InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Obispos españoles

1.06.15

Sigue el acoso y derribo contra el arzobispo de Granada

Algunos mercenarios del periodismo religioso no pararán hasta conseguir que el Papa les haga caso y cese al arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez. Un arzobispo que, desgraciadamente, y a falta de sentencia canónica y penal, se ha encontrado en su diócesis con un caso de abusos por parte de al menos un sacerdote, con la posible complicidad de otros presbíteros e incluso algún seglar, que forman lo que se conoce como el clan Romanones.

Ni es el primer obispo que afronta un caso así ni probablemente será el último. Ahí tenemos el caso bien reciente de Oviedo, uno de cuyos sacerdotes acaba de ser expulsado del estado clerical por el Papa. Voy a ser claro. La diferencia entre Oviedo y Granada es que la diócesis asturiana no es objeto de las apetencias de ningún carrerista de vía estrecha que esté apoyado por esos mercenarios. Granada sí lo es. Ahora bien, ese carrerista tiene un problema. El Papa se ha dado cuenta de la jugada. Y en cuanto vio lo que pasaba, pidió recibir personalmente a don Javier para mostrarle su apoyo. Eso es un hecho.

Es también un  hecho que cuando los obispos andaluces salieron en apoyo del arzobispo de Granada y denunciaron la campaña de mentiras y calumnias contra él, uno de los prelados del sur de España recibió una bronca de parte de cierto sector de la ejecutiva de la CEE. En otras palabras, para que quede claro, por mucho que por razones de diplomacia eclesial nos quieran vender otra cosa, lo cierto es que la campaña contra don Javier contaba, y me temo que sigue contando, con apoyos dentro de la propia Iglesia en España.

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24.02.15

Don Carlos Osoro en La Razón

Mons. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, tuvo a bien asistir ayer al diario La Razón para dar una conferencia y luego responder a las preguntas de los presentes. Como suele ocurrir en estos casos, los mayores titulares suelen salir precisamente del tiempo dedicado a la tertulia posterior a la conferencia.

En todo caso, me reconocerán ustedes que don Carlos jugaba a favor de obra. Y si no, vean la primera pregunta que le hizo Cloria Lomana, directora de informativos de Antena 3:

- Muchos piensan que usted es el mejor discípulo del Papa en España. Tienen manifestaciones muy singulares en común, como una vida austera: ha vivido varios meses en un hogar de ancianos, ha visitado de forma discreta cárceles… Incluso ha suspendido esa concentración que se celebraba en Madrid donde miles de ciudadanos se manifestaban contra los gobiernos de turno. Se le reconoce una buena mano para estos nuevos tiempos. ¿Cuál es esa política y gestos que tiene que hacer la Iglesia para acercarla más a los fieles?

Conmovedor, ¿no creen? ciertamente no acabo de entender qué tiene que ver la suspensión del acto de Colón a favor de la familia con ser el mejor discípulo del Papa, pero en todo caso al arzobispo le debió gustar que desde la derecha mediática de este país se esté comprando también la idea de que él es el Francisco de la Iglesia en España. En eso coincide Antena 3 y Religión Digital. 

Por otra parte, don Carlos respondió adecuadamente diciendo que aunque él admira mucho al Papa, no es discípulo suyo sino de Jesucristo. Y respecto a lo de Colón, explicó que ha querido convertir ese día en algo propio de su archidiócesis. De hecho, y esto lo añado yo, son bastantes los obispo españoles que pensaban que el acto que tenía lugar cada año en esa plaza madrileña debía de suspenderse para ser celebrado en cada una de las diócesis de este país. 

Cuando Mons. Osoro dijo que él es obispo de todos, doña Carmen cogió el testigo y le preguntó:

Entre esos «todos» está uno de los políticos emergentes, Pablo Iglesias, líder de Podemos, que acaba de decir en «Vanity Fair» que está en la misma barricada que Francisco. ¿Cómo lo ve? ¿Qué le parece que el Papa despierte esa admiración en un sector anticlerical?

Confieso que me preocupa algo -no mucho, no vayan a creer-, que ese personaje totalitario de izquierdas llamado Pablo Iglesias diga que el Papa está en su misma barricada. Confieso también que es cuano menos lamativo que el sector anticlerical de la sociedad admire al Santo Padre. Pero, seamos claros, no es ni la primera ni la última vez que la izquierda radical quiere apropiarse de una figura religiosa. Lo han hecho con Jesucristo, al que han llegado a llamar comunista, así que no tiene nada de particular que lo hagan con Francisco.

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18.02.15

El caso de los abusos de Granada será juzgado

El pasado lunes supimos que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada había decretado la prescripción de los delitos de abusos sexuales sin penetración, exhibicionismo y encubrimiento que se imputaban a once personas, entre ellas 10 sacerdotes y un seglar. Decretó, por el contrario, que continúe la causa contra uno de los imputados, sacerdote, por los delitos de abuso sexual continuado con prevalimiento.

El juez aclaraba en su auto que la aplicación de la prescripción no se aplica a capricho o arbitrio judicial, sino que es «de obligado cumplimiento, si concurren plazos y requisitos legales».

En otras palabras, el juez no puede juzgar algo que, aun en el caso de ser delito, ha prescrito. Y solo mantiene la imputación del sacerdote que, supuestamente, ha cometido un crimen que todavía puede ser juzgado. La ley en España es la que es y en relación a los abusos sexuales no especialmente graves -esto es opinable-, con menores o sin ellos, las penas son más bien escasas

Partimos del hecho de que en este país la edad de consentimiento sexual está, todavía, en los trece años. Es decir, un señor de 50 años puede mantener relaciones sexuales con una cría de trece si la joven acepta de forma libre. Y si en vez de una joven es un adolescente de esa edad y todavía barbilampiño, idem. Por supuesto, si el adulto ha coaccionado de alguna manera al menor, se da el delito de abuso.

En el caso de Granada, la víctima dice haber sido objeto de abusos desde los catorce años hasta que cumplió diecisiete. Por lo que parece, solo mantuvo relaciones sexuales “completas” con uno de los sacerdotes acusados, considerado como el cabecilla del grupo. En su momento la justicia española determinará si se produjeron dichas relaciones y, esta es la clave, si fueron consentidas o no.

A nivel eclesial la situación es muy diferente. Según la ley de la Iglesia, a menos que haya un matrimonio de por medio -14 años, mujer, 16 varón-, siempre que hay relaciones sexuales entre un adulto y un menor de edad -18 años-, se produce un delito de abuso. Tanto si el menor consiente como si no. Desde ya les digo que ojalá todos los países del mundo tuvieran una ley así. El gobierno de España ha anunciado, otra cosa es que lo hagan, que se va a elevar la edad de consentimiento hasta los 16 años. Poco me parece pero mejora la situación.

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26.10.14

Mons. Osoro tampoco condena a nadie

Mons. Carlos Osoro, nuevo arzobispo de Madrid, ha concedido una primera entrevista a Jesús Bastante, uno de los periodistas que, además de hacer caja publicando una biografía, más se ha caracterizado, junto a José Manuel Vidal, por faltar al respeto a su antecesor, al que sometieron a una persecución que merece figurar en los análisis del periodismo religioso por lo que ha tenido de brutal, humillante, encarnizada y barriobajera. Don Carlos da una serie de respuestas muy interensates.

Copio:

¿Está la Iglesia perseguida en España, como postulan ciertos grupos católicos?

No. Sinceramente no, no creo que esté perseguida. En este sentido, pienso que a veces nos quejamos, seguramente con razón, pero no terminamos de ofrecer, de ofertar soluciones. Y tenemos que dejar de llorar y seguir trabajando para construir.

No entiendo muy bien en qué pueden consentir esos ataques ni, por tanto, de qué soluciones habla. Es más, tampoco entiendo por qué somos nosotros los que tendríamos que ofrecer soluciones si nos atacaran. Ciertamente la izquierda española, si llega al poder, parece estar dispuesta, esta vez sí, a cambiar buena parte de las leyes que afectan a la Iglesia, pero no creo que pretendan cerrar templos ni encarcelar a curas y obispos. Quizás se carguen la X de la declaración de la Renta, pero eso hasta nos puede venir bien, pues entonces ya no podrán acusarnos de aprovecharnos del estado como recaudador de lo que los ciudadanos quieren darnos, un 0.7% de su declaración.

¿Puede un obispo ir detrás de una pancarta?

Como obispo, no. Creo que un obispo no debe salir a protestar a la calle. Y no porque no tenga derecho a hacerlo como ciudadano, sino porque si yo participo en una manifestación con una consigna determinada, necesariamente van a ver que me uno a un grupo, al que convoca esa manifestación. Y yo tengo que ser de todos. En este sentido, solo acudiría a actos que nos unieran a todos, a concentraciones en las que todos estuviéramos de acuerdo. Y entonces salimos todos.

Es decir, parece claro que don Carlos Osoro no va a salir a manifestarse a favor de la vida y de la familia, como sí lo hicieron los cardenales y obispos de la foto que acompaña estas líneas.

Es más, no esperen que don Carlos vaya a ninguna manifestación de ningún tipo, porque es evidente que jamás estaremos de acuerdo todos, católicos y no católicos, en la defensa de la vida, de la educación con valores cristianos, de la protección de la institución familiar, etc. No esperen que el arzobispo acompañe en la calle a su pueblo en esa labor. Lo cual, obviamente, no significa que no piense apoyar a los fieles que sí lo hacen.

Sigamos:

¿Qué opina de la retirada de la ley del aborto?

El aborto es un crimen, uno de los más absurdos y graves que existen, y ante el cual ningún cristiano puede objetivamente defender lo contrario. Había un compromiso de que esa ley se llevaría a cabo, yo no pensaba que fuera a retirarse.

No le preguntaban si pensaba si la ley se iba a retirar sino lo que piensa de su retirada.

¿Qué le diría a una mujer que quiere abortar?

A ver: lo primero que hay que decir es que con el aborto se mata, y por tanto es un crimen. Lo que hay en el vientre de una madre es una persona, y si se cuida, lo que sale es un niño, no un árbol. Pero también hay que defender la vida frente a la guerra y lo que trae consigo.

Sobre estas mujeres, lo primero que hay que decir es que se trata de decisiones muy difíciles, porque tocan lo más profundo de la existencia humana. Normalmente, cuando me he encontrado en situaciones similares, he podido comprobar que quien decide abortar está convencido de que es lo que tiene que hacer. Muchas veces, los problemas vienen del hecho de que se encuentran solas, sin trabajo, las familias no aceptan la situación… Hay ocasiones en que algunas mujeres se sienten, si no empujadas por la familia, sí en la calle o sin horizontes. Ante esto, lo primero, siempre, es escuchar. Hay que ayudar a la gente a descubrir el valor de la vida, y eso no se consigue más que teniendo tiempo, porque las cosas importantes no se resuelven en un instante. Hay que dejar a las personas que hablen, que se desnuden, y acompañarlas de verdad, con todas las consecuencias.

Bien, el arzobispo dice que el aborto mata pero las guerras también. Tiene razón, evidentemente. También mata el terrorismo. Y los accidentes en carretera por imprudencias temerarias. Y las drogas. Y el tabaco. Y la violencia doméstica. Pero, sin embargo, San Juan Pablo II, cuyo magisterio no tenemos la menor intención de olvidar -don Carlos tampoco-, nos recuerda en la Evangelium Vitae:

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28.09.14

Un obispo debe pedir a los fieles coherencia a la hora de votar

Muchos creían que los obispos españoles reaccionarían a la retirada de la reforma del aborto con declaraciones más o menos similares a todas las que se dan cada vez que sale esa temática. Es decir, señalarían que el aborto es malo y que el derecho a vivir debería ser protegido. Si acaso, alguna crítica al PP por no cumplir su programa electoral y nada más.

Pero la indignación entre muchos obispos con la actitud del Partido Popular y el gobierno de Mariano Rajoy ha alcanzado tal grado, que varios de ellos están dando el paso de señalar algo obvio. Ese partido, como el resto de los que tienen representación parlamentaria, es una estructura de pecado y por tanto no se puede colaborar con él. Ni con el voto ni, con mayor razón, ocupando cargos de responsabilidad en el mismo.

En ese sentido, las cartas de Mons. Juan Antonio Reig Pla y Mons. José Ignacio Munilla, así como la entrevista de Mons. Mario Iceta al Abc, se complementan.

El obispo de Alcalá de Henares llamó a las cosas por su nombre, lo cual le ha valido el reproche de tirios y troyanos, con amenazas de demandas incluidas. Da lo mismo. Estamos ante un pastor curtido en ese tipo de batallas. Mons. Iceta señaló algo evidente: todos los partidos en el parlamento son abortistas. Y el obispo de San Sebastián ha ido un paso más allá advirtiendo a los fieles que si quieren ser fieles a la Iglesia en materia de Doctrina Social -que no es un tema menor- no pueden votar a ni uno solo de los partidos que están hoy en el Parlamento. Y añade algo más. No corresponde a los obispos crear partidos políticos que defiendan el derecho a la vida. Esa es tarea de los seglares. Obviamente, y aunque ya hay partidos minoritarios que hacen tal cosa, está lanzando un guante que convendrá recoger. ¿Se hará?

Además, Mons. Munilla ha lanzado un órdago a aquellos que llevan décadas apelando al mal menor como excusa para votar. Le cito:

¿Pueden los católicos votar a partidos políticos que están en esta situación, basándose en el principio del «mal menor»? El tiempo ha demostrado que por el camino del «mal menor» se termina llegando al «mal mayor». La opción del «mal menor» solo puede ser acogida por un cristiano de forma circunstancial y transitoria; sin caer en la tentación de hacer de ella su «santo y seña». Y es que… Jesucristo nos enseñó a apostar por el bien; no por el mal menor.

Fuera excusas, pues. El mal menor se ha convertido en un mal mayor. Y Cristo nos manda hacer el bien, no el mal.

¿Serán Mons. Reig Pla y Mons. Munilla los únicos en ir más allá de lo que ningún obispo ha ido en España desde tiempos de la Transición? ¿Habrá más obispos dispuestos a decir a los fieles que los actuales partidos políticos no les representan, no pueden ser votados en conciencia y que convendrá crear o fijar los ojos, y los votos, en una alternativa política que defienda principios no negociables como el derecho a la vida, la familia, la educación y la atención a los más necesitados? Sí, es prácticamente seguro más obispos se unirán a ellos en esa labor de iluminar la conciencia de los fieles en estas materias.

La retirada del proyecto de “ley Gallardón", que por más que muchos digan no dejaba de ser una ley radicalmente abortista -como lo era la del 85- ha puesto en evidencia, una vez más, la catadura moral del Partido Popular. Seguimos estando ante una oportunidad histórica. La Providencia concede a los católicos de este país, especialmente a aquellos involucrados en la acción política,

dar un paso decisivo para que una serie de valores esenciales tengan voz y voto en el parlamento nacional y en los parlamentos autonómicos


Como se ha indicado en otros posts, no es tiempo de mirar atrás. No es tiempo de decir “¿veis como yo tenía razón y vosotros no?". No es tiempo de reproches en plan “tú eras un vendido al PP o a tal o cual secta". Pero tampoco es tiempo de decir “yo rompo con Pepito Pérez mientras me quedo mirando lo que hace su partido", ni de “vamos a asustarles un poco a ver si cambian". Toca sentarse en una mesa y, fundados en principios irrenunciables, en programas máximos -nada de reformas aguadas y tibias-, lanzar una propuesta política que pueda ser votada por los pocos o muchos católicos que quieran ser fieles a Cristo y su Iglesia a la hora de acercarse a las urnas. Las siglas o el modo de hacerlo es lo de menos. Lo fundamental es el mensaje: sí a la vida, sí a la familia, sí a la educación que queremos para nuestros hijos, y sí a un modelo de sociedad en la que los más necesitados vivan con dignidad y puedan tener un futuro alejado de la miseria.

¿Por qué los católicos en España, durante ya bastantes decenios, no podemos nunca votar en conciencia y si queremos hacerlo, no tenemos otra vía que la abstención o votar a partidos pequeños, excluidos totalmente de presentación pública, incluso en los medios de comunicación dependientes de la Iglesia?

Es ahora o nunca.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Hay un solo diputado en el Parlamento español que en esta legislatura se ha mostrado activamente provida. Carlos Salvador, de UPN.