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1.04.07

La ayuda imprescindible en tiempo de prueba

Desde que hace algo más de 15 años me reconcilié con Dios y Él me regaló esa pizca de fe que, según su Palabra, sirve incluso para mover montañas, he pasado por diversos periodos de prueba. Muchos de ellos, lo reconozco, han sido motivados por mi falta de constancia, porque no he puesto de mi parte todo lo necesario para que la gracia de Dios obre eficazmente en mi persona. En ese sentido, a veces más que pruebas lo que padezco son consecuencias de mis actos, o más bien de mi falta de acción ante determinadas circunstancias. Consecuencias que en no pocas ocasiones parecen prolongarse durante años, de tal forma que hacen las veces de cadenas que lastran mi libertad.

Siendo esposo y padre de familia, no soy sólo yo el que sufre por mi falta de responsabilidad en momentos muy puntuales de nuestra vida familiar. Aunque si de algo estoy seguro es que amo a mi esposa y a mis tres hijos y de que ellos me aman a mí. No pasa un día sin que los dos pequeños, Juan (12) y Rut (6), me ofrezcan muestras de cariño que guardo en mi corazón como el mayor de los tesoros. Y de mi primogénito José Luis (18), ya mayor de edad, sé que a pesar de que está pasando por una etapa muy complicada de su vida, en su corazón está plantada la semilla del amor de Dios. Una semilla que antes o después dará fruto, aunque sinceramente me gustaría haber sido mejor labrador del campo de su alma. Mas donde no llego yo, llega Dios.

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19.02.07

Elías deseó morir y Job no haber nacido

1 Reyes 19,4
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Yavé, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.

Job 3,11-13
¿Por qué no morí yo en la matriz, o expiré al salir del vientre?
¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que mamase?
Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría. Dormiría, y entonces tendría descanso.

Desde luego la situación de Elías y de Job era diferente. El primero acababa de asistir, como protagonista principal, a la demostración de que Yavé era Dios y Baal un simple ídolo ciego, sordo y mudo. Job acababa de perderlo todo. El profeta quería morirse y el justo no haber nacido. En cualquier caso, a diferencia de Jonás, que quería morirse porque el bien y la misericordia había triunfado sobre el pecado y la destrucción (Jon 4,8), no parece que ninguno de los dos se hubiera ganado a pulso el llegar a una situación desesperada, pero ante ella se encontraban y reaccionaron como tantos otros lo han hecho.

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24.01.07

Amor, verdad, conciencia.

Si hablando lenguas de hombres y de ángeles, no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalos que retiñe. Y si teniendo el don de profecía, y conociendo los misterios todos, y toda la ciencia, y tanta fe que trasladase los montes, no tengo caridad, no soy nada.Y si repartiere toda mi hacienda y entregare mi cuerpo al fuego; no teniendo caridad, nada me aprovecha.
(1ª Cor 13,1-3)

Con vosotros sea la gracia, la misericordia y la paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, Hijo del Padre, en la verdad y en la caridad.
(2 Jn 1,3)

Sin embargo, en estos tiempos para gran parte de la gente, el más genuino derecho y libertad de la conciencia consiste en hacer caso omiso de la conciencia, dejar al margen al Legislador y Juez, ser independiente de obligaciones no escritas, invisibles. La cuestión ahora es elegir entre adoptar una religión o no adoptar ninguna, ir a la iglesia católica o a la capilla protestante, hacer alarde de estar por encima de toda religión y ser un crítico imparcial de todas ellas. La conciencia es un consejero exigente, pero en este siglo ha sido desbancado por un adversario de quien los 18 siglos anteriores no habían tenido noticia -si hubieran oído hablar de él, tampoco lo hubieran confundido con ella-. Ese adversario es el derecho del espíritu propio, la autonomía absoluta de la voluntad individual.
(John Henry Newman, Carta al Duque de Norfolk)

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1.01.07

Feliz Año a todos

Que este 2007 que acaba de empezar, sea para los cristianos un año de mayor y mejor comunión con Dios y con su Iglesia. No creo que haya nada mejor que nos pueda pasar. Y para los no cristianos, que sea el año de su reconciliación con Dios por medio de Cristo. Pues "en ningún otro hay salvación, pues ningún otro nombre nos ha sido dado bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos" (Hch 4,12

Que el Señor y su bendita Madre nos guarden y nos amparen.

15.12.06

Pensando en voz alta

Desesperado ante la evidencia. Sí, ante la evidencia de ser una especie de isla semi-estéril en medio de un océano de tibieza y de tinieblas. Vivir para Dios, aunque peque. No tengo otra razón para seguir en este valle de lágrimas. No encuentro otro motivo para vivir que no sea sentirme hijo de Dios, disfrutar en la intimidad de la comunión con Dios, buscar la forma de que otros siquiera intuyan que sólo en Dios, por Dios y con Dios pueden ser verdaderamente felices, aun en medio del dolor, la dificultad y las pruebas. Pero me siento un bicho raro. Apenas encuentro a alguien que sienta y piense como yo. Y no es que crea que soy mejor que nadie pues bien sé que entre los pecadores yo soy el primero, pues más luz que muchos he recibido y aún así caigo. Por eso no doy el fruto que debo. Mas su gracia me levanta. Y una vez restaurado, busco recostarme a los pies de Cristo como hizo aquella mujer del evangelio que fue criticada por su hermana. Porque, de verdad, ¿qué otra cosa puede haber mejor en este universo que sentarse a los pies del Salvador, oír sus palabras, ver sus ojos y dejarse acariciar por su amor?

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