24.01.22

Hispanofilia. España frente a su destino. Entrevista a Gonzalo Rodríguez García sobre su nuevo libro

Gonzalo Rodríguez García es Doctor en Historia. Se doctoró con un estudio sobre la tradición guerrera de la Hispania céltica. Su tesis, adaptada al ámbito editorial y divulgativo, fue publicada en Almuzara bajo el título de «Los Celtas: Héroes y Magia». Estudioso del mundo de la Tradición, en el sentido sapiencial de ésta, ha hecho de ella palanca fundamental para la comprensión de los procesos históricos y el porqué de la decadencia y nihilismo de las sociedades modernas. En su libro «El poder del Mito», publicado en el sello Berenice, también en la editorial Almuzara, desarrolló estas ideas a través del estudio de distintos mitos, leyendas, literatura, y tradiciones, confrontando los paradigmas modernos desde las enseñanzas de sabiduría y virtud del mundo de la Tradición.

En este «Hispanofilia», su cuarto libro, aplicará esa misma doctrina tradicional para comprender la Historia de España, y el momento presente que vive nuestro país. Ahondando en el significado histórico de España, su lugar en el presente, y sus alternativas de cara al futuro…

¿Por qué decidió escribir un libro con el título de Hispanofilia?

El libro se iba a llamar directamente “España frente a su Destino”, que es a fin de cuentas la reflexión que vertebra y sirve de hilo conductor al texto, pero cierto es que siendo un libro de clara vocación de confrontación y contestación al odio España, a la “Hispanofobia”, y justo desde el ángulo contrario: el del amor y la comprensión hacia lo español, ese “Hispanofilia” nos resultó especialmente indicativo.

¿Cuál es el destino de España?

Por un lado tiene las dos opciones más inmediatas y consecuentes al proceso subversivo en el que estamos inmersos. Esto es, su disolución como una terminal más en los márgenes del globalismo y la posmodernidad. En lo que he venido a llamar la “España inane”. O su fragmentación y balcanización conforme a los paradigmas de lo que he venido a llamar la “anti España”. Siendo reseñable aquí como dicha fragmentación que propicia la “anti España”, no será sino otra vía para el mismo proceso de disolución en el marasmo globalista y pos moderno al que nos aboca la “España inane”, si bien aquí con mayores dosis de autodestrucción y nihilismo. Con mayores dosis en realidad de ofuscación, necedad, y subordinación cultural.

En este sentido, el libro plantea que sólo el reencuentro con la tradición española y la actualización de la misma para los tiempos que corren, puede ser alternativa y respuesta frente a un horizonte tan oscuro. Reencuentro que además, deberá ir en paralelo a un reencuentro general con la tradición europea pre moderna, y por ende, con la cosmovisión tradicional en el sentido sapiencial y perenne de ésta.

Sin dicha “regeneración”, la salida no parece posible a corto/medio plazo, y las distintas ideologías modernas: liberalismos, socialismos, nacionalismos…no contribuirán más que a seguir abundando en el nihilismo y desorientación que nos asola.

Necesitamos así un nuevo marco y cosmovisión que nos libere de las ideologías modernas, y que enraizado en lo que es anterior y superior a todas ellas, nos permita trascenderlas y apuntar más allá de la negrura a la que nos han abocado. Ese marco se está hoy día pergeñando, y el libro trata de contribuir a ello.

¿Por qué el amor a España no está trasnochado ni es un sentimiento rancio y nostálgico?

Porque es palanca de auto conocimiento, esclarecimiento, y comprensión del proceso histórico de Europa y Occidente de los últimos siglos, y del porqué de su nihilismo y decadencia.

Porque es fuente de munición doctrinal y espiritual para confrontar la posmodernidad y el globalismo, y apuntar hacia una alternativa. Tanto antropológica como ideológica.

Porque supone en definitiva un responder y defenderse tanto de la subordinación cultural, como del nihilismo y necedad que nos asola….

El amor y comprensión de España, arma y rebela.

San Isidoro, Alfonso X…son algunos de los emblemas del amor a nuestro patria. ¿Por qué son importantes y están vigentes estas referencias?

Porque más allá de los elementos contingentes, en lo que tienen de vehículo de la Tradición Sapiencial y actores notorios de la Historia de España y Europa, son fuente de verdad, y por ende, de auténtica libertad.

Frente a la alienación y ofuscación pandémica de nuestra época, y frente a la desviación de la “España inane” y el cáncer de la “anti España”, su figura resulta de este modo balsámica y reconstituyente.

Y es mucho más lo que nos puede aportar y enseñar la “Historia general de España” de Alfonso X el Sabio, que nada que nos pueda decir sobre España y su verdad histórica, los “Pablo Iglesias” de este mundo… Por decirlo de alguna manera…

El libro, más que ir contra la leyenda negra al uso, defiende la identidad española y combate el separatismo….¿Por qué quiso dar este enfoque?

Efectivamente, el libro confronta la leyenda negra, pero más allá de eso, confronta sus frutos, que tienen en el secesionismo anti español, su muestra más tóxica y desviada. Es decir, la “anti España”, es la encarnación más palmaria, del objetivo de subordinación cultural y desactivación geopolítica, que la leyenda negra pretende para con los españoles. Es por eso que una parte importante del libro, no todo él, pero sí una parte importante, se consagra a poner el separatismo en su lugar y mostrar cuán injusto, demagógico, falaz, interesado y sectario, llega a ser. Defendiéndose aquí una “idea fuerte” de España, basada en su recorrido histórico, su papel frente a lo más desviado de la Modernidad, su aporte así a lo mejor de la Historia Universal, y su “alternativa” frente al nihilismo.

Pero la tesis fundamental del libro es que los elementos disgregantes que amenazan nuestra patria (separatismos, izquierda radical etc.) no pueden combatirse con el patrioterismo liberal conservador ni con el régimen del 78. ¿Por qué esto es así?

Efectivamente. El libro plantea que “el ciclo se cierra” y que estamos viviendo las consecuencias de la adhesión de España a unos paradigmas políticos e ideológicos, que no podían sino en última instancia traernos hasta aquí… Todavía puede haber así y quizás, cierto valladar frente al cáncer de la “anti España” desde las palancas ideológicas que hoy día nos constituyen, pero es una resistencia ya en gran medida agotada. Y la contestación y rearme debe llegar de otra parte y de otra cosa… En el libro así lo insisto: ni liberalismo, ni capitalismo, ni socialismo, ni comunismo, ni anarquismo, ni nacionalismo, ni fascismo… Nada que haya sido fruto ideológico de la Modernidad nos sacará del marasmo en el que nos encontramos, y la alternativa a todo ello debe ser forjada desde fuentes antitéticas a las que germinaron el nihilismo en el que estamos. Nihilismo del cual la “anti España”, es fruto especialmente maduro…

¿Por qué solo volviendo a los orígenes de nuestra tradición católica podemos recuperar la razón de ser de España?

No tanto de la tradición católica, como de la Tradición con mayúsculas, y de su reflejo en lo mejor de la tradición española. En lo que en el libro he llamado “Fe y Realismo Superior”. Presente en lo más granado del periplo histórico de España, y especialmente en algunas de sus más grandes obras literarias y filosóficas.

Y profundizando todavía más, apunta que para dar al mundo la recta cosmovisión católica debemos defender la teología de la gracia y su tesis de que todo hombre recibe las gracias suficientes para salvarse. ¿Por qué negando esto no puede haber santos ni héroes?

Esto es un punto clave en el libro… El “principio de Gracia suficiente y eficiente”. Sin el cuál no se puede entender la tramoya de fondo, el “argumento espiritual”, del Siglo de Oro. Principio que es axial en la Tradición Sapiencial, y que en la España del Siglo de Oro, se articula tanto filosóficamente, como a nivel de cultura popular: Aquí las referencias tanto al molinismo, como al Quijote, a Calderón, a San Juan de la Cruz…

A través de dicho principio, el horizonte vital del ser humano sigue teniendo en las figuras paradigmáticas del Héroe y el Santo, su referencia máxima. Y el mundo, ni es un lugar de mera valía material; ni la religión, puede ser reducida a un mero integrismo puritano… La “Vía al Cielo” sigue abierta a pesar del “pecado original”, y en el alma humana hay “Gracia suficiente” para “por las obras”, “merecer el Cielo”… No estamos ni abocados a un éxito puramente cuantitativo, ni a ser “esclavos de Dios”. La dimensión heroica y de santidad sigue a nuestro alcance como referente, y a ella puede consagrarse la vida para dotarla de sentido y plenitud.

¿Por qué si negamos la teología de la gracia esto desemboca irremisiblemente en un nihilismo?

Si no hay “Gracia suficiente” sólo quedarán dos opciones, que en cierta medida son las que hoy se dirimen en nuestro tiempo… Por un lado, el volcarse al mundo. Pues nada puedo ni saber ni merecer “de lo Alto” y sólo el mundo recibe mis esfuerzos… Por otro, el someterse unilateralmente a una verdad revelada sin lugar al libre albedrío. Pues sólo así hay posibilidad de acercarse a “lo Alto” en la medida en que el sujeto por sí mismo, desde el ejercicio de su propia libertad y posibilidades, sólo puede perderse…

La primera opción es semilla del nihilismo materialista. En Occidente hegemónico. La segunda es semilla del nihilismo religioso. Raíz de todos los integrismos fanáticos y “obsesos de Dios” que nos amenazan.

Frente a uno y otro, el Imperio Español se opuso y puso sobre el tapete, “una alternativa”… De actualizar y comprender dicha alternativa, también tratamos con profusión en el libro y la reconocemos como parte fundamental de la respuesta que debemos dar.

Incluso es muy interesante la distinción que hace entre el nihilismo materialista de occidente y el nihilismo religioso del islam. ¿Pero no cree que el nihilismo religioso de sumisión puede acabar sometiendo al nihilismo occidental materialista?

No lo sabemos… no sabemos lo que pasará… Bien parece que ese podría ser el resultado final de nuestra decadencia. Ahora, lo que sí tenemos claro, es que si no queremos ni la poshumanidad mutante, alienada, y decadente del nihilismo materialista; ni los “obsesos de Dios” del integrismo y nihilismo religioso, la vía y respuesta pasa por hacer presente en nosotros el “Principio de Gracia suficiente y eficiente” que alentó lo mejor de la Historia de España… Y ese también, es uno de los leitmotiv de nuestro libro.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Fredy
Gonzalo es un tipo noble y dice grandes verdades a cerca de la historia de España. Sin embargo, me veo obligado a decir lo siguiente:
1) No nos salva la tradición con mayúsculas, nos salva Jesucristo, a quien ciertamente conocemos por la tradición (Apostólica) que precede a la Escritura. La tradición primordial de que él habla no nos salva de nada, aunque tenga muchos puntos de luz en comparación con el nihilismo posmoderno. Si Cristo no hubiera venido, seguiríamos en tinieblas. Véase al padre Meinvielle sobre este punto.

2) Es exagerado reivindicar el molinismo como genuina expresión del catolicismo y de la historia de España. Supone dejar de lado a Domingo Bañez y a la escuela de Salamanca.

3) Es un falso dilema plantear que "molinismo o nihilismo religioso". El molinismo tiene graves inconvenientes pues acentúa tanto la libertad del hombre, que introduce pasividad y dependencia en Dios respecto de las criaturas, que parece que se vería obligado a amar a las criaturas por sus buenas obras. Digamos con la escuela tomista que "Dios antes de la previsión de cualquier mérito nos eligió y predestinó a la gloria y en virtud de esto decretó dar las gracias". La criatura no es nada sin Dios y Dios no es determinado por las criaturas.
No es verdadera la disyuntiva " Molinismo o nihilismo religioso (islam)", por tanto, es un falso dilema. No sería asimilable Bañez y el catolicismo que acentúa la primacía de la gracia a ese extremo, no tiene nada que ver.
Me llama la atención esa asociación entre el molinismo que rezuma a semipelagianismo y esa reivindicación de una Tradición sapiencial superior a Cristo.

Nada sin Cristo, nada sin su gracia.

No nos suceda lo que decía San Ireneo al inicio de su polémica con los gnósticos: "Usan las mismas palabras, pero hablan de cosas distintas".
24/01/22 1:14 PM
  
Jackino
Veo que sigue abierto el debate entre molinistas y bañecistas. Los primeros daban primacia a las buenas obras y los segundos a la gracia. Los molinistas acusaban a los bañecistas de calvinistas y estos acusaban a aquellos de pelagianos. El debate nunca fue resuelto y ambas doctrinas se consideran catolicas a pesar de las discrepancias que no deben ser tantas pues ambas tienen en cuenta la fe y las obras.

Como compagina Bañez la gracia y el libre albedrio para no caer en el calvinismo? Como los compagina Molinos para no caer en el pelagianismo?

Me consta que Bañez escribio una obra sobre el libre albedrio en respuesta a Calvino pero el libro esta escrito en latin y es muy antiguo. No es accesible.
25/01/22 12:47 PM

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23.01.22

Barraycoa, ante la gran infamia de Montserrat: «El nacionalismo ha escupido sobre nuestros mártires»

Javier Barraycoa se ha destacado en los últimos años por la lucha cultural y cívica contra el nacionalismo. Nunca ha negado su formación tradicionalista que le ha orientado en su vida pública y como escritor. Ahora ha encabezado el profundo descontento que ha provocado en muchos catalanes la infame retirada del Monumento al Tercio de Requetés de Nª Sª de Montserrat. Se ha iniciado una campaña de recogida de firmas AQUÍ y los catalanes de bien están dispuestos a emprender acciones contra la terrible ofensa a la Cataluña hispana.

¿Se esperaban que fueran capaces de hacer desaparecer una imagen tan simbólica para el tradicionalismo catalán?

Salvo ciertos ataques independentistas, el monumento siempre había sido respetado. Fue en 2018 cuando Manuel Iceta puso en marcha el epíteto de “El Valle de los Caídos catalán”. Todo ello coincidía con la exhumación-profanación del General Franco del Valle de los Caídos. El PSC realizó una propuesta en el Parlamento de Cataluña de desmantelar el Mausoleo y fue votada a favor, incluso por el grupo parlamentario de Ciudadanos. Una vergüenza. Entonces empezamos a temer realmente por el monumento.

¿Por qué odian tanto a un monumento que representa el heroísmo? ¿Saben realmente qué significa?

El Mausoleo recoge los huesos de 200 requetés catalanes, de los 319 que murieron en una de las unidades de voluntarios del bando nacional más castigada. Los Requetés del Tercio de Montserrat eran catalanes de pura cepa y prometieron entregar la bandera del Tercio a la “Moreneta” si se ganaba la Guerra y se restauraba el culto católico. Y así lo hicieron. Devotísimos de la Virgen de Montserrat, sus restos debían reposar a los pies de la Virgen, como así se cristalizó con la erección del Mausoleo en 1961. Toda esta realidad, catalanes de pura cepa luchando por España en el bando nacional, rompe el relato nacionalista; por eso les repudia la mera existencia del Tercio y desean borrar su memoria. El nacionalismo con esta profanación ha escupido sobre nuestros mártires y, por ende, a todos los catalanes de bien.

¿Cuál ha sido el papel de la Abadía en este asunto?

El actual Abat es un entusiasta separatista. Quizá el Abat no recuerde que la Hermandad del Tercio, en 1961, entregó la llave del Mausoleo al Abat Escarré (ese que pasó de ser entusiasta franquista a igualmente entusiasta antifranquista) y este prometió que la Comunidad benedictina custodiaría perpetuamente a los restos de los requetés catalanes. Hoy la Abadía de Montserrat es un sepulcro blanqueado. Lamento decir estas palabras tan fuertes, pero ya es hora de hablar claro. Lo que ocurre en esa Abadía de puertas adentro es terrible y no entraremos en detalles, pero la connivencia en esta profanación no tiene perdón de Dios. ¿Acaso han olvidado a los 23 monjes de Montserrat mártires asesinados entre 1936-39? Una comunidad que olvida a sus mártires está condenada a la muerte espiritual. Aquellos requetés catalanes dieron sus vidas por Dios y la restauración de su Iglesia en Cataluña, masacrada por culpa del “falso mártir” Companys. Esto es análogo al olvido premeditado de los eclesiásticos catalanistas de nuestro obispo mártir Manuel Irurita. Una iglesia que oculta el martirio de su obispo, está condenada a la sequedad espiritual.

¿Estamos ante una política de hechos consumados?

Humanamente sí. Creemos que la restauración de la escultura a su lugar público será casi imposible. Pero muchos consideramos que se ha cruzado una línea roja. Muchos creen que el tradicionalismo y el carlismo catalán no existe, pero están muy equivocados y pronto lo vamos a demostrar. Han tocado además el alma de la verdadera Cataluña, mejor dicho la han desgarrado. Los requetés catalanes representaban a aquella Cataluña y España que lucharon contra las revoluciones liberales y anticatólicas del siglo XIX. El objetivo del nacionalismo es acabar con Cataluña para sustituirla por una entelequia revolucionaria, nihilista y aniquiladora de nuestra tradición hispana. Pero mientras sigamos en pie unos cuantos fieles a nuestros mayores, a nuestros mártires y a su sangre demarrada, no permitiremos que esos renegados lo consigan.

¿Quiere decir algo más a nuestros lectores?

Sí, que piensen que en Cataluña se está germinando un mal separatista que puede destruir España. Pero ese mal anida de muchas otras formas en nuestras regiones, en las que aparentemente no les ha llegado el nacionalismo; pero que si no reaccionamos todos, la Patria morirá. De Cataluña puede venir lo peor, pero también lo mejor. No os olvidéis de nosotros, nuestra lucha y sacrificio es por toda España. No nos confiemos en los gobiernos centrales, nos traicionarán siempre. Hemos de levantar España de abajo a arriba. Lo que los buenos españoles no hagamos, no lo hará nadie por nosotros. Por eso, esta profanación marca un punto de inflexión. Se ha acabado aguantar tantas ofensas e infamias. Nuestra dignidad no nos permite seguir callando ante la ignominia nacionalista clerical y política.

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Juan Mariner
La noticia está mal enfocada: todo viene de la ley de memoria histórica, no sólo del nacionalismo catalán. Todo esto de retirar cruces y símbolos franquistas "en toda España" se ha cocido en Madrid, con el apoyo del PP y adláteres.
23/01/22 12:50 PM
  
Sancho
Esas miserables traiciones y manipulaciones de la memoria histórica, por otra parte tan frecuentes entre grupos de poder, sirven para abrir los ojos a los ingenuos, y para que se posicionen ante la verdad y la mentira; aunque suelen ser pocos los que deciden ir contracorriente, mientras el resto, por resentimiento o cobardía, están dispuestos a cagarse hasta en sus propios muertos.
23/01/22 1:21 PM
  
JuanM
Juan Mariner

Se ha cocido en Madrid para contentar a los nazionalismos catalán y vasco entre otros, amén de un PSOE siempre cainita. Y, aunque el único partido que nombras explícitamente sea el PP, lo cierto es que esta ley de "memoria histórica" la ha cocinado la IZQUIERDA, o sea, los tuyos.

Por cierto, uno de los símbolos que se retiran es el AGUILA DE SAN JUAN, que NO es un símbolo franquista, ignorantes, que sois unos ignorantes. Supongo que Franco usaba calzoncillos y nadie en su sano juicio ha dicho que de ahora en adelante los calzoncillos quedan proscritos por franquistas, porque Franco los usó. Ya ni hace falta decir que muchas cruces se están retirando bajo el supuesto de que son franquistas por aquello de que honran a los caídos, incluso DE LOS DOS BANDOS, y una CRUZ, señor "ejemplar" católico, no es un símbolo franquista.

Y, por último, esto no es una noticia sino una entrevista, y en una entrevista, señor mío, el preguntado puede responder lo que le dé la gana, y no porque tu no compartas su opinión está mal enfocada.
24/01/22 12:22 PM

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22.01.22

Jaume Vives hace tambalear TVE tras hablar con firmeza y lógica aplastante contra el crimen del aborto

Hacía tiempo que no oía a nadie hablar en televisión, y más en la televisión pública, con tanta claridad y con una lógica aplastante en contra del crimen del aborto y a favor de la cultura de la vida, así como de los rescates y oraciones para evitar abortos. «Rezar frente a una clínica abortista está genial». Claro que sí y nunca puede ser delito rezar para evitar abortos, alguien lo tiene que decir alto y claro.

Normalmente no suelen dar ni voz ni voto a los provida en TVE, pero la genial campaña de Jaume Vives y ACDP Niños Cancelados (www.cancelados.es) que inunda las calles no ha pasado desapercibida y está provocando mucho interés mediático.

Una campaña muy costosa, pero estoy convencido de que dará grandes frutos si muchas personas toman conciencia del gran fracaso que es para una sociedad matar a los más indefensos.

Con una lógica aplastante y una velocidad mental fuera de lo común Jaume ha dejado KO a los contertulios del pensamiento único que apenas han podido decir nada coherente para contrarrestar al creador de la campaña. También Jaume ha hablado del drama que supone el síndrome post aborto, de lo que nadie habla. Madres que abortan y cargan con la losa del remordimiento de conciencia toda la vida. Son incapaces de ver a un bebé, porque saben que han matado al suyo y no se lo pueden perdonar. Muchas de ellas caen en depresión, adicciones y hasta en el suicidio. Esto tampoco se dice. Lo que no aparece en los grandes medios parece que no existe para muchos.

Nadie habla de esto, presentan al aborto como un derecho y como una magna expresión de libertad, cuando en el fondo atenta contra el derecho más fundamental a la vida y la vida de un indefenso. Y lógicamente este acto de gran malicia y de maldad intrínseca tiene terribles consecuencias. Alguien lo tenía que decir con fuerza. Enhorabuena a Jaume por su valentía y genialidad.

No se pierdan la breve entrevista a Jaume Vives sobre la campaña «Rezar frente a una clínica abortista está genial».

Por Javier Navascués

7 comentarios

  
Pep
Jaume estuvo brillante.
A ver si no salen ahora los moderaditos de derecha, con su "no hay que crispar tanto...", "ese no es el camino...", "no hay que criminalizar...", "en ese discurso falta caridad...", "hay que dialogar más...", ... que son solo excusas para no hacer nada mientras se sigue con la panza llena.
¡Bien por Jaume!
22/01/22 9:19 AM
  
Paco
Jaume no es solo un gran creativo, un tipo genial, sino que es un tio valiente, capaz de decir la verdad a quien sea y donde sea. Dones del Espiritu Santo. Vaya, un regalo de lo alto.
22/01/22 10:45 AM
  
Marta de Jesús
Enhorabuena a Jaume.
Nueva campaña: 'Defender la Verdad, con la caridad justa y necesaria al momento, está genial'

22/01/22 1:13 PM
  
Juan Mariner
Hay tres tesis en el catolicismo diferenciadas: el vidalbarraquerismo, que insistía en que no pasaba nada, no pasaba nada... cuando se mataban sacerdotes y se quemaban iglesias en sus narices; el roucocañizarismo cuando no hay que decir nada si mandan "los nuestros" y entrar en guerra si mandan los contrarios; y los "principios innegociables" que nos recordó el gran Benedicto XVI, que por esto ha acabado como ha acabado, ya que su obra pervive. La vida de alguien, por insignificante y humilde que sea, no se negocia nunca jamás.
22/01/22 1:19 PM
  
Nova
Muy bien, Jaume. Inteligente y valiente. Muy bien.
22/01/22 3:30 PM
  
Maria M.
Gracias por este artículo y el video!!! Magistral con qué contundencia y agilidad expresa la Verdad de lo que sucede!!!
22/01/22 4:23 PM
  
Rafa
Bravo por Jaume. Y gracias por colgar el vídeo.
23/01/22 11:30 AM

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21.01.22

González-Regueral habla de su libro Homo Bellicus y analiza los instintos del hombre para su supervivencia

Fernando Calvo González-Regueral (Madrid, 1971) es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Alcalá de Henares y ha trabajado en distintos campos profesionales, que abarcan desde los servicios financieros y la formación para trabajadores a la publicidad y los servicios culturales. En la literatura, fue finalista del Premio Feria del Libro de Madrid con su poemario La soledad matemática y publicó su primera novela en 2009, Queridísima Elena: Desde el frente de batalla (Editorial Galland Books). También ha publicado ensayos históricos, entre los que destacan un Atlas ilustrado de batallas de la Guerra Civil española (Susaeta) y La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria (La Librería, tres ediciones). Es colaborador habitual de varias publicaciones periódicas -Ilustración de Madrid, Revista de Historia Militar-, ponente en diversos foros -Cursos de verano de El Escorial, convenciones de empresas- y monitor del taller Literatura y Vida, que imparte en una asociación radicada en Madrid.

En esta ocasión nos habla de su libro Homo Bellicus. Una historia de la humanidad a través de la guerra(Arzalia Ediciones, 2021)

¿Por qué decidió escribir un libro de historia de la humanidad a través de la guerra?

La violencia está en la naturaleza; la guerra en la Historia. La historia militar ha bordeado siempre dos precipicios: la exaltación del fenómeno bélico, por un lado, y por otro un pacifismo que los hechos se empeñan en desmentir.

El ser humano debe comprender la guerra en toda su extensión para extraer conclusiones que permitan evitar los errores del pasado y buscar juntos, de forma esperanzada pero realista, fórmulas de convivencia y de resolución de conflictos para un futuro mejor. Porque el único denominador común a todas las guerras es la muerte y la destrucción.

Este libro nace de la necesidad de explicar por qué ese maravilloso ser llamado Homo Sapiens, espiritual, creador, infatigable buscador de nuevos horizontes, decidió muy pronto ceñirse una terrible máscara, la que le convierte precisamente en Homo Bellicus.

¿Hasta qué punto el hombre es un ser para la guerra, un Homo Bellicus?

El ser humano es, ante todo, un animal. Un animal inteligente y espiritual, pero una criatura animal que, como todas, tiene instintos agresivos. La propia naturaleza de la evolución impone esta agresividad dado que los recursos son escasos y la supervivencia está en juego.

Lo que es más difícil de determinar es el origen de la guerra como fenómeno organizado. En ese sentido, el hecho bélico tal y como lo conocemos hoy comparece en la historia justo cuando se produce el despegue de la Revolución del Neolítico. El hombre se sedentariza, domestica animales, domeña cultivos, comercia y aparece un fenómeno removedor: el excedente económico.

En la lucha por esos excedentes, por mejores tierras, por rutas comerciales más ventajosas, es cuando el ser humano, primero en Mesopotamia y Egipto, luego en Grecia y Roma, organiza grandes formaciones armadas que devendrán en poderosos ejércitos. Son fuerzas que valen tanto para la defensa como para el ataque, la conquista, el dominio.

San Agustín define la paz como la tranquilidad en el orden, pero a veces para obtener la paz hay que prepararse para la guerra…

El viejo adagio latino afirma que “si quieres la paz, prepara la guerra”. Esta máxima contiene una trampa, pues en sí misma encierra un germen de militarismo peligroso. Si bien los ejércitos se han mostrado necesarios a lo largo del tiempo, las sociedades militaristas (Esparta, Prusia) terminan por desaparecer, pues no hay sociedad que aguante la presión bélica y los sacrificios que esta conlleva durante periodos prolongados de tiempo.

En el siglo XX, uno de los mejores tratadistas militares de todos los tiempos, el británico sir Basil Liddell Hart, cambió la sentencia a otra con una formulación más acertada: si quieres la paz, comprende la guerra. El estudio de la guerra ha de tener un fin didáctico, precisamente el de mostrar sus horrores en demanda de una utopía que ha de guiarnos a todos: anhelar la paz como bien supremo.

¿Por qué esta historia militar mundial la ha querido escribir desde España?

La literatura militar ha estado dominada tradicionalmente por los anglosajones, dicho en mérito suyo y en demérito de escritores de otros países, como Alemania, Francia o España, que no han sabido o no han podido competir con autores británicos y estadounidenses a la hora de explicar el fenómeno bélico.

Realizar una obra universal sobre lo que se ha dado en llamar Arte Militar desde España era un reto que había que afrontar. Más allá de motivos patrióticos, la historia militar debe ser explicada desde un punto de vista no exclusivamente anglosajón, sino español o, si se prefiere, hispano.

No se puede comprender la guerra sin las diferentes aportaciones de las Españas a lo largo de la historia: la guerra de guerrillas, la escuela militar del Gran Capitán, los Tercios, las grandes Armadas del imperio o la importancia geoestratégica de la península Ibérica en la lucha contra Napoleón y su derrota final. Ni se puede entender sin las grandes aportaciones teóricas realizadas en español: las obras espirituales de Francisco Suárez, las más técnicas de Santa Cruz de Marcenado o las del comandante Villamartín, ese Clausewitz español. Todo ello debe ser puesto en valor y en la historia militar universal deben hacerse un hueco las interpretaciones realizadas desde España, pues la cosmovisión hispánica es muy diferente a la anglosajona.

De hecho hay mucha literatura bélica en lengua inglesa…

Mucha y muy buena. Si el siglo XIX estuvo dominado por un alemán, Karl von Clausewitz, y por un suizo, Jomini, en el siglo XX despuntarían dos de los más grandes estudiosos de la literatura militar de todos los tiempos, los británicos Liddell Hart y JFC Fuller, este último autor de la monumental obra BATALLAS DECISIVAS DEL MUNDO OCCIDENTAL

Ambos habían padecido los horrores de la Primera Guerra Mundial, comprendiendo que una carnicería como la del 14-18 sólo podía ser evitada devolviendo la guerra a su vertiente más luminosa y menos destructiva, la de la movilidad. Leídas hoy, sus obras son un canto, si no a la paz, sí a una contención de la fuerza, porque todo exceso conduce a las guerras totales y, éstas, a una ruptura del equilibrio en la que todos, incluso los vencedores, pierden.

Fuller y Hart crearon, además, escuela y fueron seguidos por grandes autores más modernos, como John Keegan, Correlli Barnet, Michael Howard… A Keegan debemos precisamente un método de estudio de las guerras conformado por su trilogía EL ROSTRO DE LA BATALLA, que analiza la guerra a ras de trinchera; LA MÁSCARA DEL MANDO, que analiza las decisiones de los generales; y SEIS EJÉRCITOS EN NORMANDÍA, que analiza la orgánica de los ejércitos en campaña.

Aunque puede haber guerras por motivo religioso o de ideales, ¿por qué el factor económico está siempre muy presente?

Los recursos económicos –tierra, trabajo y capital– son escasos; los objetivos de una comunidad, por el contrario, tienden al infinito. Esa escasez marca la tendencia a conseguir por la fuerza lo que no se puede conseguir por medios pacíficos: mejores tierras, mano de obra, equipo capital, las rutas comerciales más ventajosas. Aunque la economía no lo explica todo, nada se entiende sin ella. En las guerras, como en los crímenes, hay que buscar por tanto y siempre la pista del dinero.

También dedica un amplio apartado a los Tercios españoles, que no han tenido parangón en la historia.

El estudio de las guerras suele verse eclipsado por la pompa de las grandes batallas. Pero más importante que el valor de los soldados, incluso que el genio de los grandes capitanes, es la orgánica de los ejércitos. Entiendo por orgánica no sólo el armamento o la organización de las unidades militares, sino un conjunto armónico integrado por todo ello más intangibles como la formación técnica y espiritual de las tropas, la cadena de trasmisión de órdenes y los fines políticos que condicionan la elección de un determinado sistema castrense u otro.

En ese sentido, tres han sido las orgánicas más perfectas de la historia, capaces de imponerse no sólo en una batalla o en una sola guerra, sino de imponer su hegemonía durante largos periodos de tiempo. Son la legión romana, los tercios españoles y la división francesa (creada durante la Revolución y perfeccionada por Napoleón). En las tres, una doctrina de empleo superior y una elevada moral supieron imponerse contra muchos rivales durante mucho tiempo y en muchas circunstancias y terrenos.

Sin olvidar a la Armada: más allá de la gesta del descubrimiento conquista y civilización de América, la empresa imperial española fue un prodigio de organización logística, con grandes flotas que mantuvieron durante casi tres siglos abiertas las líneas de comunicación de las Españas (y Portugal) por todo el orbe.

¿Por qué la mentalidad irenista y materialista del hombre moderno hace que no esté preparado psicológicamente para la guerra?

La prosperidad del primer mundo ha supuesto que ya varias generaciones hayamos olvidado, por fortuna, los horrores de la guerra. Esto nos ha acomodado en las ventajas del sistema del bienestar. Pero conviene no olvidar que el fantasma de la guerra está siempre presente y que al menos otro tercio del mundo –África subsahariana, parte de Asia, Europa del Este, Latinoamérica en menor medida– sigue viviendo en situaciones de conflicto latentes o declaradas. Por no hablar del fenómeno del terrorismo global, que nos sacude de cuando en cuando, recordándonos que toda situación de confort es susceptible de ser alterada en cualquier momento.

Como decía otro clásico, Sun Tzu, “así como el agua no tiene forma estable, no existen en la guerra condiciones permanentes”. Convendría, por tanto, disfrutar de los dones de la paz y de la prosperidad, pero estar siempre alerta. Los retos del siglo XXI lo requieren.

Sin embargo hay otros tipos de guerra: biológica, cibernética…

Casi todos los avances científicos se caracterizan por una dualidad: sus usos pacíficos y la posibilidad de su empleo militar. Hoy día la tecnología, fundamental para el desarrollo, presenta también un perfil siniestro, al dotar al Homo Bellicus de unas herramientas dotadas con un poder destructivo jamás visto en la Historia.

La energía nuclear es buen ejemplo de ello, y el NO uso militar que de ella hicieron las dos potencias hegemónicas de la Guerra Fría, EE.UU y la URSS, todo un ejemplo de contención vía disuasión. Homo Sapiens sabe que el poder de las bombas termonucleares podría acabar no sólo con la especie, sino con todo el planeta, por lo que al final su tendencia parece a refrenarse… aunque conviene mantenerse alerta.

¿Cuál es la principal contribución de su libro a la historia militar?

Homo Bellicus es un libro de historia militar universal escrito por un español y en español… pero dirigido a un público global.

Homo Bellicus es un libro divulgativo, para el lector general… pero con los suficientes toques irreverentes para que el lector especializado se detenga a reflexionar sobre lugares comunes (por ejemplo, la batalla decisiva de las guerras napoleónicas no es el feo encuentro de Waterloo, sino… la batalla naval de Trafalgar).

Homo Bellicus estudia el subyacente económico, la superestructura ideológica y, entre medias, las mareas cíclicas y removedoras de las guerras, ese mal que ojalá desaparezca en un siglo XXI preñado de retos. Está en juego la supervivencia de todos nosotros.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Jackino
Si hay que "seguir la pista del dinero" para descubrir el origen de todas las guerras el libro no debe de ser malo.

Batallas decisivas a corto plazo durante las campañas napoleonicas son varias: Austerlitz, Jena, Wagram. La batalla de Trafalgar fue decisiva para impedir la invasión de Gran Bretaña. Pero lo mas decisivo para el fin de Napoleon fue el desastre de Rusia que hizo desaparecer 600.000 soldados del ejercito napoleonico. Despues de este desastre las batallas de Leipzig y Waterloo fueron la puntilla.
21/01/22 4:13 PM

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20.01.22

Rocafort habla de El fraude de la Memoria Histórica, por odio a España, a su Historia y su esencia católica

Guillermo Rocafort es doctor en Economía y profesor universitario en Periodismo, Derecho, Economía y Relaciones Internacionales. En esta entrevista nos habla de su libro El fraude de la Memoria Histórica (SND). Considera que se precisa una escuela historiográfica de la Contramemoria histórica que se ponga al servicio de la Verdad Histórica y contra la manipulación en este campo. Está muy contento con este libro pues cree que va a servir para clarificar las ideas de los españoles a este respecto. Destaca en el libro su carácter científico, basado en las evidencias historiográficas.

¿Por qué decidió escribir un nuevo libro para refutar la Memoria Histórica?

Creo que ahora mismo la principal batalla se está dando en el campo de la Historia de España. Por eso es preciso pasar de la queja y del lamento al estudio científico serio y responsable que permita llevar a cabo una historiografía profunda y seria que sirva para derrotar las falsedades de la Memoria Histórica. No es tan difícil y además es muy satisfactorio porque con que aunáramos esfuerzos contra el Fraude de la Memoria Histórica, caería como un castillo de naipes.

¿En qué se basa para afirmar con rotundidad que es un fraude, una sarta de mentiras sin fundamento?

Porque carecen de fundamento histórico, de veracidad, de pruebas, de evidencias, carecen de todo. No es más que una sarta de mentiras con un único sustento, el odio ideológico contra España y su Historia; una situación muy parecida a la que sufrimos como sociedad con lo de la violencia de género, una violencia social que en realidad es ideológica si lo comparamos por ejemplo con las cifras reales de suicidios o de abortos en España.

Con el agravamiento de ser subvencionada con grandes cantidades de dinero público…

El derroche de dinero en la Memoria Histórica debería ser motivo de mucha mayor polémica entre la opinión pública española. Hoy se ha priorizado este gasto muy por encima de la lucha contra la pandemia, por ejemplo. Mientras hemos carecido de mascarillas para protegernos o de tests de diagnóstico para autoevaluarnos, la maquinaria de subvenciones a la Memoria Histórica ha estado trabajando a pleno destajo en lo más duro del COVID.

Y lo peor de todo es que los que más han subvencionado han sido precisamente algunas de las administraciones autonómicas y municipales dependientes del PP, porque este partido político se ha rendido y no quiere dar la batalla historiográfica. Hay excepciones muy destacables en este partido político, como por ejemplo el historiador Pedro Corral, que es una persona muy erudita, ecuánime y combativa a este respecto.

Es precisamente este el estilo que debería imponerse en los cargos públicos para poder evidenciar las incongruencias de la Memoria Histórica; personas instruidas y atrevidas.

Es una clara manipulación de la Historia de España, un reescribir por completo la Historia.

Es muy parecido a lo que hicieron cuando llegaron los Borbones franceses a España, y sustituyeron a la Dinastía de los Austrias, y en vez de reconocer la grandeza de esta dinastía se dedicaron a difamarla falsamente para así sustentar su propio prestigio, pero al final algunos sabemos lo grandes que fueron los Austrias y lo nefastos que fueron los Borbones. Estamos ante un ataque sistemático y global contra la Historia de España que va de 1936 a 1975, que además ha entrado ya en los planes docentes en los Colegios e Institutos con la idea de lavar el cerebro de nuestros jóvenes insertándoles mentiras y un infinito odio.

También la llamada guerra mental e intelectual…

Que se aplica desde tiempo inmemorial, la famosa “Damnatio Memoriae” o destrucción del recuerdo de los predecesores. Lo hicieron los egipcios, los griegos, los romanos, los borbones, y ahora la izquierda en España, siguiendo el modelo aplicado en Argentina y Chile. Es un memoricidio con cargo a los presupuestos generales del Estado.

Y destaca su gran vileza desde el punto de vista político.

Pues sí, porque hacer política en España como hace la izquierda, con la complacencia de la derecha liberal, instigando al enfrentamiento entre nosotros los españoles es en sí un acto de vileza. La política debería ser el arte de solucionar problemas a los ciudadanos y de promover una paz entre nosotros, pero con la Memoria Histórica se han invertido estas metas.

En definitiva, ¿por qué sirve para dividir a los españoles y perpetuar el odio casi un siglo después?

Porque crea un relato falso, ficticio de nuestro pasado, que justifique el latrocinio actual al que estamos sometidos y mediatizarnos así, condicionar nuestro futuro y encorsetar nuestro presente para los fines de la clase política.

De todo lo que se ha escrito sobre el tema, ¿Cuál es el enfoque característico de su trabajo?

El carácter científico, me baso en las evidencias historiográficas. Soy un Investigador acreditado en Humanidades por el Estado Español; por lo tanto, mi libro no es un mitin, un eslogan o una soflama, ni una pataleta, ni un programa electoral ni siquiera un desahogo. Es una aportación en el campo de la ciencia clásica que es la Historia, ni más ni menos.

Hay que hacer una casuística de las falsedades; hay que ir a los casos concretos, y evidenciar por ejemplo que Manuel de Falla compuso el himno del Ejército Franquista o que Juan March financió el Alzamiento y preguntarse en voz alta por qué estas figuras no son objeto de ataques de la Memoria Histórica, o hablar de las políticas sociales y económicas durante el Franquismo, la ausencia de Deuda Pública en aquella época, o las acertadas políticas de natalidad o el prestigio e independencia internacional que entonces tenía nuestra Patria.

¿Qué matices nuevos aporta a lo que ya sabemos?

Una sistematización de las falsedades, que ya es mucho; como digo, es un paso inicial para crear un “corpus” historiográfico sobre este Fraude que es la Memoria Histórica. Es precisa una escuela historiográfica de la Contramemoria histórica que se ponga al servicio de la Verdad Histórica y contra la manipulación en este campo. Estoy muy contento con este libro pues creo que va a servir para clarificar las ideas de los españoles a este respecto.

Por Javier Navascués

4 comentarios

  
Chimo de Valencia
Excelente iniciativa. Aunque hay quien dice por ahí que no hay que hacer "proselitismo", la verdad histórica debe ser conocida y difundida. Siempre he pensado que el odio a España es, en ante todo, el odio a la Iglesia y el catolicismo.
20/01/22 8:58 AM
  
Fulgencio
Gracias a Dios que algunos historiadores y estudiosos de la época histórica a la que se refiere Rocafort se atreven a enseñar y mostrar la verdad de aquella época y las mentiras de la actual sobre aquél momento. Gracias.
20/01/22 9:17 AM
  
Cos
Yo creo que decir esto:
"al final algunos sabemos lo grandes que fueron los Austrias y lo nefastos que fueron los Borbones"
es muy poco serio. Además, ayuda a la leyenda negra.

Los Austrias no tuvieron política económica, estando como estaban siempre necesitados de dinero líquido. Los Borbones fueron mejores gestores en ese sentido. Aunque creo que el cambio vendría mas bien de finales de setecientos, cuando España se quita la pesada carga de tener que ser la Monarquía Universal.
El siglo XVIII es el siglo de la gran prosperidad americana. Invito al señor Rocafort a que conozca, si es que no lo conoce, el libro "HISTORIA DE UN TRIUNFO. LA ARMADA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVIII. RAFAEL TORRES SANCHEZ"
casadellibro.com/libro-historia-de-un-triunfo-la-armada-espanola-en-el-siglo-xviii/9788494649929/12480314

Donde se muestra lo que es una política de estado que se prolonga a lo largo de todo un siglo, superando los intereses cortoplacistas que pudieran pretender los diferentes ministros, gobiernos e incluso reyes. Un siglo en el que la monarquía alcanzó su mayor extensión territorial y en el que las expediciones científicas, militares y comerciales abarcaron el globo entero.
20/01/22 3:08 PM
  
L.C.
Comparto la opinión de Cos .
20/01/22 9:59 PM

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