Para la próxima semana de oración por la unidad, la IEE ha invitado a predicar en la iglesia de Calatrava (que bien sabéis que es una de las de más solera en Madrid) a la teóloga "católica" Margarita Pintos. La fecha y hora exactas son el 24 de enero a las 19:00 horas.

Ante semejante decisión, la Iglesia Católica ha suprimido de su programa de la semana ecuménica, la convocatoria de oración en esa iglesia de la IEE. Pues bien, como veo que los de la IEE se hacen los ofendidos y dicen no entender el porqué del veto de la parte católica a doña Margarita, os propongo que le preguntéis a ella cuál es su opinión sobre los "derechos sexuales y reproductivos de las mujeres" y más concretamente el aborto.

Cuando os responda, entenderéis el porqué del veto.

Ah, un consejo a los protestantes de las Asambleas de Hermanos donde las mujeres todavía llevan velo y no pueden predicar: no vayáis a la iglesia de Calatrava el 24 de enero.

Al escribir sobre el ecumenismo, y más concretamente sobre el ecumenismo con el protestantismo, quiero empezar declarando que me atengo y me atendré a todo lo que el magisterio vivo de la Iglesia Católica diga hoy y en el futuro. Por tanto, si algo de lo que pienso decir es contrario al parecer de la Iglesia, téngase como no dicho o retirado nada más decirse.

En el decreto Unitatis Redintegratio sobre el ecumenismo del Concilio Vaticano II leemos el fin último del verdadero ecumenismo:
"… para que poco a poco por esta vía, superados todos los obstáculos que impiden la perfecta comunión eclesiástica, todos los cristianos se congreguen en una única celebración de la Eucaristía, en orden a la unidad de la una y única Iglesia, a la unidad que Cristo dio a su Iglesia desde un principio, y que creemos subsiste indefectible en la Iglesia católica de los siglos."

Pues bien, no me andaré con rodeos: olvidémonos de que tal cosa ocurrirá con el cristianismo protestante.

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