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16.05.17

Es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones

Primera lectura del martes de la quinta semana de Pascua:

Vinieron entonces de Antioquía y de Iconio unos judíos que sedujeron a la muchedumbre, de modo que apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad creyéndole muerto. Pero rodeado de los discípulos se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe.
Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y hacer numerosos discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, confortando los ánimos de los discípulos y exhortándoles a perseverar en la fe, diciéndoles que es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones.
Tras designar presbíteros en cada iglesia, haciendo oración y ayunando, les encomendaron al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia; y después de predicar la palabra en Perge bajaron hasta Atalía.
Desde allí navegaron hasta Antioquía, de donde habían salido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado. Al llegar, reunieron a la iglesia y contaron todo lo que el Señor había hecho por mediación de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Se quedaron bastante tiempo con los discípulos.
Hech 14,19-28

La Iglesia no debe permanecer quieta. Mientras haya hombres y mujeres a los que no se ha predicado el evangelio, ella debe continuar su labor misionera. Aunque ello le lleve a ser perseguida. 

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14.05.17

Linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido

Segunda lectura del quinto domingo de Pascua.

Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, también vosotros -como piedras vivas- sois edificados como edificio espiritual para un sacerdocio santo, con el fin de ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo que dice la Escritura: “Mira, pongo en Sión una piedra angular, escogida, preciosa; quien crea en ella, no será confundido".
Por eso, para vosotros, los creyentes, el honor; pero para los incrédulos: “La piedra que rechazaron los constructores, ésta ha llegado a ser la piedra angular", “y piedra de tropiezo y roca de escándalo". Ellos tropiezan, porque no creen en la palabra: para esto habían sido destinados.
Pero vosotros sois “linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido en propiedad, para que pregonéis las maravillas” de Aquel que os llamó de las tinieblas a su admirable luz.
1 Ped 2,4-9

Todos los hombres somos hijos de Adán. No todos los hombres son hijos de Dios en el Hijo, en Cristo. Como dice el evagelio de Juan:

a cuantos le recibieron les dio la potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Jn 1,12

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13.05.17

Y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna

Primera lectura del sábado de la cuarta semana de Pascua:

El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para oír la palabra del Señor. Cuando los judíos vieron la muchedumbre se llenaron de envidia y contradecían con injurias las afirmaciones de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: -Era necesario anunciaros en primer lugar a vosotros la palabra de Dios, pero ya que la rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles. Pues así nos lo mandó el Señor: “Te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra". 
Al oír esto los gentiles se alegraban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna. Y la palabra del Señor se propagaba por toda la región. 
Pero los judíos incitaron a mujeres piadosas y distinguidas y a los principales de la ciudad, promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio. Éstos se sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se dirigieron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Hech 13,44-52

Ante una misma predicación, los elegidos por el Señor para la vida eterna se convierten y los impíos se llena de ira y la rechazan. 

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12.05.17

De nuevo vendré y os llevaré junto a mí

Evangelio del viernes de la cuarta semana de Pascua:

Jesús dijo a sus discípulos: No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar? Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros.Y a donde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dijo: -Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podremos saber el camino?
-Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida -le respondió Jesús-; nadie va al Padre si no es a través de mí. 
Jn 14,1-6

No hay atajos. No hay doble o triple vía. Al Padre se va por Cristo y por nadie más. 

El Señor lleva veinte siglos preparando la morada en la que los redimidos estarán junto a Él por toda la eternidad. ¿Qué no habrá preparado el Creador de cielos y tierra en dos milenios? Como dice San Pablo:

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1ª Cor 2,9

Señor, ven pronto.

Luis Fernando

11.05.17

El que recibe a quien yo envíe me recibe a mí

Evangelio del jueves de la cuarta semana de Pascua:

En verdad, en verdad os digo: “el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado". Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. En verdad, en verdad os digo: El que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado“.
Jn 13-16-20

Cristo, camino hacia el Padre porque el Padre le envía, convierte en camino a quienes Él envía. De manera que quien recibe a los enviados por Cristo, le recibe a Él y al Padre.

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