Los verdaderos teólogos

Teólogo es aquél que abre su corazón sin trabas, que se deja inundar de la presencia deificante de Dios, que con humildad se pone delante de su presencia día a día, hora tras hora. Teólogo es el que tiene sus pies en el suelo y mira con ansía las realidades celestiales despojándose de todo lo que es un lastre para esa ascensión continua que es la vida.

Hablaba hoy el Papa de Roma, sobre la importancia de la vida mística en su audiencia general y siguiendo con el hilo que han tenido sus últimas intervenciones en las que ha hablado sobre San Juan Damasceno y los Santos Cirilo y Metodio entre otros, ha escogido como centro de su catequesis precisamente a uno de los maestros espirituales más estimados de la Iglesia Ortodoxa: San Simeón el Nuevo Teólogo.

San Simeón supone el renacer de la mística en el Imperio Bizantino. Hasta entonces toda la vida espiritual se había centrado en el mundo monástico y parecía que sólo en los desiertos se podía tener experiencia de Dios.

Él, con sus obras, zarandea toda la espiritualidad de la época y presenta a los cristianos la realidad de que, por el Bautismo son templos vivos del Espíritu Santo, invitándoles a tomar conciencia de esa realidad.

Benedicto XVI comenta una de las claves que a partir de la obra de este gran Santo ha estado presente en la vida de la Iglesia:

"Simeón el Nuevo Teólogo insiste en el hecho de que el verdadero conocimiento de Dios no viene de los libros, sino de la experiencia espiritual, de la vida espiritual", a través de "un camino de purificación interior, que comienza con la conversión del corazón, gracias a la fuerza de la fe y del amor. Para Simeón semejante experiencia de la gracia divina no constituye un don excepcional para algunos místicos, sino que es fruto del Bautismo en la existencia de todo fiel seriamente comprometido.”

Todos los que hemos sido bautizados estamos llamados a experimentar en nuestras vidas a Dios: al Padre, Creador de todas las cosas; al Logos Eterno que se ha encarnado, verdadero Dios y verdadero Hombre; y al Espíritu Divino que habita en nosotros y nos impulsa a ese conocimiento íntimo, a esa experiencia de la Santísima Trinidad en nuestras vidas.

Este es el camino que han seguido durante siglos miles y miles de personas, monjes obispos, sacerdotes, pastores de cabras, soldados, madres y padre de familia, jóvenes, ancianos… Que han descubierto la llama del Espíritu Santo en sus corazones, que han seguido con docilidad ese impulso divino, que han contemplado sus pecados y faltas, han sentido la gracia de la conversión  y, abandonándose al fuego divino, se han dejado abrasar de amor.

Estos son, como bien recordaba Benedicto XVI, los que en la Iglesia Ortodoxa son llamados los Teólogos.

Teólogo no es aquel que ha estudiado ni en Salamanca, ni en París, ni en Atenas, ni en Roma, ni en Moscú, ni en Tesalónica. Teólogo no es el que tiene títulos, escribe libros o artículos, ni el que enseña en una facultad de Teología, ni el que se ha graduado en ella.

Teólogo no es el soberbio, ni el ampuloso, ni el grandilocuente, ni el críptico. No puede ser aquél que se encierra en su torre de sabiduría, el que habla para las minorías, el que es para si mismo y para otros el único conocedor de las últimas verdades.

Teólogo no puede ser aquél que se separa del Evangelio, de la Santa Tradición recibida de los Apóstoles y de los Santos Padres Portadores de Dios y que sigue viva en la Iglesia. Por eso es imposible un teólogo separado de la Iglesia y sus enseñanzas.

Teólogo no puede ser ni el machista, ni la feminista, ni el de izquierdas, ni el de derechas, porque el Espíritu Santo reparte sus dones como el quiere y no puede encerrársele en los marcos raquíticos de las ideologías humanas.

Teólogo es aquél que abre su corazón sin trabas, que se deja inundar de la presencia deificante de Dios, que con humildad se pone delante de su presencia día a día, hora tras hora. Teólogo es el que tiene sus pies en el suelo y mira con ansía las realidades celestiales despojándose de todo lo que es un lastre para esa ascensión continua que es la vida. Teólogo es el que diariamente asiste a la palestra del alma para ejercitarse y poder ganar la carrera. Teólogo es el que cada día solamente aspira a tener en su vida un poco más de esa experiencia inefable de Dios.

Decía el Papa de Roma a los asistentes en el Aula Magna:

"Queridos amigos, esta experiencia es muy importante para nosotros, hoy, para encontrar los criterios que nos indiques si estamos realmente cerca de Dios, si Dios existe y vive en nosotros. Solamente el amor divino nos hace abrir el corazón a los demás y nos hace sensibles a sus necesidades, haciéndonos considerar a todos como hermanos y hermanas e invitándonos a responder con amor al odio y con el perdón a la ofensa"

Para realizar este camino, a lo largo de los siglos, los cristianos han tenido en los padres espirituales la mejor de las ayudas. A este tema dedico muchas páginas San Simeón en uno de sus mejores escritos: Capítulos prácticos y teológicos. El padre espiritual, nuestro guía puro y santo, es un don recibido de Dios; es el portador de la tradición de los Santos Padres; experimentado en mil batallas, vencidas con la ayuda de Dios; vive sumergido en la Escritura  y en los textos de los Padre; revestido de clara percepción, de lo racional y lo espiritual, de lo humano y lo divino, de la praxis y la hesiquía. En él nos abandonamos sabiendo que nos va iluminando, ayudándonos a discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas y lo que es más importante: es el entrenador que nos ayuda en los ejercicios que hemos de realizar para ganar esa carrera de la que hablaba antes y cuya meta es la muerte y que tiene como premio la vida eterna. Hoy el creyente moderno, lleno de soberbia, los rechaza como algo propio del pasado, creyéndose autónomo y autosuficiente en la vida espiritual,

No si se lo he merecido, pero he tenido experiencia de todo esto en mi vida. Cuando viajas a Grecia, cuando te mezclas en los pueblos con esas personas sencillas, los paletos que algunos llaman despectivamente, cuando entras en la Iglesia un domingo y ves esos rostros transfigurados, de los niños, de un joven en un rincón de la iglesia, de una anciana encorvada. Cuando tienes la suerte de quedarte un rato después de la Liturgia y logras entablar conversación con esa anciana, vestida de negro, arrugada por mil tragedias y mil alegrías y entreabre el tesoro que lleva en su corazón sin apenas ser consciente de ello,  y termina besándote entre lágrimas la mano pidiéndote la bendición cuando de lo que tienes ganas es de que ella te bendiga a ti. Cuando viajas a Rumanía y vas a los famosos monasterios de Moldavia y en uno de ellos te encuentras, cuidando las coles, a un monje que si vieras en algún otro sitio puede que salieras corriendo para no cruzarte con él y con sólo dos palabras te descubre aquello que te ha turbado durante años, cuando esto ocurre, descubres que es cierto lo que dicen los Padres, lo que decía San Simeón, lo que comentaba Benedicto XVII hoy en Roma: El Teólogo no es el que estudia o habla de Dios, es el que tiene a Dios en su corazón y le ama.

Simeón el Nuevo Teólogo (949-1022), nació en Galacia (Asia Menor) y murió en el monasterio de Santa Macrina. Educado para hacer carrera en la corte del emperador, en Constantinopla, sus inquietudes y experiencias místicas le llevaron a ingresar en el monasterio de Studion. Se le considera uno de los más grandes representantes del pensamiento hesicasta, tradición ascética muy fuerte en la Iglesia oriental y ortodoxa, que enlaza con los antiguos Padres del Desierto, especialmente Macario de Egipto y Diádoco de Fótice, y que insisten en la experiencia personal de Dios en la propia vida.

Nicolás Vera Illan, sacerdote ortodoxo

41 comentarios

Guillermo Juan Morado
Teólogo no es aquel que ha estudiado ni en Salamanca, ni en París, ni en Atenas, ni en Roma, ni en Moscú, ni en Tesalónica. Teólogo no es el que tiene títulos, escribe libros o artículos, ni el que enseña en una facultad de Teología, ni el que se ha graduado en ella.

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O sí. San Juan de la Cruz estudió Teología en Salamanca y escribió libros, por ejemplo.

En lo demás, muy bello artículo.
17/09/09 9:46 AM
rastri
Teológo es también aquel quien hablando de las cosas de Dios que otros no comprenden es tratado de loco.

Ciertamente: No hay mejor teólogo que aquel que sabe y puede beber la ciencia de la teología de la fuente viva de la sabiduría que es el Espiítu Santo.
17/09/09 10:23 AM
Camino Iriarte
Tal vez, por lo del "consenso", padre Nicolás, teólogos son quienes, a pesar de ser soberbios o tímidos por carácter, y tener riqueza de familia, libros, viajes, amistades, a pesar de la tentación de presumir de lo anterior y del título en la UPSA, la Gregoriana o el Instituto Bíblico de Jerusalén y la docena de artículos y libros que ha publicado... a pesar de todo ello, por pura gracia de Dios, que quiere concederla a todo bautizado, ha escuchado la Palabra y la ha puesto por obra y ha comido el Cuerpo de Cristo y se va transformando en parte de su Cuerpo místico, que es la Iglesia. Gracia y libertad, sabiduría y santidad, inteligencia, memoria y voluntad impregnadas de la caridad y la verdad de Dios uno y Trino, recibidas a través de la Iglesia y los santos mártires, confesores fidei, doctores, santos lumbreras o santos no ejemplares. Precioso artículo, Dios le pague.
17/09/09 10:39 AM
Jesús Casás Otero
¡En hora buena por el artículo¡ Me parece que sería conveniente aclarar que, debido a influencias culturales, existe una distinción entre el concepto de teólogo en la tradición oriental y en la occidental. Por decirlo en pocas palabras: en la tradición oriental teología y mística se identifican; no se puede ser un gran teólogo sin ser, al mismo tiempo, un gran místico. En la tradición occidental, los grandes teólogos no son los grandes místicos, ni los grandes místicos son los grandes teólogos. Por ejemplo, Sto Tomás es el gran teólogo pero no es el gran místico, S. Juan de la cruz es el gran místico, pero no es el gran teólogo. Sin embargo, ambos son grandes santos y tenían en gran estima la mística y la teología.
Confieso que tenemos mucho que aprender cuando habla de la "praxis y la hesiquia". El silencio del corazón, según el hesicasmo, realiza le síntesis del conocimiento en el amor hasta sentirse unificado con Dios y, en el Espíritu de Dios, con todo el universo. En esta unión espiritual se experimenta el significado íntimo y profundo del las cosas reuniéndolas en una lituúrgia de alabanza cósmica en el altar del propio corazón.
Creo que la mútua aproximación católica-ortodoxa nos enriquece mútuamente.
17/09/09 12:50 PM
P Nicolás
La distinción que se pretende hacer es entre uno que ha estrudiado teología y habla de oídas y el que tiene la experiencia de aquello de lo que habla, o calla...

Hay muchos que sientan cátedra sobre Dios, que lo diseccionan y analizan como biólogos pero que no han tenido nunca experiencia de Dios.

Si que es verdad que no existe la distinción entre teología y mística porque una no puede comprenderse sin la otra.

Álguien puede dudar de que Tomás de Aquino no fuera un hombre de oración, que no escribiera de aquello que experimentaba como religioso dominico? habiendo leído alguna de sus oraciones creo que nadie sería capaz de hacerlo.
17/09/09 1:17 PM
Jesús Casás Otero
OK, eso es exactamente lo que yo quería decir, lo que pasa es que no sé expresarme muy bien. Por eso, para que no hubiera duda apostillaba que "ambos son grandes santos y tenían en gran estima la mística y la teología". Porque, de igual modo
¿aguien puede dudar de que S. Juan de la Cruz no manejara convenientemente los conocimientos teológicos adquiridos en sus estudios de Salamanca? Sus escritos son una explicación teológica de sus experiencias místicas.
Sin embargo, y eso es lo que quería clarificar, en nuestra tradición, Sto. Tomás está considerado un gran teólogo y no un gran místico (aunque lo fuera)y S. Juan de la cruz un gran místico y no un gran teólogo (aunque lo fuera).
Y aquí no se trata de una opinión personal, sino de la objetividad de una tradición.
17/09/09 2:00 PM
Luis Fernando
El místico sin teología tiende a deslizarse por la pendiente de la heterodoxia y el iluminismo descontrolado.
El teólogo sin vivencia espiritual importante, tiende a escribir ladrillos que no llegan al corazón de la Iglesia y de las gentes.
17/09/09 2:52 PM
Sergi
Yo, agregaría, Luis Fernando, que un teólogo sin vivencia real de Dios, es un filósofo de la religión, no un creyente con un fuerte "conocimiento de Dios"
17/09/09 3:15 PM
Guillermo Juan Morado
Como dice Benedicto XVI de San Anselmo:

"En realidad, su búsqueda del "intelecto (intellectus)" dispuesto entre la "fe (fides)" y la "visión (species)" proviene, como fuente, de la misma fe y está sostenida por la confianza en la razón, mediante la cual la fe en cierta medida se ilumina. El intento de Anselmo es claro: "elevar la mente a la contemplación de Dios" (Proslogion, Proemium). Permanecen, en todo caso, programáticas para toda investigación teológica sus palabras: "No intento, Señor, penetrar tu profundidad, porque de ninguna manera puedo comparar con ella mi inteligencia; pero deseo comprender tu verdad, aunque sea imperfectamente, esa verdad que mi corazón cree y ama. Porque no busco comprender para creer, sino que creo para llegar a comprender (Non quaero intelligere ut credam, sed credo ut intelligam)" (Proslogion, 1)".

No debe ser usada la mística como un pretexto que justifique la deconfianza ante la razón. Razón y fe son los cauces, complementarios, intrínsecamente vinculados, para conocer a Dios y amar a Dios.
17/09/09 3:32 PM
rastri
La palabra del Padre Nicolas me llega. Tiene gancho, no es retórica como diría alguno. Es serena y me da la impresión que le sale del alma.

Y no obstante no puedo dejar de pensar que o él como ortodoxo, o yo católico estamos fuera del lado aceptable de la creencia. Y por lo mismo de la práctica.

A tenor de su sentimiento teológico: Me gustaria saber qué siente el padre Nicolás respecto a este dualismo interreligioso tan mal soportado por mi parte.
17/09/09 4:24 PM
P Nicolás
No te preocupes Rasti, tenemos más de mil años de vida en común y no hay nada en lo que yo crea que tu no creas y mis colaboraciones siempre estarán dentro de lo que creemos los dos.

Muchas gracias, por tus palabras iniciales. Se intenta, con la ayuda de Dios, algo a lo que se hacía referencia en uno de los comentarios: que la praxis sea fruto de la Hesiquía; que lo que se hace que sea expresión de la vivencia interior.

Soberbia, que mala eres. No digo yo que sea perfecto ni mucho menos, muchos defectos y limitaciones hay en mi alma.

P Guillermo, de acuerdo en lo que dices, la mística no ha de ser escusa. De hecho yo a los sacerdotes siempre les recomiendo que se lean la Regla Pastoral de San Gregorio Magno. Precisamente habla de eso, de como los sacerdotes reciben el agua limpia de la Escritura y la tradición transmitiendo esas aguas turbias a los fieles por su ignorancia. La razón y la fe no están peleadas ya que la fe ilumina la razón y el corazón del hombre.

Pero creo que tanto San Simeón como Benedicto XVI en el comentario que hace de él añaden algo nuevo: La teología, según San Simeón todos los cristianos bautizados estamos llamados a ser teólogos, a abrir nuestros corazones a la gracia del Espíritu Santo que iluminándonos nos permite llegar a conocer el el amor de Dios. Es permitir a la gracia que acrúe en nosotros y ese conocimiento o mejor dicho esa experiencia de Dios, es fruto de la actuación de esa gracia.

Esto es lo que hace que el Espíritu Santo levante Teólogos en medio de su pueblo: personas sencillas, que tras años de ascesis y vida espiirtual han llegado al conocimiento de Dios
17/09/09 6:26 PM
Guillermo Juan Morado
De acuerdo, P. Nicolás.
17/09/09 6:41 PM
observador
Seguro estoy que ni San Simeón el Nuevo Teólogo, ni Benedicto XVI , ni San Juan de la Cruz escatimarían el debido reconocimiento de uno al otro como teólogos Ni tampoco pretende hacerlo, bien creo, P Nicolas.

Por supuesto, claro que la educación en Teología y los libros son importantísimos pero de nada sirve tantos libros si antes no has tenido esa experiencia espiritual con la que Dios se da a conocer hasta al analfabeto al que Dios también llama porque quiere que lo estudie y personalmente le conozca. ¿No es ese el punto conocerle más que estudiarle?

Cuando Dios dijo, y dice aun, eso de "Destruiré la sabiduría de los sabios y refutaré la ciencia de los inteligentes". No quiere decir que destruirá a los Padres de la Iglesia o a los arquitectos e ingenieros y quemará todos los libros de Teología (aunque algunos lo merezcan)

Personalmente, por más respeto que tengo al auténtico erudito en la Iglesia y fuera de ella, yo prefiero (cuestión de gustos) aquel al que el Padre le revela directamente, aquel del que no sé cuanta teología estudió pero que era capaz de decir lo que dijo: “...pero de lo que tengo te doy, en el nombre de Jesucristo el Nazareno levántate y anda.” Y anduvo anduvo.

Digo yo, que soy hijo y nieto de labrador. Gracias P Nicolás por su post y respuestas. Un día no tan lejano y porque Dios así lo quiere, estaremos en comunión perfecta. En sus manos quedamos.
17/09/09 7:50 PM
Flavia
Precioso y exacto, Padre Nicolás.

Por lo demás, se me ha adelantado Luis Fernando, porque más o menos lo que él dice lo hubiera dicho yo. Asi que totalmente de acuerdo con tu comentario, Luis Fernando.
17/09/09 8:29 PM
anarico
Camino Iriarte:
Creo que tienes razón en lo que dices de que tener, digamos, cierta fortuna mundana no es impedimento infranqueable para andar por el "camino de perfección"; ahí tenemos ejemplos como: San Bernardo, San Francisco de Sales, San Juan de Ávila y un largo etc. Pero tengo también que decirte, que creo que no tienes ni pagotera idea de lo que estás hablando. Y a Dios no se puede engañar. Te lo recuerdo.
Me produce alegría ver ciertas palabras que vienen en el post puestas en su orden. A la misma vez quiero recordarle a todos los comentaristas del post, y no sólo a Camino: que a Dios no se puede engañar, pues parece que se olvida, y la Sagrada Escritura lo dice clarito. Y que el parloteo no sirve pa ná. Pero que por mi parte, cada uno se puede autoengañar como mejor quiera.
Lo dicho, me parece que el post es muy interesante.
17/09/09 8:40 PM
Miguel
Gustavo:
Ten cuidado con el tono de tu comentario por que estás juzgando a un siervo de Dios muy respetable y con la vara que midas serás medido...
17/09/09 11:43 PM
observador
Está visto que Gustavo y Miguel entenderán mucho de Teología y teólogos, pero ciertamente, sin juzgarles sino analizando sus penosos comentarios, están estos dos bien lejos de esa "experiencia espiritual" de la que hablan San Simeón y el Papa, experiencia que nos permite verdaderamente conocer a Dios. Dios nos ampare y nos ofrezca unidad y amor entre hermanos para que el mundo crea. Y no me digáis que os juzgo, eso lo habéis hecho vosotros, asimismo.
18/09/09 12:37 AM
P Nicolás
Decir solamente que toda mi familia es católica y gracias a Dios saludo a mi madre todos los días. tengo buenos amigos que son sacerdotes católicos e igualmente los saludo.

La postura de la Iglesia Ortodoxa es clara con respecto al ecumenismo y de hecho lo demuestra en los distintos diálogos abiertos. Lo que también está claro es que por desgracia, si no hay comunión no puede haber oración común. Precisamente este tema de la oración común es lo que muchas veces no se entiende y a veces se mal interpreta.Cuando yo establezco un diálogo con un católico no le pido que renucie a cosas que son propias de su confesión de fe. A vecs determinadas personas no llegan a entender que tiene que ser también igual a la inversa.

Con respecto a los monasterios de Athos, ellos guardan con celo la tradición Ortodoxa y están en la obligación de denuciar detrminados abusos que a vecs por desgracia se cometen y que precisamente vienen de ese controvertido tema de la oración en común.

Nunca he estado encontra del diálogo teológico que busque precisamente el acercamiento entre nuestras Iglesias. Precisamente Benedicto XVI está haciendo lo que se debería de haber hecho desde hace muchos años pues precisamente la unión es más posible entre la Ortodoxia y Roma que entre Roma y las iglesias protestantes. De hecho el respeto del Papa de Roma a las Iglesias Ortooxas lo ha manifestado en múltiples ocasiones, no sólo con palabras, si no con hechos y ahí está precisamente todo lo que se está haciendo en pro de recuperar la venerable tradición litúrgica de la Iglesia de Roma.

Quedan muchos temas por solucionar por ambas partes y el tiempo es el que los irá solucionando. Además es cosa del Espíritu Santo y por mucho que unos quieran u otros se nieguen todo tiene su hora y será lo que Dios quiera, no los hombres.

Como le decía a Rasti, no hay nada de lo que yo crea que él no crea y precisamente esta colaboración se hace dentro de esa idea de que el verdadero diálogo es lo que ayuda a acercarse.

Por cierto el cismático sólamente ha comentado lo que dijo Benedicto XVI en la audiencia general de esta semana, y mi comentario profundizaba esa idea precisamente desde donde se originó
18/09/09 12:51 AM
Luis Fernando
Aviso a todos los que desde ahora, y sin venir a cuento, se dediquen a arremeter contra la condición de sacerdote ortodoxo del padre Nicolás: sus comentarios van a ser borrados.
18/09/09 6:40 AM
Jesús Casás Otero
He vuelto a leer el artículo y me encuentro con un fallo de fondo que afecta a la distribución de las etiquetas. Lo que aquí se denominan "teólogos" es lo que, en la tradición de todas las Iglesias cristianas se han denominado siempre, "cristianos o fieles cristianos". Y lo que aquí se denominan "Padres espirituales" es lo que mejor corresponde a la denominación de "teólogos". El Ejemplo más evidente es el de Simeón el Nuevo Teólogo por su formación teológica, su experiencia de vida de fe y su dedicación a guiar a otros por el sendero de la fe y el amor. Esta es también la interpretación que se refleja en las palabras del papa Benedicto XVI cuando dice:
"Para Simeón semejante experiencia de la gracia divina no constituye un don excepcional para algunos místicos, sino que es fruto del Bautismo en la existencia de todo fiel seriamente comprometido."
Creo que un simple cambio de etiquetas puede resolver muchos equívocos y muchos estereotipos, superados desde el concilio Vaticano II, sobre lo que son los teólogos.
18/09/09 12:22 PM
P Nicolás
Estimado Jesús

Hay que tener encuenta una idea que está presente en toda la obra de San Simeón. Se toma la palabra "Teólogo" en su sentido más literal: El que tiene el conocimiento de Dios, el que conoce a Dios. En este sentido no se circunscribe el término sólo a los que han estudiado la Teología. Por eso se da el caso de que un cristiano que ha estudiado la teología puede ser teólogo o no, y por otro lado nos podemos encontrar a verdaderos teólogos que no sepan ni tan siquiera escribir.

Por esto, todos los bautizados, están llamados a adquirir la teología, el conocimiento de Dios y en este camino, según el mismo San Simeón, el Padre espiritual nos ayuda a discernir. El ejemplo más utilizado es el del entrenador que ayuda al atleta a ejercitarse en la palestra para alcanzar la corona de la victoria
18/09/09 1:12 PM
Observador
Gracias Luís Fernando por el aviso a aquellos por los que siento vergüenza ajena. Ha sido una ofensa no sólo para P Nicolás, sino para usted que lo acoge en su portal y no digamos al Santo Padre que nos introdujo(al menos a mí) San Simeón.
Yo encantado estoy de seguir leyendo a P Nicolás.
18/09/09 5:06 PM
Jesús Casás Otero
Estimado Nicolás:

Es asombrosa la capacidad que tienen algunos para escalar los cerros de Übeda.
Aquí no se está haciendo un análisis a la obra de S. Simeón, sino a lo que dice el artículo sobre "los verdaderos teólogos". Y eso aparece muy claro en el artículo, ¿por qué se ha de empañar después con los estudios especulativos o con disecciones biológicas? También está muy claro el comentario: la idea que tenemos en la tradición cristiana no se corresponde con ese concepto de teólogo, y sin embargo el que más se aproxima es el de las características que aquí se le asignan al Padre espiritual.
En cuanto al ejemplo ese tan socorrido del entrenador, mire: a los que nos ha dirigido un padre espiritual desde que entramos en el seminario (de esto ya hace unas cuantas semanas)y llevamos medio siglo de padres espirituales, no creo que nos aclare mucho. Aunque yo, que me he pasado la vida de Pater en los cuarteles, prefiero el ejemplo del guardia de tráfico que, a golpe de pito, nos indica cuándo y por dónde hemos de pasar. Es una cuestión de gustos.
Pues bien, el Padre espiritual, además del conocimiento y la experiencia de Dios, ha de tener el don de la comunicación para guiar adecuadamente a los fieles por un camino que él ya ha experimentado y le ha convertido de hombre carnal en hombre espiritual.
18/09/09 6:36 PM
Luis Fernando
Veo que algunos no han captado bien mi mensaje anterior, así que lo voy a dejar bien clarito:

El consejo de redacción de InfoCatólica ha decidido por unanimidad pedir al padre Nicolás Vera Illan que colabore habitualmente con este portal escribiendo artículos. Y no vamos a permitir, bajo ningún concepto, que nadie se dedique a calumniarle o a despreciarle por su condición de sacerdote ortodoxo, siendo que la Iglesia Católica tiene las puertas abiertas de par en par al diálogo y la colaboración con los cristianos ortodoxos.

Si a alguien le parece mal, lo sentimos mucho pero quienes decidimos cómo ha de ser este portal somos nosotros. Y si hace falta poner de nuevo los comentarios en moderación previa, lo haremos sin mayor problema. Porque lo que está claro es que no vamos a consentir que nadie nos diga quién puede o no puede escribir en InfoCatólica.
18/09/09 8:36 PM
observador
Quisiera pedir disculpas al comentarista Miguel, arriba lo involucré por error donde no debía, cuando estoy con él. Mil disculpa Miguel,avergonzado quedo.
18/09/09 11:07 PM
Miguel
No te preocupes, todos nos equivocamos.
19/09/09 11:57 AM
anarico
Guillermo Juan Morado:

La Mística, es decir, La Teología Mística, no tiene nada que ver con paparruchas, ni con la voz impostada, ni con los ojos de besujo, ect, etc. La Mística es el destilado más fino y excelente de una Una Razón Muy Grande. Me parece. Lo recuerdo para que no haya confusión entre una cosa y otra; pues una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Así de fácil.
19/09/09 3:03 PM
InfoCatólica
Rastri, su comentario no tenía nada que ver con el tema del artículo. Por eso fue borrado y, por decisión unánime del consejo de redacción de InfoCatólica, así se hará con todos los que incurran en el mismo defecto.
19/09/09 5:30 PM
Flavia
Pues mi enhorabuena a infoCatólica por haber solicitado la colaboración del Padre Nicolás. Sus escritos me gustaron desde el primero que leí. Sabe de lo que habla, y no habla " de oídas " como tantos otros.
Gracias, Padre Nicolás.
19/09/09 6:47 PM
Laurel
Enhorabuena, padre Nicolás. Me encantó su artículo. Sin entrar en cuestiones de etiquetas o palabras a las que se pueda dar un significado u otro, la idea que nos transmite es una verdad como un templo. Los cristianos ignorantes, los de a pie, muchas veces nos creemos incapaces de conocer a Dios pues no nos alcanza la cabeza a profundizar en temas de fe a través de la vía intelectual. Sin embargo, Dios nos llama a todos. Verá, yo tengo un cuñado que es informático. Una lumbrera; trabaja con programas muy complicados. Hay personas capaces de estudiar y comprender esos programas, y pueden estudiar y conocer el trabajo de mi cuñado. Pero mi cuñado tiene una hija de tres años. No sabe nada; no comprende nada de lo que hace su padre. Sin embargo, conoce a su padre, lo conoce muy bien. Como dijo Jesús: "Mis ovejas conocen mi voz"
Estoy deseando que escriba usted más artículos.
20/09/09 10:12 AM
luis
Excelente artículo del Padre Nicolás, que tiene la cortesía de glosar la catequesis del "Papa de Roma", como muy delicadamente lo llama.
Un ejemplo de fraternidad de quien nos recuerda, desde el Oriente, que teólogo es básicamente, más que el que habla de Dios, el que padece a Dios.
O como la tradicion dominica establece "contemplata aliis tradere": del reflujo de lo contemplado, arrastrar a los demás.
20/09/09 6:05 PM
Jesús Casás Otero
Las etiquetas, son las etiquetas. Es esencial no confundirlas con el mensaje.
Si alguien dice que las etiquetas están mal puestas (se trata de etiquetas en sentido figurado), el que lo advierte no es el que las ha puesto. Solo advierte que no están bien puestas.
Las comparaciones con los niños son muy tiernas, pero no siempre afortunadas: "Cuando yo era un niño hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser hombre, dejé como inútiles las cosas de niño" (1 Cor 13,11-12).
20/09/09 6:15 PM
Manuel
P. Nicolas ha escrito un artículo muy interesante. Creo que podremos disfrutar y aprender de sus escritos. Escritores como Tatiana Goritcheva, Nicolae Steinhardt son leidos por católicos y son muy apreciados por mi, sin contar a los clásicos como Dostoievsky. En fin, Gracias por su artículo y bienvenido a Info Católica.
20/09/09 6:55 PM
Laurel
Estimado Jesús Casás:
Disiento de usted en que mi comparación sea poco afortunada pues, como dijo Jesucristo: "el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él".
No me refería a que hayamos de comportarnos ni razonar como niños, sino a que es lo que somos ante nuestro Padre Dios. Reciba un cordial saludo
20/09/09 9:15 PM
Jesús Casás Otero
Estimado Laurel:
Perdona mi torpeza. Por el contexto lo había interpretado en el sentido de "profundizar en temas de fe". Porque en mi vida pastoral, predicaciones, homilías y hasta en conversaciones, siempre he proclamado mi admiración por la madurez en la fe de las personas que a lo mejor no saben más que rezar las oraciones del Santo Rosario, pero aunque no se les reconozca ningún título de Teólogos, pueden tener una fe tan segura y adulta como la de cualquier Teólogo, o Nuevo Teólogo, reconocido como tal en la tradición cristiana.
Al fin y al cabo, ni los títulos ni las etiquetas operan en el hombre la salvación.
Aclarado el equívoco, un fuerte y fraternal abrazo, y que el Señor te bendiga
21/09/09 11:14 AM
Jesús Casás Otero
Hola Laurel:
Con la prisa se me había quedado en el tintero lo de "vía intelectual" que quería comentar.
Pues bien, lo importante es, efectivamente, el conocimiento de Dios por la fe y el amor. La vía intelectual no excluyeotros medios como son la intuición y la experiencia por las que adquirimos auténtico conocimiento. Más aún,en la vida normal, incluso el conocimiento intelectual, que se considera el más noble en el ser humano, no prescinde de la intuición y de la experiencia. Y la gente que no se dedica tanto al trabajo intelectual, tiene más desarrollado los otros medios de conocimiento, porque la naturaleza es muy sabia para complementarse en las formas de conocer. Por eso la fe que brota de la experiencia cotidiana es tan legíma como la que se adquire por vía intelectual que, sin la experiencia, no vale nada.
21/09/09 1:46 PM
Laurel
Equívoco totalmente aclarado. Recibo su fraternal abrazo. Sólo nos queda un pequeño equívoco aún en pie: Soy mujer.
21/09/09 4:45 PM
Jesús Casás Otero
Ahora si que se me han caído todos los sombrajos. Despés de tanta teoría me falló de plano la intuición. Ironías de la vida.
Le pido disculpas por mi efusiva expontaneidad.
21/09/09 7:29 PM
Laurel
No tiene por qué disculparse. La verdad, nada hay de malo en un fraternal abrazo y estoy encantada de haberlo conocido. Espero volver a encontrármelo pronto por esttas páginas.
21/09/09 8:04 PM
samaritano
Muy muy bonito lo que ha escrito. Siempre he considerado que la Iglesia Ortodoxa está mas cerca de la verdadera fe que la catolica, especialmente debido al hecho de que existen guias espirituales todavia. He intentado encontrar una iglesia ortodxa en Valencia, pero no he encontrado mas que una que solo hablan en rumano, si no, iria con muchisimo gusto a conocer de cerca esta maravilloso camino cristiano oriental.
22/09/09 1:01 PM
César Pérez Barbosa
Muy buena exposición, Nicolás Vera. Se nota que eres un teólogo de vocación e ideas propias, que es lo que más falta hace. Un abrazo de tu compañero de infancia.

Saludos.

César.
19/04/10 9:28 PM

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