San Agustín y el matrimonio

🕊️ San Agustín y el matrimonio.

En una época en la que la confusión doctrinal sobre el matrimonio y el divorcio están a la orden del día, volver a las enseñanzas de los Padres de la Iglesia es absolutamente necesario. Uno de los más destacados, San Agustín de Hipona ofrece una clara enseñanza sobre la indisolubilidad del vínculo familiar.

Su tratado De coniugiis adulterinis (“Sobre los matrimonios adulterinos”), escrito hacia el año 419, responde directamente a un obispo de su tiempo, Polencio, quien defendía que una mujer abandonada por su marido adúltero podía volver a casarse. San Agustín, con respeto pero con firmeza, desmonta sus argumentos y reafirma la enseñanza evangélica. Al fin y al cabo, el santo obispo de Hipona no hace otra cosa que seguir lo indicado por Cristo:

El matrimonio no se rompe con el pecado y la infidelidad de uno de los cónyuges. Es uno de los argumentos más manidos para intentar legitimar un divorcio que abriría la puerta a una segundas nupcias de, al menos ,quien ha sido víctima del adulterio. San Agustín lo rechaza

Porque la mujer, mientras vive su marido, ya sea casto o adúltero, si se casa con otro, comete adulterio; y el varón, mientras vive su mujer, ya sea casta o adúltera, si se casa con otra, comete adulterio.
De coniugiis adulterinis, libro I, cap. 9 (cf. Romanos 7,2; 1 Corintios 7,10–11)

El  obispo Polencio daba una interpretación errónea del pasaje de 1 Cor 6,12 -«Todo me está permitido, pero no todo es provechoso. Todo me está permitido, pero no me dejaré dominar por nada»- dando a entender que el divorcio y recasamiento podrían no ser convenientes pero lícitos. San Agustín le replica:

Tú dices que es lícito, pero que no conviene; yo, en cambio, digo que no es lícito, aunque a algunos les parezca conveniente.
De coniugiis adulterinis, libro II, cap. 3 (cf. 1 Corintios 6,12)

¿Qué hacer en caso de adulterio? Por una parte, San Agustín permite la separación pero quien se separa debe permanecer solo, sin volverse a casar:

El que repudia a su mujer salvo por fornicación la expone al adulterio si se casa con otro; y quien se casa con la repudiada, comete adulterio. Por tanto, no la repudie sino por fornicación; y si la repudia, permanezca solo.
De coniugiis adulterinis, libro I, cap. 10 (cf. Mateo 5,32; Mateo 19,9)

Pero al mismo tiempo ofrece un mejor camino que la separación: el del perdón. Que además no es una opción sino un deber cristiano. Se entiende que el contexto es el del arrepentimiento del adúltero:

¿Qué cristiano puede no estar dispuesto a perdonar lo que Cristo perdona?
De coniugiis adulterinis, libro I, cap. 15 (cf. Juan 8,11)

El tal Polencio debía ser un modernista avant la lettre, porque buscaba usar cualquier resquicio para contradecir las enseñanzas de Cristo. Por ejemplo,  sostenía que 1 Cor 7,39 -«La mujer está ligada mientras vive su marido; pero si su marido muere, queda libre para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor»- podía interpretarse como muerte espiritual del marido provocada por su adulterio. Pero San Agustín le dijo que no se podía forzar el texto bíblico:

El Apóstol no habla de la muerte del alma, sino de la muerte del cuerpo cuando dice: ‘La mujer está ligada por la ley mientras su marido vive’.
De coniugiis adulterinis, libro II, cap. 4 (cf. 1 Corintios 7,39)

Una vez establecido la indisolubilidad del vínculo matrimonial y la imposiblidad de volverse a casar sin caer en el pecado del adulterio, conviene sabe qué es y qué no es el matrimonio. Aunque San Agustín no utiliza el lenguaje jurídico de la nulidad matrimonial tal como se desarrollaría después, deja claro que el matrimonio nace de la voluntad libre y mutua de los esposos. Sin esta voluntad, que además debe estar abierta a la vida, no hay verdadera unión:

No hay matrimonio si no se da la voluntad de unirse para engendrar hijos.
De nuptiis et concupiscentia, libro I, cap. 10

Ante la idea de que la fornicación establece ya una unión que pueda equipararse al matrimonio, algo que muchos sostienen hoy en día, el doctor de la Iglesia responde:

No se hace el matrimonio por el uso del sexo, sino por el consentimiento del vínculo.
De bono coniugali, cap. 4

Lo que se hace sin voluntad, aunque se haga con el cuerpo, no debe considerarse hecho por el hombre.
De libero arbitrio, libro II, cap. 1

Todo esto es muy importante por la sencilla razón de que hoy son muchos los que se acercan al altar no para casarse sino para celebrar un simulacro de boda. A los novios hay que dejarles muy claro: “Si vuestro no es un verdadero , Dios no va a decir a vuestra unión". Los ministros del sacramento del matrimonio son los contrayentes. Basta que uno de los dos no dé un “sí” verdadero, por la causa que sea, para que allí no haya matrimonio. Y ni que decir tiene que no vale que haber dado un verdadero “sí” y luego decir “en realidad no quise decirlo". A un tribunal de la Iglesia se le puede engañar para obtener una nulidad fraudulenta. A Dios no.

San Agustín defiende con pasión la verdad del Evangelio sobre el matrimonio: fidelidad, perdón, castidad, indisolubilidad, autenticidad. Hoy abundan los obispos como Polencio, que quieren usar la propia Escritura contra la voluntad clara de Dios, expresada por nuestro Señor Jesucristo en los Evangelios.

Pero recuerden ustedes. Dios no puede ser burlado. Nadie puede esconderse detrás de palabras vacuas, de falsos maestros, de documentos errados. El adúltero lo es así digan lo contrario los que sirven a la mentira y la disfrazan de falsa misericordia.

Gracia de sobra

Estimaos hermanos, el matrimonio es comparado por San Pablo con la unión entre Cristo y la Iglesia. Hay gracia de sobra para mantenerlo unido. Y si el pecado lo pone en peligro, hay gracia de sobra para restaurarlo. Nadie piense que su matrimonio no tiene solución. Si los dos cónyuges se ponen en manos de Dios, su unión se verá reafirmada e incluso reforzada tras una crisis. Y si solo uno es dócil a la voluntad divina, debe rezar, rezar y rezar para que su cónyuge sea tocado por la gracia eficaz que sólo Dios puede dar.

Paz y bien,

Luis Fernando Pérez Bustamante

19 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Excelente artículo LF, y sumamente oportuno para los confusos tiempos que corren.

La contestación progre-transgresora está servida: "Ya no se puede hablar al hombre de hoy con el lenguaje de San Agustín".
Y se quedarán tan panchos.
Lo mismo dicen de San Pablo desde los tiempos del CVII.
Y más pronto que tarde, lo mismo dirán de NSJC.

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LF
Quien detesta la verdad pero conoce su potencial transformador, busca la manera de burlarse de ella dando a la mentira apariencia de verdad.
02/05/25 2:34 PM
  
Ricardo de Argentina
"Pero al mismo tiempo ofrece un mejor camino que la separación: el del perdón. Que además no es una opción sino un deber cristiano. Se entiende que el contexto es el del arrepentimiento del adúltero:"
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Claro, si se entiende bien.
Pero a veces se entiende mal, un perdón sin arrepentimiento: "Vuelve cuando quieras y como quieras, que aquí no ha pasado nada".
Eso, me parece, no es católico.
El adulterio es un pecado grave y no puede perdonarse sin exigir lo mínimo: que el el culpable admita que actuó mal y se proponga no reincidir.

He visto una película, que está en internet, de un cineasta católico y español, muy conocido pero cuyo nombre no recuerdo, cuyo argumento es recorrer el mundo mostrando actitudes católicamente ejemplares.
Uno de los casos que expone es el de un mexicano con varios hijos que fue abandonado por su mujer, que de pronto lo cambió por un joven exitoso y divertido.
El hombre esperó cristianamente, con paciencia y oración, y tuvo su premio: al cabo de varios años la mujer volvió.
Pero sin arrepentimiento. Volvió porque la aventura se le terminó.

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LF:
Si te acuerdas del nombre del cineasta, me lo dices.
Cuando no hay arrepentimiento, la cosa no suele acabar bien.
02/05/25 3:15 PM
  
Miguel
Magnífico artículo, Luis. Magnífico y necesario.

Días atrás me ha tocado discutir este tema con un familiar que tiene varios conceptos esenciales trastocados (muy oportuna tu indicación de la desgracia -y grave peligro- que para miles de almas representan los malos pastores y sus divulgadores). No solo este tema ha sido motivo de discusión, ya que cuando un pilar está comprometido, toda la estructura comienza a tambalearse. Hay una pésima catequesis matrimonial que se refuerza -y muy gravemente- con las miserias, egoísmos y mezquindades personales, entre las cuales el orgullo es, o pareciera ser, una constante.

Gracias por acercar aquel debate a estas páginas. No lo conocía y me da la posibilidad de aplicar algunos matices accidentales a la defensa de lo esencial.

Dios te bendiga en abundancia.

PD: Qué abandonada está la verdadera catequesis de la gracia en muchísimas parroquias, colegios y familias católicas. No podemos cesar, cada uno según los dones del Señor, y sus posibilidades, de restaurar la sana enseñanza. Afortunadamente este portal, que sigo desde hace 15 años, es uno de los escasísimos remansos donde el Evangelio de la gracia recibe la difusión y tratamiento debido, con gran fruto para muchas almas, la de servidor en la lista.

Abrazo, en Cristo

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LF
Abrazo de vuelta.
02/05/25 4:35 PM
  
claudio
Estimado LF.

El Derecho CIC es rector en esta materia:
1055 2. Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento.
1056 Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad, que en el matrimonio cristiano alcanzan una particular firmeza por razón del sacramento.

Se trata de un Sacramento por lo que integra la Fe, lo demás se da por añadidura.

Esa naturaleza sacramental es la que se "omite" en el modernismo, no se atreven a negarla, por ejemplo en AL, pero le quitan la centralidad que tiene el Sacramento como tal en el Matrimonio.

Agustín afirma la Fe al explicar el matrimonio y sus condiciones y cualidades, si falta alguno de esos elementos no existe el Sacramento y en consecuencia tampoco el vínculo.

Se puede fraguar un "casamiento" lo que no se puede fraguar es un Sacramento.
El Canon 840 es clarísimo:
"Los sacramentos del Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro Señor y encomendados a la Iglesia, en cuanto que son acciones de Cristo y de la Iglesia...".

Instituidos por Cristo.
Encomendados a la Iglesia.
Ese orden no puede ser alterado.

Recemos por el Cónclave...



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LF
Recemos.
02/05/25 6:56 PM
  
Casssius C.
Hasta donde yo sé, flaco favor ,y personal responsabilidad, hacen y contraen quienes dan "permiso" para construir, u otorgan una licencia de obras en un terreno que Jesús señaló como pantanoso, un pantano que se hunde en las tinieblas. Es como si les dijeran, adelante, después de todo no es tan grave, todo se puede solucionar (en algunos casos). Bien, en algunos casos. Pero alguien puede decir: ¡si mi caso es prácticamente igual a otro permitido, tengo derecho también! Y así, de grado ínfimo en grado ínfimo, establecemos un continuum, abarcamos todos los casos e introducimos el divorcio. Una vez entreabierta la puerta, primero pasa don ratón, luego el gatito y al final el león. Y la puerta abierta de par en par. El divorcio.

¿Es casualidad que estos tres versículos vayan seguidos?:

Mt, 5

30.
Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.

31.
«También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio.

32.
Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.


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LF:
Desde luego en la Escritura nada es "casualidad"
02/05/25 7:55 PM
  
juvenal
La película creo que es "El mayor regalo" de José Manuel Cotelo
02/05/25 8:30 PM
  
Oscar de Caracas
Estimado Don Luis Fernando,
Creo que la película se encuentra aquí.

www.goyaproducciones.com/portfolio_page/famiplay-la-plataforma-con-cine-y-series-para-toda-la-familia/
02/05/25 9:04 PM
  
Carlos Manzo
Gracias, Luis Fernando
Tampoco hay "casualidades" para quienes quieren seguir a Cristo. Resulta que mañana doy una plática a novios en la pastoral familiar de mi parroquia y este artículo me dio argumentos nuevos.
Recibe un abrazo desde México.

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LF:
Pues me alegro mucho de que te sirva.
Abrazo para México, tierra de la Guadalupana.
02/05/25 11:20 PM
  
Vladimir
"No hay matrimonio si no se da la voluntad de unirse para engendrar hijos".
De nuptiis et concupiscentia, libro I, cap. 10.
Qué falta hace que nuestros Pastores recuerden esto a los fieles, ahora que son innumerables las uniones "sacramentales" que se realizan, no para engendrar hijos, sino para tener perros y gatos.
04/05/25 2:05 AM
  
Guillermo PF
No estamos en la mente de nadie, pero no es descabellado suponer que la gran mayoría de los contrayentes recita las palabras del ritual pensando en su interior "bueno, pero esto durará lo que tenga que durar". Por lo tanto, causa de nulidad posterior irrebatible.

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LF
Una sola cosa es cierta. A Dios no se le puede engañar.
04/05/25 2:29 PM
  
Pedro
LF
Una duda
El adulterio imagino que también afecta a la persona que es repudiada verdad?
El caso de la mujer abandonada por su marido. Tanto ella como él (a menos que sea nulo) siguen en estado matrimonial y cometerían pecado en caso de consumar nueva relación

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LF:
Sí. No se puede casar ninguno.
04/05/25 5:00 PM
  
Roberto
Dado que el matrimonio católico es tan exigente, me parece que la pregunta fundamental que habría que hacerse es si los que se casan están realmente preparados afectivamente, espiritualmente y sabiendo realmente en donde se meten y que supone todo esto.
Creo que esta cuestión es esencial y si no se resuelve bien, luego no nos echemos las manos a la cabeza de fracasos, separaciones, crisis irresueltas y un sin fin de problemas. Cuando planteas mas tiempo de formación, se ponen muchos "peros", entonces ¿en que quedamos?

Y otro tema espinoso, puede darse un matrimonio canónicamente válido, no nulo, pero inconveniente, no ser la persona adecuada, incompatibilidad de carácter, falta de vocación matrimonial, etc.

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LF:
Sí, lo que ocurre es que ya de por sí cada vez se casa menos gente, así que imagínate si nos ponemos muy estrictos. Pero sí les debería quedar muy claro lo que hacen.
05/05/25 9:20 AM
  
maru
Hoy día como la sociedad aceptó el "arrejuntamiento", es más fácil dejar al marido o a la mujer y arrejuntarse a otro/a. Por otro lado, la Iglesia también ha edulcorado mucho la doctrina, con lo cual, es muy fácil la separación en lugar de luchar por el matrimonio.
05/05/25 2:09 PM
  
JUAN NADIE
GUILLERMO PF
De la abundancia del corazón...
Si tu pensaste eso.. entonces probablemente tu matrimonio sea inválico, sin embargo no basta con que tengas la certeza moral, es necesario que la Iglesia ratifique adecuadamente la nulidad. Pero a ti todo esto te da absolutamente igual, el matrimonioi la Iglesia y la religión. Ya lo has expresado en varias ocasiones.

Ahora han decaido mucho las boda católicas, lo lógico es pensar lo contrario, que la mayoría de los que se casan por la Iglesia es porque piensan que será para siempre.

En cualquier caso, aunque la pareja se separe, el matrimonio debidamente contraido es indisoluble, pero eso a ti, una vez mas te da completamente igual.

LF
Despachas con unas pocas palabras muy optimistas un tema compejo, el de superar infidelidades o rupturas.
Si la misma Iglesia en el CDC establece la posibilidad de separación en caso de adulterio, es porque es un tema complicado. Habrá gente que tendra la capacidad de superarlo y gente que no. Son temas muy intimos, y la realidad nos enseña que no debe de ser nada fácil, superar esos problemones.
Lo que esta muy claro como el mismo Cristo nos enseño, de forma muy muy clara, es que el repudio o el adulterio no rompen el vínculo, por triste y duro que pueda se para la engañada o el engañado.
Es una desgracia como puede ser quedarte invalido en un accidente de circulación o perder un hijo. A cada uno Dios le da su cruz.



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LF:
Sí bueno, podría haber escrito un artículo más largo pero la gente no lo leería. Sí es un tema complicado. Daría para un artículo dedicado al mismo.
05/05/25 7:07 PM
  
JUAN NADIE
ROBERTO
Una cosa es que vivir bien el matrimonio, como cualquier estado, sea muy exigente, y otra que haya que ser licenciado en filosofía para casarse apropiadamente.

1096

§ 1. Para que pueda haber consentimiento matrimonial, es necesario que los contrayentes no ignoren al menos que el matrimonio es un consorcio permanente entre un varón y una mujer, ordenado a la procreación de la prole mediante una cierta cooperación sexual.

Esto lo entiende la mayoría sin demasiada dificultad.
05/05/25 7:25 PM
  
Oscar Alejandro
San Agustín al descubrir la grandiosidad de este sacramento sufría por su pasada relacion concubinal, aunque hubiese sido eteramente fiel por mas de trece años, con la madre de su hijo natural Adeodato, de tal modo que decía que era hijo de él y " de su pecado".

De nuevo un excelente post!
Bendiciones!
05/05/25 10:34 PM
  
Pablo
Estupendo artículo....como siempre.
Todo sea dicho, quien ha devaluado el matrimonio cristiano es la propia Iglesia. Como me dijo un cura una vez (favorable a dar nulidades en plan buffet libre) "si nos ponemos finos, el 99% de los matrimonios son nulos", y sin embargo se permite celebrar el sacramento a todo el que quiera. No entiendo como se exigen años de catequesis a un niño para comulgar, y sin embargo algo que condiciona la vida se resuelve en un rato. En fin...
Lo que tengo siempre es una duda, y cito...
"El que repudia a su mujer salvo por fornicación la expone al adulterio si se casa con otro; y quien se casa con la repudiada, comete adulterio. Por tanto, no la repudie sino por fornicación; y si la repudia, permanezca solo."
Entonces ¿El repudio por fornicación/adulterio es lícito? Aunque después no puedas volver a casarte, ergo debas vivir castamente, ¿puedes romper tu matrimonio por un adulterio?
Siempre he tenido dicha duda. Porque además conozco un caso donde este adulterio estuvo un poco forzado porque uno de los cónyuges (osea ella) se negó a tener más relaciones con su marido. Y sin querer justificar que él se acostase con otra (que no podía) creo que ella tampoco cumplía con lo que un matrimonio cristiano debe ser.
Perdona si me enrollo pero es que este tema siempre me ha hecho dudar porque la casuística de mi alrededor plantea casos que cuando uno los conoce al detalle pues sinceramente ya no sé que pensar. Y sí, sé que la mayoría de divorcios y separaciones parte de una raíz de "me caso hasta que quiera descasarme" pero luego entre gente católica practicante que trata de hacer las cosas bien conozco casos donde dudo.
Por último, sin querer entrar en disputa cinematográfica, yo vi la película de Cotelo y mi impresión no es que ella no se arrepintiera (que no lo sé) si no que él decidió perdonar. Es una película que va del perdón, y salen unos casos que te dejan boquiabierto y donde ves claramente que el perdón viene de Dios, no de nosotros.

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LF:
Lo que puedes es separarte, pero no volverte a casar. Cabe señalar que lo de "fornicación" era el término usado para las uniones de amancebamiento y consanguíneas. Y así lo interpreta la Iglesia Católica.


06/05/25 8:18 AM
  
Alfonso
Gracias por el artículo.
Oraciones.
06/05/25 9:15 PM
  
Luis I. Amorós
Primero Bruno publicando hace unos años un libro con título sobre un papa llamado León XIV. Ahora Luis Fernando que habla sobre el matrimonio en san Agustín seis días antes de que un agustino sea elevado al solio pontificio... Dios manda mensajes de amor a Infocatólica, sin duda alguna.

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LF:
Ciertamente. Bendito sea.
09/05/25 12:24 PM

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