InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Secularización interna de la Iglesia

13.08.12

Les Fleurs du mal

Las Flores del mal (en francés “Les Fleurs du mal") es una colección de poemas de Charles Baudelaire, poeta galo del siglo XIX. Considerada una de las obras más importantes de la poesía moderna, el libro debió llamarse en principio “Los limbos” o “Las lesbianas", pues la intención primitiva era la de escribir un libro sobre los pecados capitales. Finalmente Baudelaire renunció a ello siguiendo los consejos de un amigo pero su libro fue catalogado de inmoral ya que exaltaba el goce pecaminoso de la vida y de las pasiones.

Las Flores del mal es también uno de los temas del LP “Volumen Brutal” de Barón Rojo. La letra de la canción parece que hace referencia al armamento nuclear con toques apocalípticos. Sin embargo, el mensaje del tema no deja de tener su actualidad. Vean parte de la letra…

Ya nadie lucha por el futuro
todo es provisional.
Y el egoísmo se hace estandarte
internacional.
Ojo por ojo, diente por diente
es ley fundamental.
Y así sin duda nos llevarán
al juicio universal.
¿qué genios locos van a impedir
que este siglo llegue a su fin?
¿Por qué germinan en cualquier
lugar, sin un control
las flores del mal?

… actual, ¿verdad?

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12.08.12

Vidal piensa erróneamente que los Papas pueden alterar algo definifido infaliblemente

José Manuel Vidal, director de Religión Digital, ha escrito un artículo para defender a quienes no tienen defensa, para reinvindicar a quienes, en mi opinón, deberían de haber sido disciplinadas hace tiempo por su pertinaz oposición al Magisterio de la Iglesia en temas tan delicados como el aborto, la contracepción, las relaciones homosexuales y la cuestión de la ordenación sacerdotal, que como el Beato Juan Pablo II dijo, atañe a “la misma constitución divina de la Iglesia“.

Dice Vidal:

No cuestionan dogmas, sólo piden una Iglesia que no discrimene a la mujer y que, por lo tanto, le permita el acceso al sacerdocio. Con todos los honores y todas las de la ley. Porque la prohibición del sacerdocio femenino no es un dogma, por mucho que algunos consideren que Juan Pablo II cerró la cuestión. Lo que un Papa cierra otro lo puede abrir. Ejemplos sobrados hay en la historia reciente de la Iglesia.

Y al decir eso, demuestra una ignorancia supina. Los Papas pueden abrir y cerrar lo que les dé la real gana -obviamente no caprichosamente- en cuestiones disciplinares. Es decir, un Papa podría decretar mañana mismo, o dentro de diez años, que el celibato no es un requisito obligatorio para ser ordenado sacerdote en la Iglesia de rito latino. Es altísimamente improbable que tal cosa ocurra en lo que queda de historia de la Iglesia antes de que Cristo vuelva, pero tal medida entra dentro de la potestad del Vicario de Cristo.

Sin embargo, ningún Papa puede negar o cambiar sustancialmente una doctrina que pertenezca al depósito de la fe y que haya sido definida infaliblemente. No toda doctrina que cumpla con esas características es dogma de fe, en el sentido de que su negación pertinaz no acarrea el anatema inmediato y la excomunión, pero el grado de certeza y de firmeza de la misma es tal que no admite su revocación.

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7.08.12

¿Se puede ser cura y defender el "derecho" al aborto citando al Che Guevara?

En periodo vacacional sueles tener tiempo para hacer las cosas que no haces cuando estás trabajando. Sin embargo, cual cabra que tira al monte, en mi tiempo libre me gusta echar un vistazo a lo que aparece en el mundillo del periodismo religioso. Y ayer me encontré con un artículo del insigne director de Religión Digital que se titulaba “Pere Fons, un cura de los de antes". Inmediatamente me eché a temblar. ¿Estaría arremetiendo José Manuel Vidal contra un cura de los que iban siempre con sotana, confesaban con frecuencia y no osaban jamás cambiar la liturgia ni separarse de la doctrina católica en sus homilías?

Pero no, don Pere Fons, sacerdote manacorí, no es de esos curas “de los de antes” en cuanto a la fidelidad a la Iglesia, sino “de los de antes", y todavía de “los de ahora", que se regodean en manifestarse en contra de lo que la Iglesia enseña en temas muy importantes. Ciertamente la especie de curas a la que pertenece Fons está en extinción. En eso tengo que darle la razón a Vidal. De los seminarios ya no salen especímenes así. Nunca podremos a Dios todas las gracias que merece por librarnos de esta plaga de “curas de los de antes".

En la entrevista al sacerdote balear vemos un poco de todo. Sus opiniones sobre la política linguística del presidente balear me importan más bien poco, aunque ya nos dan una idea de por dónde va ese cura. Tampoco entraré a analizar lo que dice sobre la crisis y los recortes. Algunas cosas son aceptables y otras no.

Cuando habla de la Iglesia, demuestra el típico resentimiento de los herejes progres que ven como su sueño revolucionario ha pasado a mejor vida. Dice ese cura que Mons. Murgui “está sujeto a unas reglas de juego anticonciliares que en su día impuso el papa Juan Pablo II. La mayoría de obispos, por no decir la totalidad, ordenados en el largo periodo de este papa son una lástima para la humanidad“. Desde luego lo que es una lástima es que no haya habido un solo obispo con los reaños suficientes como para abrir un proceso de secularización a este cura.

Ahora bien, he de reconocer que lo que de verdad me dejó helada la sangre fue leer lo siguiente:

Pregunta: El ministro Gallardón ha quitado el supuesto de malformación del feto en la nueva ley del aborto que quieren aprobar, ¿le parece bien?

Respuesta: Mi opinión es que lo que cuenta es la libertad de la persona y en este caso, la de la mujer. Como dijo el Che Guevara “no hay que rebajar el arte para que llegue al pueblo sino aupar al pueblo para que entienda el arte". La Iglesia tiene la obligación de educar al pueblo pero no puede imponer las verdades, ni meterse en política. Los políticos nunca deben sentirse presionados por la religión.

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29.07.12

Y me miraron con cara rara al pedir que Cáritas evangelizara

Se cumplen ahora 12 años de la llegada de mi familia a tierras aragoneses. Las circunstancias fueron un tanto díficiles ya que mi mujer acababa de sufrir una cesárea para que naciera nuestra hija pequeña, que vio la luz en el sexto mes de embarazo y pesando menos de un kilo. La placenta había dejado de funcionar y no quedó más remedio que sacarla antes de tiempo.

Como quiera que teníamos que desalojar la casa de Madrid, no quedó otra que venirnos a Sariñena (Huesca) antes de que la cría saliera de la incubadora en Madrid. La situación fue por tanto, harto complicada porque no era posible estar haciendo 400 kms de ida y vuelta todos los días para ver a la nena y además teníamos que organizarlo todo en la nueva casa. A Dios gracias, todo salió bien y a principios de septiembre la teníamos ya en casa. Muy pequeñaja, pero bien de salud.

Se cumplía también entonces el primer año de nuestro regreso a la Iglesia Católica. Llegábamos a una diócesis en la que el pastor, Mons. Javier Osés, se estaba muriendo debido a un cáncer. Incomprensiblemente se tardaron dos años en nombrar un nuevo obispo, que además lo sería también de la diócesis hermana y vecina de Jaca. En ese tiempo tuvimos como administrador apostólico a Mons. Omella, por entonces obispo de Barbastro -también diócesis vecina- y hoy obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño.

Sariñena, el pueblo en el que nos instalamos, era capital de comarca y cabeza de arciprestazgo. Por razones que se pueden ustedes imaginar, me interesé en saber qué hacía la Iglesia en los Monegros. Asistí a reuniones de pastoral, de catequesis, etc. Mi actitud al principio era sobre todo de la ver, oír y callar, pero no pasó demasiado tiempo hasta que me atreví a tomar la palabra. Me acuerdo que la primera vez que lo hice fue en una reunión de catequistas en la que pedí que la catequesis fuera instrumentos de despertar al sacerdocio y la vida religiosa. Nuestra diócesis sufría -y sufre- una gran crisis vocacional y me pareció que la primera cosa que se debía hacer para poner fin a la misma era que los catequistas, sobre todo los de confirmación, fueran instrumentos del Señor para despertar vocaciones en los jóvenes.

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23.07.12

¿Se enseña teología católica en el Institut Superior de Ciències Religioses de Barcelona?

Entre los comentarios al post que escribí hace unos días sobre la situación de la No Pontificia Universidad No Católica del Perú, hubo uno firmado por Miguel Picardo que decía así:

Sería deseable que si la Iglesia da su “sello” a algo , por lo menos cumpla con el mínimo razonable de doctrina, para que nadie vaya engañado y se le venda como católico lo que no es.

Yo he tenido estos días un chasco ; menos mal que paré a tiempo. Quería estudiar cosas de teología a distancia a mi ritmo y casi me matriculo en un instituto de teología que como garantía y ¿cebo? tiene al cardenal Sistach como “patrón” …
menos mal que se me ocurrió mirar la bibliografía recomendada en “cristología", materia que no creo que sea una asignatura menor:

¡Alucinante! y mejor no mirar en otras asignaturas más mundanas. A lo largo de las distintas asignaturas de los 2 cursos, están todos los que han escupido a la Iglesia en las últimas décadas. ¡TODOS!
Como muestra un par de ejemplos:
http://www.iscreb.org/castellano/iscreb_virtual/pdfs/2ndo/v_bat_2_cristologia.pdf
http://www.iscreb.org/castellano/iscreb_virtual/antropologia_teologica.htm

Como ustedes pueden comprobar, en cristología, junto a autores cuya ortodoxia no es dudosa, a los estudiantes se les recomienda que lean a:

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