¿Por qué les molesta que los estudiantes tengan un espacio para orar?
Los rojos anticlericales están en plena campaña contra la presencia de capillas católicas en las universidades públicas. Han llegado a boicotear el acceso a algunas de esas capillas y hace unos días se produjo una clara profanación cuando unas desvergonazadas se desnudaron ante el altar de la capilla de Somosaguas. Es de suponer que haría algo parecido en caso de que fueran capillas evangélicas u ortodoxas. No está tan claro que su laicismo les llevara a tener la valentía necesaria para montar un numerito en caso de que el centro de oración perteneciera a la comunidad musulmana. Pero dado que en España todavía no exite una comunidad musulmana universitaria importante, parece que no tendremos oportunidad de comprobar la coherencia de esa gente.
El argumento de esos totalitarios suele ser siempre el mismo. España… ah, no, que ese nombre les produce urticaria…, perdón. Dicen que el estado español es laico y por tanto no hay lugar para capillas religiosas en las universidades públicas. Pues bien, ni lo uno ni lo otro.
La Constitución española dice que este país es aconfesional, pero al mismo tiempo asegura que el estado debe tener en cuanta las creencias religiosas de los españoles, colaborar con las confesiones religiosas y, de forma explícita, con la Iglesia Católica. Les podrá gustar más o menos, pero así dice el artículo 16 de nuestra Carta Magna:
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.