InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Magisterio

22.07.07

Magisterio e integrismo (I)

El Concilio Vaticano II, tanto en la Lumen Gentium como en la Dei Verbum, expone claramente cuál es el papel del magisterio en la Iglesia Católica. Valgan las siguientes citas como ejemplo:

Dei Verbum 7

Mas para que el Evangelio se conservara constantemente íntegro y vivo en la Iglesia, los Apóstoles dejaron como sucesores suyos a los Obispos, "entregándoles su propio cargo del magisterio"

Dei Verbum 10

Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve

Lumen Gentium 12

El pueblo santo de Dios participa también del don profético de Cristo, difundiendo su vivo testimonio, sobre todo por la vida de fe y de caridad, ofreciendo a Dios el sacrificio de la alabanza, el fruto de los labios que bendicen su nombre (cf. Hebr., 13,15). La universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo (cf. 1Jn., 2,20-17) no puede fallar en su creencia, y ejerce ésta su peculiar propiedad mediante el sentimiento sobrenatural de la fe de todo el pueblo, cuando "desde el Obispo hasta los últimos fieles seglares" manifiestan el asentimiento universal en las cosas de fe y de costumbres. Con ese sentido de la fe que el Espíritu Santo mueve y sostiene, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que sigue fidelísimamente, recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra de Dios (cf. 1Tes., 2,13), se adhiere indefectiblemente a la fe dada de una vez para siempre a los santos (cf. Jds., 3), penetra profundamente con rectitud de juicio y la aplica más íntegramente en la vida.

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11.04.07

Ya aburren con esa acusación, decía el obispo Romero

Este texto pertenece a una homilía de Monseñor Romero. Comentando el pasaje de Romanos 15,4-9, decía:

La Palabra de Dios, pues, según San Pablo en la lectura de hoy, tiene que ser una palabra que arranque de la eterna antigua palabra de Dios pero que toque la llaga presente, las injusticias de hoy, los atropellos de hoy y esto es lo que crea problemas. Esto es ya decir: "la Iglesia se está metiendo en política, la Iglesia se está metiendo a comunista". Ya aburren con esa acusación. Ténganlo en cuenta de una vez, no se mete en política, sino que es la palabra como el rayo de sol que viene desde las alturas e ilumina, ¿qué culpa tiene el sol de encontrar su luz purísima charcos, estiércol, basura en esta tierra?. Tiene que iluminarlo, si no, no sería sol, no sería luz, no descubriría lo feo, lo horrible que existe en la tierra; así como también ilumina la belleza de las flores y le da el encanto a la naturaleza. La palabra de Dios, también, hermanos, por una parte ilumina lo horrible, lo feo, lo injusto de la tierra y alienta el corazón bueno, los corazones que gracias a Dios abundan que se iluminan con esta luz eterna de su palabra divina.

Esto es predicar hoy la palabra, predicación que, como en los tiempos de los profetas, tiene que crear problemas y tiene que despertar odios y tiene que sacudir resentimientos, hasta la forma más vulgar que hemos llegado a ser el objeto. Pero, hermanos, que la basura sienta odio de la luz es gloria de la luz. Ser calumniado por quienes se sienten tocados en su injusticia es un honor. Por eso les digo, hermanos, a mí no me aflige la calumnia. Yo les agradezco las innumerables manifestaciones de solidaridad que me llegan en estos días, pero les digo, tengan alegría y confianza, que no me afligen, al contrario, me honran.

Independientemente de las razones concretas que llevaron a este obispo a decir eso, ¿no es ese discurso vigente para cualquier época?

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28.01.07

Sin profesión de fe, el cristianismo se desmorona

El 1 de mayo de 1998 se publicó una carta apostólica de Juan Pablo II en forma de motu proprio. Era la Ad Tuendam Fidem: Para defender la fe. Casi dos meses después, el cardenal Ratzinger explicó el qué y el porqué de aquel motu proprio papal. Es un texto bastante técnico pero enormemente clarificador sobre, y quede claro que simplifico, cuál ha de ser el grado de aceptación de las diversas doctrinas y dogmas católicos y cuál la condición de los que los rechazan.

He quitado las notas porque si no se haría mucho más largo de lo que ya es.

SIN PROFESION DE FE EL CRISTIANISMO SE DESMORONA

Card. Ratzinger explica la carta apostólica del papa «Para defender la fe»

Desde sus inicios la Iglesia ha profesado la fe en el Señor crucificado y resucitado, recogiendo en algunas fórmulas los contenidos fundamentales de su credo.

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