La piadosa sumisión y respeto de los consagrados a los obispos
Sin el menor género de dudas, al menos para mí, el documento “Iglesia particular y vida consagrada” hecho público ayer por la Conferencia Episcopal Española está llamado a convertirse en un texto de referencia sobre como deben ser las relaciones entre los religiosos y la jerarquía de la Iglesia. Creo que tiene un peso similar al que tuvo en su día el documento sobre teología y secularización.
Teológicamente hablando, el documento es de una gran riqueza. Es tal la profusión de citas magisteriales que ofrece, que es un auténtico manual sobre cómo entiende la Iglesia la vida consagrada. De hecho, esa manera de redactar el documento hace que el mismo sea difícilmente “atacable". ¿Cómo se puede arremeter, desde la comunión eclesial, contra lo que es simple y llanamente doctrina católica? Y, sin embargo, ya empiezan a leerse críticas que aseguran que el texto es muy duro, que los obispos quieren coaccionar a los religiosos, etc. Hay párrafos que provocan erisipela en el progre-eclesialismo. Por ejemplo, este:
Se tendrá presente que los consagrados están sujetos a la potestad de los obispos, a quienes han de seguir con piadosa sumisión y respeto, en aquello que se refiere a la cura de almas, al ejercicio público del culto divino y a otras obras de apostolado.
Lo de “piadosa sumisión” no les gusta nada a los que viven instalados en la disidencia. De hecho, el término sumisión es visto por ellos poco menos como sometimiento a una tiranía. Y sin embargo, fue el mismísimo Cristo quien nos dio el mayor ejemplo de sumisión a la voluntad del Padre. Él es el modelo a seguir.

Las cosas se pueden decir de muchas maneras. A la hora de defender la verdad, hay modos y formas que, dependiendo del contexto, facilitan o incluso dificultan la tare de transmitirla. Pues bien, en el caso de la
Mons. Demetrio Fernández es un obispo español al que le gusta decir las cosas claras. Y las dice de forma que se le entiende todo. Y eso le lleva a ser muy molesto para toda esa serie de católicos de vía estrecha que piensan que la fe de la Iglesia es una especie de tobogán del que uno se sube y se baja como si estuviera en un parque infantil.
Antonio Aradillas, sacerdote asturiano con una trayectoria progre-eclesial indudable, nos ha traído a la memoria en Religión Digital un buen número de frases del cardenal Tarancón sacadas de una entrevista que se le hizo en el diario Pueblo hace 43 años. Buena parte de nuestros lectores no había nacido todavía. Yo apenas tenía año y medio o dos años. El CVII estaba muy reciente y por tanto, nos sirve para hacernos una idea de cuál era el sentir del sector de la Iglesia representado por el purpurado, que por entonces todavía era arzobispo de Toledo y, por tanto, primado de España.
A veces a muchos fieles se nos hace difícil entender cómo es posible que en la Iglesia se pasen por alto determinadas cuestiones. Por ejemplo,








