InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Cultura de la vida

17.02.11

Tener hijos es cosa de fachas

Al PSOE le molesta que la gente tenga hijos. La Xunta de Galicia, que por otra parte se dedica a financiar abortos con los impuestos de los gallegos, tiene la intención de lanzar un paquete de ayudas a la maternidad. No sabemos si el dinero dedicado a fomentar que aumente la natalidad será más o menos que el que se dedica a pagar los abortos de las gallegas, pero en todo caso los socialistas han puesto el grito en el cielo. Según Beatriz Sestayo, responsable del Area de Derechos Cívicos y Libertades del PSdeG-PSOE, el señor Feijóo y su gente quieren “exportar a Galicia el modelo familiar de la ultraderecha".

Es decir, tener hijos es cosa de fachas. Lo progresista, lo moderno, lo socialista, lo fetén, es no tenerlos. Ya sea mediante el consumo masivo de anticonceptivos o mediante la aniquilación de los que osan vivir en el seno materno tras una relación sexual “desprotegida".

Este odio del socialismo por la natalidad tiene un lado positivo. Es de suponer que quienes no desean que los demás tengan hijos, optarán por no tenerlos ellos mismos. Eso hará que la biología nos libre de que esos odiadores profesionales de la cultura de la vida nos dejen descendencia a la que hayan inoculado sus ideas. No sé si la señora o señorita Sestayo es madre, pero en caso de serlo, dudo mucho que llegue a tener más de uno o dos hijos. De lo contrario, habría que llamarla hipócrita y facha miserable.

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29.01.11

Nadie ha negado que Mons. Martínez Camino tenga razón

Monseñor Martínez Camino dijo ayer unas cuantas verdades sobre la situación legal de la institución familiar en España. Efectivamente, disolver un matrimonio es en ocasiones más fácil que cambiar de compañía de teléfono. Si los cónyuges están de acuerdo, se pueden divorciar en tres meses. En caso de que no haya acuerdo, la cosa puede demorarse, pero en todo caso la facilidad para poner fin a una unión matrimonial es total. Basta con que una de las partes quiera divorciarse para que no haya manera de impedirlo. Con la particularidad de que en ocasiones, la parte que no está de acuerdo puede resultar la más perjudicada en la sentencia de divorcio. Lo he escrito otras veces y lo vuelvo a escribir. Conozco casos en que un/a adúltero/a ha conseguido echar de casa a su pareja para meter a la persona con la que cometía adulterio. O sea, quien rompe el contrato matrimonial no paga por ello. Todo esto con el apoyo de la ley.

Eso convierte al matrimonio civil en una gran farsa. No difiere gran cosa de las tan cacareadas uniones civiles, que también pueden ser disueltas en un abrir y cerrar de ojos. Le cuesta más a un jugador de fútbol salir de su club que a un cónyuge sinvergüenza poner fin su matrimonio. Quien es contratado por una empresa tiene más seguridad de que sus derechos se respeten a cualquier mujer que quiera ser repudiada por su marido -idem en el caso contrario-. Y eso, se quiera o no, deja a la institución familiar totalmente desprotegida. Es alucinante que aquello que es la esencia de la sociedad sea pisoteado desde la legislación.

En otros posts he sugerido que la Iglesia podría plantearse si tiene mucho sentido que los matrimonios canónicos tengan un efecto civil paralelo e inmediato. Es decir, dado que el matrimonio civil es basura, ¿no sería quizás mejor buscar que el marido y la mujer cristianos contrajeran un tipo de contrato personal que tuviera más protección jurídica que la farsa en que las leyes han convertido la institución familiar? No parece legalmente posible, pero sería una manera de manifestar el desacuerdo con una legislación que será todo lo democrática que se quiera, pero que a su vez es un atentado contra el bien común.

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12.01.11

¿Basta con ser buen científico para pertenecer a la Academia Pontificia de las Ciencias?

El neurocirujano brasileño Miguel Nicolelis ha sido recientemente designado como miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias (APC). Este señor es conocido en el ámbito científico por sus experimentos realizados con robots neurológicamente controlados. El problema es que resulta igualmente conocido por manifestarse a favor del aborto y de los matrimonios homosexuales. Y es ahí donde surge el problema, el conflicto: ¿puede alguien perteneciente a una Academia Pontificia ser pro-abortista y pro-lobby gay?

Es obvio que a Nicolelis no le han hecho miembro de la APC por su capacidad de recitar el credo ni de dar clase de catequesis en su parroquia. Evidentemente no se hace un examen de doctrina y moral católica a todos los candidatos a ser miembros de la institución vaticana. Como bien dice el interesado, “hay otro colega en la Academia, el físico Stephen Hawking, que tiene las mismas opiniones que yo. La Academia de Ciencias deja claro en sus estatutos que ninguno de sus miembros ha de creer en Dios o pertenecer a la religión católica“. Hasta ahí, todo bien, más o menos. Ahora, una cosa es no ser católico y otra muy diferente ser un personaje que públicamente arremete contra todo aquello que la Iglesia está defendiendo en el ámbito de la defensa de la vida y de la familia.

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31.12.10

Lo que más les molesta de Mons. Reig Pla es que dice la verdad

Desde que al obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, osó decir que la violencia doméstica es menor dentro del matrimonio cristiano que en las uniones sentimentales no matrimoniales, la marea de críticas procedentes de la izquierda política, social y mediática-religiosa de este país ha inundado el panorama previo a la multitudinaria Misa de las Familias que se celebrará el próximo domingo en Madrid.

Como quiera que el obispo no fue a la rueda de prensa con una carpeta de datos estadísticos bajo el brazo, lo primero que le exigieron es que demostrara que lo que decía era cierto. El Instituto de Política Familiar se encargó de darle la razón al prelado alcalaíno, usando ni más ni menos que las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial. Pero ya sabemos que para la progresía de este país la verdad es un elemento ajeno a su naturaleza. Si les sirve para sus propósitos, la acepta. Si les pone en evidencia, la rechazan, la manipulan o la ignoran.

El caso es que no hace falta ser obispo para intuir que una relación sentimental que se consagra con la intención de permanecer para siempre tiene muchas más posibilidades de ser estable que aquella que no quiere pasar por reconocimiento de ningún tipo. Los datos objetivos señalan que hay muchísimas más violencia en las parejas no casadas que en las que han pasado por la vicaría y/o por el juzgado. Y aunque no hay estadísticas oficiales separadas de matrimonios civiles y religiosos, no hace falta ser un lince para intuir que habrá menos problemas entre quienes se casan profesando una fe que equipara el matrimonio a la relación entre Cristo y su Iglesia que entre aquellos que no introducen en su unión dicha fe.

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14.12.10

Pero qué alegría más grande: ¡Solo 111.482 abortos... registrados!

Día jubiloso el de ayer. La Ministra de Sanidad, ejemplo perfecto de lo que es el zapaterismo a nivel humano y político, estaba radiante y feliz por el dato de abortos registrados en el año 2009. De los 115.812 pasamos del 2008 pasamos a los 111.482 del año pasado. Es el primer descenso desde que se toman datos de abortos realizados en centros hospitalarios.

Pero, como prácticamente todo en este gobierno, hay trampa en esas cifras. El aborto no ha disminuido en España. Todo lo contrario. Lo que ocurre es que la distribución masiva de la píldora del día después ha conseguido que muchos embriones desaparezcan por el retrete sin pasar a ser un número más en las listas oficiales de abortos. Esa píldora es la “crème de la crème” para el ejército de la cultura de la muerte. La consumen por si acaso. Es decir, si la mujer sospecha que puede quedarse embarazada tras una relación sexual, se toma la pastillita y si el embrión ya está presente, puede darse por muerto. Como la susodicha no sabe si había o no había embrión, su conciencia queda más “protegida”, aunque es bien sabido que esa píldora puede tener efectos secundarios físicos más bien peligrosos.

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