¿Una vigilia de oración de toda la cristiandad por los nacientes?..., uhmmm, ¡en serio!
Cuenta Jeanne Smits, que hace un mes, después del discurso del Card. Burke en el Congreso Mundial de «Human Life International» departió a la salida con los participantes y tuvo oportunidad de hacerle dos preguntas:
—Mons. el Santo Padre Benedicto XVI pidió una vigilia de oración por la vida naciente, ¿podría decirle unas palabras sobre el asunto para mis lectores?
Es un acontecimiento muy importante. Sin precedentes en la Iglesia. ¡Es lo más importante y urgente que podemos hacer ahora por la vida! Debemos hacerlo, debemos orar por la vida, respondiendo a la llamada del Papa.
—¿Y se refiere a todos los católicos? ¿Debemos celebrar estas vigilias en todas las parroquias, en todas la comunidades?
Sí, en todas las parroquias, en todas las comunidades. ¡Todo el mundo!. Dios te bendiga…
La semana pasada se celebró en Ottawa la conferencia anual de la Federación Internacional del Derecho a la Vida —IRLF—. Su presidente, el Dr. Jack Willke, en nombre de la Federación envió una carta al Santo Padre y a los obispos agradeciendo la iniciativa de la Vigilia de Oración por el naciente y comprometiéndose con ella:
Nada podía ser más importante, apoyamos con todas nuestras fuerzas la llamada de Benedicto XVI a los obispos del mundo.
Dada la magnitud de la crisis en todo el mundo, nadie podría argumentar que la vigilia que no puede ser apoyada porque hay otras prioridades o a causa de otros eventos que se celebran en favor de la vida en otras épocas del año.
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