Amoris letitiae no es un cambio de doctrina, sino una invitación para un camino nuevo

Quien esperaba un cambio en la doctrina de la Iglesia no lo va a encontrar y se quedará desilusionado. Era una premisa que se había repetido insistentemente que el fin de los sínodos era pastoral y no doctrinal. Pero muchos no quisieron comprenderlo.

Ha aparecido ya el documento más esperado del magisterio de los últimos años y que sin duda marca un giro en el pontificado de Francisco. El motivo que alentaba esta espera venía de las enormes expectativas creadas en torno a los dos sínodos sobre la familia y que han dado lugar a un gran debate dentro de la Iglesia. Ahora tenemos ya unas primeras respuestas.

La primera y más evidente, quien esperaba un cambio en la doctrina de la Iglesia no lo va a encontrar y se quedará desilusionado. Era una premisa que se había repetido insistentemente que el fin de los sínodos era pastoral y no doctrinal. Pero muchos no quisieron comprenderlo. Pero se impone una primera razón pastoral que era muy clara, dentro de la pastoral familiar en la Iglesia, no se puede considerar que el tema central sea la comunión de los divorciados en una nueva unión, con gran acierto se señala que es más grave y numeroso el caso de los que conviven sin ninguna unión, con las graves carencias de percepción del amor que esto supone (nn. 123-125. 319-320), la necesidad de una preparación adecuada al matrimonio que todavía no se ha llevado a cabo (nn. 205-216), el acompañamiento a las parejas en los primeros años en los que se dan el mayor porcentaje de rupturas (nn. 217-231)… Quien no comprenda la auténtica inspiración pastoral del Papa y tenga un interés principal en cambios revolucionarios estará defraudado.

Es más, quien esperaba que la exhortación apostólica del Papa fuera más allá de los Sínodos, también quedará desilusionado. Algunos soñaban con ello después de la Relatio finalis de las XIV Asamblea general ordinaria del Sínodo de Obispos, porque no respondía a muchas de las cuestiones despertadas por el debate anterior. Ahora hemos visto que el Papa tampoco ha querido responderlas. Así como el Sínodo no se mencionaba explícitamente la recepción de la comunión o de la confesión en el caso de los divorciados vueltos a casar, aquí tampoco se hace. En todo el largo capítulo octavo sobre las situaciones de dificultad no se menciona en el texto la Eucaristía. El Papa, como manifestación de una postura personal, no ha querido sino refrendar el Sínodo en sus mismas expresiones. Este deseo es muy manifiesto en toda la exhortación en donde hay bastantes números enteros que no son sino una cita seguida de los textos de las dos relaciones sinodales sin ningún comentario. En un tema que era abierto de conveniencia dentro de la comunidad y que podía haber intervenido con su autoridad, pero no hace sino repetir la afirmación del Sínodo del 2015: “es necesario, por ello, discernir cuáles de las diversas formas de exclusión actualmente practicadas en el ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional pueden ser superadas” (AL 229, citando la Relatio, 2015, 84). No ha querido completar el Sínodo, sino atenerse a él.

La primera consecuencia que se saca de la exhortación es que la propuesta del Cardenal Kasper que fue rechazada en el Sínodo no ha sido asumida. No hay en el texto reclamo alguno a una tolerancia oficial de una situación de una segunda unión no sacramental. Las condiciones que señalaba el cardenal Alemán no aparecen nunca mencionadas. Su petición de que dovrebbe valere ed essere pubblicamente dichiarati dei criteri vincolanti”[1] con la razón clara de que “nella mia relazione ho cercato di farlo”[2] no ha sido recogida.

Pero no podemos olvidar la prudencia de lo que decía de la necesidad de “un buon e comune cammino”[3]. Si el Papa hubiese querido un cambio en este sentido lo hubiera dicho explícitamente como muestra de la parresía a la que alude el mismo cardenal[4]. El hecho de no haberlo hecho confirma que no ha querido un cambio como valoración de todo el proceso sinodal que es el contexto verdadero de la Exhortación

En definitiva no se da ninguna razón objetiva para que un divorciado en una nueva unión pueda recibir los sacramentos fuera de las condiciones que ya exponía Familiaris consortio, n. 84 que en la Relatio del 2015 se señalaba (n. 85) como “un criterio global que debe considerarse la base para la valoración de estas situaciones”. Esto no se da en ningún momento. Las simples insinuaciones de las notas 336 y sobretodo 351 se refieren a situaciones genéricas de casos difíciles, sin referirlas de hecho a los divorciados en una nueva unión. Piden por sí mismas un esfuerzo de aclaración no una aplicación de un principio de gran ambigüedad que, sin otras razones que definiesen mejor el motivo que la ayuda sacramental, daría lugar a una arbitrariedad negativa dentro de la práctica eclesial.

Entonces, ¿qué podemos encontrar en la exhortación apostólica? Ante todo lo que expresa con su mismo título: amoris laetitiae. Un impulso a tomar en serio el amor con la fuerza del gozo que caracterizaba la Evangelium gaudii. Puede parecer una interpretación muy ligera, pero responde al texto y a la intención que late en Él. El mismo Papa dice que en un texto tan largo hay partes diferentes que se leerán de modo diverso (n. 7). El fin del texto entonces no es hacer una revolución en la Iglesia, sino llevar a cabo una “conversión pastoral misericordiosa” (cfr. nn. 201 y 293). Esto sí que es nuevo, evangélico y desde luego misionero, aunque no sea lo que más hayan esperado los medios de comunicación.

Por eso avisa inicialmente lo que serían dos interpretaciones erróneas por brotar de un ámbito innecesariamente polémico (n. 2): “Los debates que se dan en los medios de comunicación o en publicaciones, y aun entre ministros de la Iglesia, van desde un deseo desenfrenado de cambiar todo sin suficiente reflexión o fundamentación, a la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o derivando conclusiones excesivas de algunas reflexiones teológicas”. Es una forma de decir que cualquier cambio debe ser reflexionado y fundamentado y que así lo expresará él. La conclusión clara es que no ofrece ningún cambio. Sino que, como dice él inmediatamente, abe a un proceso de reflexión dentro de (n. 3): “una unidad de doctrina y de praxis” abierta a las variaciones de culturas y tradiciones.

Para comprende el valor novedoso de los textos se pueden distinguir tres partes en la exhortación. Toda una serie de textos que sistematizan las aportaciones de los Sínodos y que siguen casi al pie de la letra sus indicaciones. Los textos que se han de considerar unos comentarios a las Catequesis del Papa Francisco sobre la familia y que dan puntos preciosos sobre la convivencia familiar desde el misterio de Dios presente en la familia. Los textos en los que el Papa habla muy libremente y novedosamente y que apenas si tienen referencias. Esto se encuentra sobre todo el capítulo cuarto y quinto. Estos son los más personales suyos, donde encontramos las afirmaciones más propias que deben dar luz a las demás.

Esto no es lo que buscan los medios, sino lo que el Papa quiere ofrecer a la Iglesia en el proceso abierto por el camino sinodal. En este contexto encontramos que cita profusamente la teología del cuerpo de San Juan Pablo II, que en cambio, había pasado casi inadvertida en los Sínodos. Es donde se encuentra reafirmada con delicadeza pero con firmeza la Humanae vitae como una luz necesaria del amor conyugal.

Por eso toda su doctrina del amor no es una sola bella reflexión sino un interés grande de un cambio pastoral de importantes dimensiones. Deja clara su intención: (n. 199): “Sin pretender presentar aquí una pastoral de la familia, quiero detenerme sólo a recoger algunos de los grandes desafíos pastorales”. En este sentido, es especialmente importante la afirmación que hace (n. 211): “La pastoral prematrimonial y la pastoral matrimonial deben ser ante todo una pastoral del vínculo, donde se aporten elementos que ayuden tanto a madurar el amor como a superar los momentos duros. Estos aportes no son únicamente convicciones doctrinales, ni siquiera pueden reducirse a los preciosos recursos espirituales que siempre ofrece la Iglesia, sino que también deben ser caminos prácticos, consejos bien encarnados, tácticas tomadas de la experiencia, orientaciones psicológicas. Todo esto configura una pedagogía del amor que no puede ignorar la sensibilidad actual de los jóvenes, en orden a movilizarlos interiormente”. En ella se ve la primacía de una visión pastoral centrada en enseñar a amar que supera la sola visión doctrinal o las consideraciones espirituales. El hecho de centrarla en el vínculo señala la necesidad de tener como objeto primero esa realidad humana preciosa que no se puede reducir a una consideración sólo jurídica.

Por eso sus aportaciones nuevas son una reflexión más por extenso de la teoría del gender (n. 56) y la necesidad de superar un sentimentalismo del amor lo cual requiere una educación sexual adecuada (nn. 280-286). Además de aportar la reflexión más sistemática sobre la caridad conyugal que se encuentra en el Magisterio (nn. 120-122). Estos son las luces que han de guiar las acciones que aparecen en el capítulo octavo y que han de tener siempre como fin conducir a las personas a esa plenitud de vida que el amor les ofrece. Esto es lo que el Papa ve unido directamente al kerygma en donde siempre ha fundado su impulso pastoral (n. 58) como anhelo evangélico que acompaña todo su pontificado.

Esto es de verdad de una intuición pastoral muy grande que toma la familia, porque. como dijo en Santiago de Cuba (2-IX-2015), las familias: “no son un problema, son principalmente una oportunidad” (n. 7). Esto es esencial para plantear el cambio importante de hacer una Iglesia más familiar auténtica “Familia de familias” (n. 87). Lo cual requiere esa conversión pastoral de una acción misericordiosa que es la luz para todo el capítulo octavo.

No se puede considerar una parte secundaria, sino que se ha de ver siempre a la luz de la positividad del amor para no caer en un casuismo que el Papa rechaza. Esto lo entiende como que aquello que busca no es un cambio de normas que es en cambio lo que algunos esperaban. En palabras de Papa (n. 304): “Ello no sólo daría lugar a una casuística insoportable, sino que pondría en riesgo los valores que se deben preservar con especial cuidado”.

Es aquí donde quiere invitar a una reflexión más profunda sobre la acción pastoral en la que la misericordia forme parte de su misma razón interna. Esto es una tarea todavía por hacer y en la que el Papa quiere abrir el camino. Es aquí donde se cumple lo que pide desde un inicio (n. 2): “La reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a encontrar mayor claridad”. Las tres claves que introducen el capítulo octavo: “acompañar, discernir e integrar” tiene sentido, no como acciones separadas sino como guiadas desde el amor que les da su contenido.

Sin cambios en la doctrina ni en la normativa eclesial, abre un proceso de comprensión mayor de la misericordia en la pastoral de la Iglesia. Pero lo hace claramente desde su reflexión anterior del amor, porque la misericordia es fruto suyo (n. 27). Es bien consciente entonces del “el verdadero sentido de la misericordia, la cual implica el restablecimiento de la Alianza” (n. 64). Como reflexión pastoral no deja de hacer referencia a los documentos anteriores que son principio de interpretación del alcance de sus afirmaciones. Como ocurre con la Familiaris consortio, con el del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Declaración sobre la admisibilidad a la sagrada comunión de los divorciados que se han vuelto a casar (24-VI-2000). Para la acción humana y su racionalidad cita profusamente a Santo Tomás de Aquino y el Catecismo de la Iglesia Católica. En verdad está señalando un camino en una continuidad eclesial muy grande, eso sí con un nuevo aliento. Esa alegría que une este documento con Evangelii gaudium.

Hemos de entender bien la apertura pastoral de esta exhortación para evitar caer en interpretaciones ambiguas de la misma que el mismo Papa es bien consciente de que tiene efectos desastrosos en la pastoral por lo que comenzaba pidiendo como hemos visto (n. 2) una necesidad de claridad.

Esto dependerá en gran medida de las familias cristianas que reflejen el verdadero Evangelio que las une.

 

Juan Pérez-Soba


[1] W. Kasper, Il vangelo della famiglia, Queriniana, Brescia 2014, 75.

[2] Ibidem.

[3] Ibidem, 76. Antes había dicho: p. 52: “trovare una risposta comune per testimoniare in modo credibile la Parola di Dio nelle situazioni umane difficili”.

[4] Ibidem, 70.

32 comentarios

EJM
Artículo:
- largo
- escrito rápido ( para ir rellenando el lado de los bobos que miran lo positivo a costa de desfigurar el dato real)
- de nuevo otro clérigo paternalista que nos quiere tratar como a bobos
- la Exortación supone un cambio a través de la praxis.Ni aclara, ni fija...sino que crea dudas intencionadamente.

Se nos QUIERE DAR GATO POR JOPO
10/04/16 10:05 AM
Carlos
Número 301 y nota 351.
10/04/16 11:50 AM
macadamia
Que personaje este señor. Que curiosas sus afirmaciones: hubieran sido las mismas con otra exhortación? Nunca lo sabremos.
10/04/16 2:31 PM
jj
¿Eso quiere decir que con Juan Pablo II o Benedicto XVI no había discernimiento, guía o amor?
¿Qué es esto de que se cambia la pastoral pero no la doctrina? Porque digo yo, que siendo fieles a la doctrina, es fácil hallar la pastoral correcta, o que si hay cierta cintura para la misma, los sacerdotes y fieles tendrán que obrar en conciencia acorde a la doctrina y no se les puede imponer de un modo totalitario cuestiones muy sensibles en su proceder.
En todo caso, en medio de todo este humo y sin cambios en el Derecho Canónico, etc., nadie sabe a ciencia cierta qué significa nada, ni en qué consiste ese discernimiento, guía o amor que tan distinto sea del discernimiento, guía o amor que cada pastor individualmente pueda tener
10/04/16 3:45 PM
Ricardo de Argentina
"Así como el Sínodo no se mencionaba explícitamente la recepción de la comunión o de la confesión en el caso de los divorciados vueltos a casar, aquí tampoco se hace."º
---

Eso es lo grave. Que algo que destruye absolutamente a las familas como lo es el sacrilegio habitual de los adúlteros, alejando las posibilidades de reencauzar los desaguisados, abuso que ya está ostensiblemente diseminado, NI SEA MENCIONADO.
Es que si era explícitamente mencionado, no quedaba otro camino más que condenarlo. Así que se ha optado por callar al tema que muchos sospechamos fue el "leit-motif" del Sínodo y de la Exhortación.
10/04/16 4:49 PM
Athos
Este artículo me genera confusión como la misma exhortación. Que pena su carácter ambiguo.
10/04/16 5:26 PM
Miguel
Totalmente de acuerdo con EJM y con Carlos más abajo. Y creo que se han quedado cortos. El §VIII es tragar cardos sin masticar...
10/04/16 5:27 PM
vicente
nunca cambia la doctrina.........
10/04/16 6:01 PM
Miguel
¡Cáspita! (por no decir otra cosa) ¡La Exhortación es magnífica e inobjetable! ¿Me habré confundido de documento al leerla?
10/04/16 6:08 PM
Ramon
Creo que ni el autor se cree su propio artículo. La exhortación tiene una finalidad clara, entendible por todos. El papa debería retirarla para adaptarla a los evangelios, porque ahora no lo esta. No creo q hagan ningún bien quienes se obstinan en negar la evidencia, aunque sea con la intención de sacar de un apuro al papa
10/04/16 6:59 PM
Diácono
Creo que los comentaristas anteriores desconocen profundamente quién es Perez Soba porque si no, no dirían estas cosas. Por favor, entérense.
10/04/16 7:10 PM
Trabucaire
Padre, Cómo se interpreta catolicamente el punto 301???
10/04/16 7:59 PM
Tito España
Con gran dolor lo digo: parece que el Espíritu Santo se equivocó desde el minuto uno de la iglesia hasta el día de la elección del papa Francisco. Parece ser que siempre, en dos mil años, no se ha dejado de predicar sino el miedo a Dios. ¡Qué pena! y ¡qué mentira!
10/04/16 9:45 PM
acanto
Pues yo creo que nos hacen falta artículos como este, y no es porque me considere bobo. La claridad en la doctrina puede inspirar nuevos caminos pastorales en cada tiempo, porque en cada tiempo ha de saber hacerse oír, entender y amar. No basta con tener clara la doctrina, hay que saber hacerla llegar a cada situación sin que quede devaluada por el camino. Francisco es un hombre de Dios que tiene muy claro lo que es una nueva inspiración pastoral, que es de lo que se trata, y no que sería un cambio doctrinal, que no aparece en ningún momento.
10/04/16 10:29 PM
juanca
no entiendo por que (y soy argentino) cada vez que el papa habla lo hace todo tan confuso y escurridizo, da la impresión que no quiere enseñar nada ni decir esto si, esto no, hay que descifrarlo como para que quede bien con todo el mundo.
¿hay algo nuevo? ¿es lo de siempre?
11/04/16 1:09 AM
luis
El secretario del partido explicando la línea del partido. Fuere cual fuere el contenido de la Exhortación hubiese dicho lo mismo.
11/04/16 1:41 AM
Miguel
acanto,
fundamentalmente de acuerdo contigo. Ayuda resaltar los aspectos positivos de la Exhortación. Y escuchar con fe lo que Cristo quiere decirnos por medio de ella a todos. El análisis del capítulo octavo queda para otra ocasión, espero.
11/04/16 9:05 AM
Xavi
Que bien ver el gran nivel intelectual de los comentaristas, el profundo estudio que han hecho de la encíclica, el gran conocimiento del magisterio, la iluminación recibida al conocerblas intenciones ocultas del Papa, de verlo que en ninguna parte se ha dicho. Con semejantes teólogos fornadísimos los progres herejes del Juan Pqblo II quedan en evidencia.
Esbun gozo ver como los comentaristas gozan de la omniscencia divina, de una infalibilidad infinita, de una indefectibilidad perfecta. Garantes de la fe contra san Pedro, el Magisterio en continuidad, la Tradición, la hermenéutica de continuidad de estos herejes del Juan Pablo II.


Viendo que hay hombres siempre indefectibles, quizá mejor pasar del Papa que sólo lo és ex-cathedra. És un gusto ver a hombres perfectos, con omnisciencia e inerrancia a la altura de la de Su Divina Majestad.



.......
Por supuesto, és ironia. Viva Cristo Rey y la Santina de Covadonga.
11/04/16 11:04 AM
Grego
Prácticamente todos pensamos que situaciones irregulares (ver número 301 de la exhortación, al que creo se aplique la nota 351) son los convivientes y los divorciados en nueva unión... Creo que en honor a la razón no es posible excluirlos al menos afirmando que se trata de "situaciones genéricas de casos difíciles", como dice Juan Pérez Soba en su artículo.

Conozco a Juan José Pérez Soba y le aprecio mucho. No le juzgo, querrá creer eso. Pero creo cierto que la verdad, que debe estar por encima de todo, aparece clara en lo anteriormente expuesto... Y esa verdad es distinta de lo que está diciendo él.
11/04/16 11:32 AM
José Luis
Hay algunas cosas que esa exhortación que no mantiene fidelidad con la Sagrada Escritura, me refiero, por ejemplo, al asunto de los divorciados. No nos conviene contradecir la Voluntad de Dios. Un divorciado y vuelto a casar es una persona adultera, para suavizar la gravedad del pecado, se le tratan de divorciados vueltos a casar. Es muy intesante lo que nos enseña la Sagrada Escritura, como queda dicho, y los Santos Padres.

"Amoris letitiae no es un cambio de doctrina, sino una invitación para un camino nuevo"

Si no es un cambio de doctrina, no sería un camino nuevo, pues ese camino nuevo significaría desviarse de la sana doctrina. La Iglesia tiene un solo camino: Cristo Jesús, lo nuevo parece algo de la modernidad.

No es saludable que haya contradicciones contra los intereses de Cristo.

Otro punto que debe invitar a una reflexión más atenta, que es imposible que un adultero viva como hermanos, y por eso Jesucristo nos da una solución, recordemos, si tu ojo, tu pie, tu mano te hace caer, córtatela y arrojala lejos de ti, para no caer todo entero en el infierno. Más vale ser manco, cojo, con un solo ojo para entrar en el Reino de los cielos. Hay, como queda referido, detalles interesantes para examinarlo a la luz de la Sagrada Escritura.

En esta encíclica, hay luces y sombras, pero las sombras, ¡qué terrible para la pobre alma que no se ha familiarizado con la Sagrada Biblia!
11/04/16 1:30 PM
acanto
Pues yo creo que nos hacen falta artículos como este, y no es porque me considere bobo. La claridad en la doctrina puede inspirar nuevos caminos pastorales en cada tiempo, porque en cada tiempo ha de saber hacerse oír, entender y amar. No basta con tener clara la doctrina, hay que saber hacerla llegar a cada situación sin que quede devaluada por el camino. Francisco es un hombre de Dios que tiene muy claro lo que es una nueva inspiración pastoral, que es de lo que se trata, y no que sería un cambio doctrinal, que no aparece en ningún momento.
11/04/16 2:39 PM
Juan de los Palotes
Juegos de palabras. "No hay cambio de doctrina, hay un camino nuevo". ¿Qué significa eso? Nadie lo sabe, pero queda bonito. Una maravilla del doblepensar.
Cristo no jugaba con las palabras, porque ël sabía mejor que nadie que esto no es un juego.
Que se espabilen los clérigos y salgan a proclamar la Verdad, que para eso están. Esto es muy grave.
11/04/16 3:58 PM
JUAN NADIE
Sr Perez Soba

Yo no dudo de toda su buena fe, pero mi impresión es que lo que usted dice es mas un deseo que una verdadera realidad y no me parece que encaje con la realidad del contexto en el que se ha realizado ese escrito, ni con su proceso de elaboración. Es que no es coherente lo que usted dice con todo eso.

Este escrito se puede interpretar así, y también en sentido contrario. Usted podría replicar que su interpretación es la correcta o mejor dicho, la que debe de ser. De acuerdo, pero si yo que no soy ni sacerdote, tuviese que hacer un escrito como este me cuidaría mucho de las malas interpretaciones y ambigüedades y por supuesto errores de argumentación escandalosos, para evitar que los enemigos de la Iglesia desde dentro o desde fuera lo empleasen para difundir falsa doctrina. Y mi terrible impresión es que eso no se ha hecho y además se ha dejado de hacer a propósito para contentar a muchos y que cada uno haga lo que quiera.

Dice usted que no cambia la doctrina, pero que hay una invitación a un camino nuevo. ¿No le parece que esto es un poco contradictorio? Puede haber un llamado a reforzar la Fe, a la conversión, etc, pero ¿Un camino nuevo? ¿otro mas? ¿cual?. ¿Un camino que no tuviéramos antes?
11/04/16 6:12 PM
Ricardo de Argentina
¿Será acaso que EL CAMINO NUEVO consiste en permitir las comuniones sacrílegas a adúlteros y concubinarios, ocultándoles el hecho espantoso de que así están bebiendo su propia condenación? ¿Ésto es misericordia?
El P. Pérez Soba no lo afirma ni lo niega, pero la inmensa mayoría de los Media así lo entienden y así lo proclaman.
También lo entiende así la llamada "Iglesia Claudicante", que ve en la Exhortación un "triunfo revolucionario".
Pero va a ser que no: todas las interpretaciones que no estén en sintonía con el Magisterio y con la Tradición son paja, vengan de donde vengan.
11/04/16 6:22 PM
Inés
Muchas gracias Padre Juan por su artículo. En verdad se lo agradezco porque lo ha escrito con amor y se nota. No hay nada más dificil en esta vida que aceptar esa cuota de incertidumbre que se asoma a la conciencia cuando Dios nos abre los ojos y nos muestra nuestra realidad según Su Santa Mirada. Solo el Amor nos permite soportarla sin desesperar o sin entrar en el camino de "la culpa la tiene el otro que no me lo explica bien". Por eso el Papa Francisco finaliza la homilia de hoy con esta reflexión: “Con cuánta ternura Jesús dice a los discípulos de Emaús: “Oh necios y lentos de corazón”. Pidamos hoy al Señor que con la misma ternura mire a las pequeñas o grandes necedades de nuestro corazón, nos acaricie y nos diga “Oh necio y lento de corazón” y empiece a explicarnos todo”.
11/04/16 7:29 PM
Tito Livio
dos cosas:
Para Tito España: el Espíritu Santo no se ha equivocado. A una Iglesia desnortada y caída en errores por no decir herejías (desde, por lo menos, el concilio vaticano II), con tanto teólogo, sacerdote e incluso obispo abiertamente contra la doctrina (enseñando "otro evangelio") y así durante 50 años sin que ningún Papa se haya atrevido a dar un golpe en la mesa y decir "basta, se acabó"; le corresponde un Papa en sintonía con todo eso. Y esto es lo que nos ha dado el Espíritu Santo y es para nuestra conversión y para que la Iglesia caiga tan bajo que ya sólo pueda levantarse otra vez. Un día el Espíritu Santo dirá a un cardenal: "menganito, reconstruye mi Iglesia" y todo quedará restaurado en Cristo.
Porque "todo es para bien de los que aman al Señor"
Segunda cosa, sobre el título "no es un cambio de doctrina, sino una invitación para un camino nuevo", es, sencillamente, un sofisma.
11/04/16 7:47 PM
Juan Carlos Pérez
Un antes y despues, todo lo anterior era malo, carente de misericordia, hoy todo ya es bueno desde el vaticano, hoy tenemos uno que es mejor que todos los anteriores incluyendo Jesucristo.
11/04/16 7:49 PM
Noticias de Fondo
Que el documento es ambiguo lo dice el tono de Albarracín del artículo del padre Juan. Y lo dicen las interpretaciones dispares que se contradicen entre si. Desde que la indisolubilidad del matrimonio cesaba; congratulaciones en Facebook de católicos contentos que sus amigos pudieran ahora comulgar y que en realidad no sé debe. Que un documento logre esto habla de la ambigüedad la si es impropia del Magisterio de la Iglesia. Magisterio que recibirá al mismo en el punto 3 cuando dice que el Magisterio no puede interpretar todo en doctrina y los obispos podrán hacerlo atendiendo, además a las culturas nacionales. Hay una tensión entre doctrina y pastoral que Francisco se orienta a la praxis. Y si no modifica la doctrina es portería -lo decís Hegel- la práctica transforma por su, para que ocuparse de la doctrina. Además, la ambigüedad parece deliberada
12/04/16 12:57 PM
Noticias de Fondo
Temo que "camino nuevo" es una praxis que controvierte a la doctrina. Decir que no hay cambio de doctrina pero promover una praxis que la controvierte es exactamente lo mismo. Peor aún porque se trata de un camino de ambigüedad que es devastador en el tiempo: impide defender la verdad Católica al no ofrecer un pensamiento claro. Las revoluciones nacen desde el pie cantaban Joan Baez y Mercedes Sosa. El Papa lanza un gusano en la madera. Años después, se cae el techo carcomido desde dentro de su mismo. No hay cambio de doctrina... Por ahora
12/04/16 1:52 PM
Susi
"Habéis oído que se dijo a los antiguos: "Si no os convertís, todos pereceréis", pero yo os digo "el camino de la Iglesia es no condenar a nadie para siempre" (A.L 296). Bergoglio, el nuevo Mesías. El Anterior era un aguafiestas.
12/04/16 2:02 PM
ANDREA
"Yo Soy el Camino,la Verdad y la Vida"; está clarísimo, ahora hay un camino nuevo, gracias padre por confirmarlo
12/04/16 5:37 PM
ANDREA
"Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida", está bien claro, ahora hay un nuevo camino, gracias Padrea por dejarlo tan claro.
12/04/16 8:02 PM

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