este contexto tienen especial interés los que llamo procesos de reversión: todas aquellas iniciativas que restituyen, con mayor o menor esplendor, el derecho a la vida.
Cuando parecía que el aborto había escalado todo lo escalable e iba a convertirse en «derecho», comienzan a ganarse importantes batallas que demuestran que no está todo perdido, y que se puede dar la vuelta a la situación. Estas primeras escaramuzas sirven de ejemplo y ayudan a sacudir conciencias y complejos. Más aún cuando provienen de países del primer mundo.
Los dos ejemplos más cercanos que tenemos son:
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Primero en México, el 29 de septiembre la Suprema Corte reconocía el derecho a la vida al desestimar un recurso que pretendía acabar con el blindaje de la vida ante el aborto en el Estado de San Luis Potosí. He contado pormenorizadamente los procesos de blindaje, unos más blindaje que otros, eso sí. Pero puesta la primera piedra es más fácil construir.
Esta sentencia supone que la vida está protegida constitucionalmente en 18 estados: Baja California, San Luis Potosí, Tamaulipas, Chiapas, Veracruz, Querétaro, Chihuahua, Campeche, Colima, Puebla, Durango, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, Yucatán, Sonora, Morelos y Oaxaca.
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El segundo en Europa, donde el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dictaminado que las células madre obtenidas a partir de la destrucción de un embrión humano no se pueden patentar, incuso aunque se utilicen con fines científicos y no comerciales o industriales. Un caso promovido paradójicamente por Greenpeace, en el que el legislador europeo «quiso excluir toda posibilidad de patentabilidad (del embrión) en tanto pudiera afectar al debido respeto de la dignidad humana»
En ambos, el fallo jurídico supone una protección de la vida desde la concepción, desarticula el aborto como un derecho y abre la puerta a que la vida pueda ser protegida también penalmente, incluso frente a otras agresiones como la RU-486 (abortiva), la investigación con embriones humanos y la manipulación genética.
La próxima batalla, a mi modo de ver más trascendente por ser en Estados Unidos, la tendremos en el Estado de Misisipi el miércoles 8 de noviembre, la llamada Proposición 26, «la Enmienda de Personificación» –personhood amendment– que supone reconocer jurídicamente como persona al óvulo fecundado.
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