Lo que Jim Carrey me enseñó sobre el sacerdocio

No, no somos nosotros los que debemos brillar, sino que es Dios quien debe hacerlo. No son nuestras acciones las que cuentan, sino lo que Dios realiza a través de nosotros.

Jim Carrey, el actor canadiense, nacionalizado norteamericano, no deja indiferente a ninguno: o lo adoran o no lo soportan. Excéntrico, su carrera cinematográfica se ha enfocado a la comedia, teniendo actuaciones memorables como su participación en Ace Ventura o en El Show de Truman, entre otras. Pues justamente ha sido este actor al que he tenido rondando en mi mente estos últimos días. Y no porque haya visto alguna de sus películas, sino por un video que, accidentalmente, se me cruzó en el camino.

Me refiero a una parte del homenaje que la AFI (American Film Institute) le dio a Meryl Streep por la trayectoria de su carrera; un premio, por lo demás, merecidísimo. A lo largo del evento, diversas personalidades tomaron el podio para alabar la carrera de la camaleónica actriz. Pero fue Jim Carrey el que arrasó con su personalidad omnipresente.

De toda su presentación, que ahora les comparto, es el final lo que más me impactó: ahí apareció el verdadero Jim, no el actor. En caso de que no quieran verlo todo, basta con que vean desde el minuto 5:40 (y perdonen la calidad del video, pero no encontré ninguno mejor):

“Que Dios te bendiga, como tú nos has bendecido y como Él nos ha bendecido a través de ti”. ¿Puede haber un elogio más grande? Y se me ha ocurrido que si alguna vez un sacerdote quisiera buscar un halago de las personas -que, por favor, ni se les ocurra- digo yo que éste debería ser el camino: tu presencia nos ha bendecido, porque Dios nos ha bendecido a través de ti.

No, no somos nosotros los que debemos brillar, sino que es Dios quien debe hacerlo. No son nuestras acciones las que cuentan, sino lo que Dios realiza a través de nosotros. Porque el sacerdote es Otro Cristo, no un embajador de su ego ante los hombres. Y, por lo mismo, en la medida en que refleje a Cristo a los demás es como cumplirá mejor su misión en este mundo.

Y lo que se dice del sacerdote también se debe afirmar de cualquier cristiano, aunque sólo sea análogamente. Su presencia en el mundo no debe ser indiferente. El testimonio de su vida está llamado a ser una bendición para los demás.

Sí, Dios habla como Él quiere y nos bendice a través de caminos insospechados. Y si no me creen, miren sólo esto: ha sido gracias a Jim Carrey que hoy puedo, aunque sólo sea un poquito, valorar un poco más mi sacerdocio.

 

P. Juan Antonio Ruiz J., L.C.

12 comentarios

Maricruz
A veces, padre, caigo en gran desánimo porque para mi encontrarme con cualquier persona es una bendición.
Con algunas hasta canto para mis adentros esa frase de Jim Carrey y muchas veces también la pronuncio como una bendición; sin embargo, últimamente, encontrarme con algunos sacerdotes, no ha sido cosa alegre. Me he llevado muy grandes decepciones.
Aún así, pienso que el mismo desencuentro es una bendición porque del dolor, la frustración y la decepción no solo aprendo un poco más sobre la naturaleza humana y mi pecado sino sobre la Misericordia de Dios que todos necesitamos.
Lo que realmente quisiera es que estos desencuentros nunca pesen más en mi memoria que la alegría y la bendición que es encontrarme con Cristo en muchos otros sacerdotes que conozco.
7/05/12 3:00 PM
Antonio Sebastián
Maricruz, tu comentario me ha hecho reflexionar. A veces los encuentros que tenemos con sacerdotes no responden a nuestras espectativas. Pero eso no significa que conozcamos todo el ser que ese sacerdote es. Nuestra mirada no puede abarcar al ser humano que es ese sacerdote. El que nos hayamos encontrado un fallo en ese sacerdote, en ocasiones no es significativo, tal vez tengamos que ir un poco más allá, e intentar descubrir la santidad que DIOS le ha concedido. Quizás no debamos pedir a un sacerdote la santidad, o por lo menos, no pedirsela más de lo que nos la pedimos a nosotros mismos. Se me pasa por la cabeza que me gustaría MIMAR a los sacerdotes especialmente. Creo que se lo merecen por haber respondido a una llamada especial de CRISTO. CRISTO no elegió a los apóstoles por ser más perfectos, o más sabios, bueno no sé la razón.
Si, creo que los debemos AMAR y MIMAR, aunque no sean perfectos, o incluso aunque no nos caigan bien.
7/05/12 7:41 PM
P. Juan Antonio Ruiz J., LC
Maricruz y Antonio:
Gracias por sus comentarios. A mí me anima mucho pensar que para Cristo nuestros pecados nunca empañan la imagen que tiene de nosotros; nos sigue amando. Por eso, nosotros estamos llamados a querer a nuestros sacerdotes... incluso con sus pecados. ¡Son hombres! Y aunque están llamados a ser Otros Cristos, no son Cristo. Sólo deberían ser su reflejo. Creo que esto es importante que lo tengamos en cuenta.
Que las decepciones por los hombres nunca apaguen el amor y la esperanza en Dios.
Un fuerte abrazo y mis oraciones.
7/05/12 9:31 PM
Maricruz
Antonio Sebastian,
No son estos sacerdotes a los que juzgo de primera mirada. Son personas con las que he tenido trato prolongado y a los que he perdonado todo tipo de incomprensiones. En realidad, lo que dije sonó a queja, pero no es así ya que siempre trato de ir más allá. Nunca me quedo con lo primero ni lo más feo que muestran las personas.
7/05/12 9:39 PM
Gregory
Es una responsabilidad enorme la del Sacerdote, sin duda ser otro Cristo el camino esta en configurarse a Él todos lo días ese es el camino.
8/05/12 3:32 AM
Antonio Sebastián
Te pido perdón Maricruz. No era mi intención juzgar tu comentario. Si lo he hecho me he equivocado, porque creo que hacer eso es algo deplorable, lo hagan otros o lo haga yo mismo.
Lo siento.
Saludos.
DIOS la bendiga
8/05/12 3:02 PM
Antonio Sebastián
Muchas gracias por sus oraciones, Padre. Yo personalmente las necesito muchisimo. Estoy pasando una época muy desasosegante.
DIOS le bendiga.
8/05/12 3:04 PM
maria del rosario garcia valles
Con el debido respeto quiero hacer una pregunta: Como ya todos sabemos el sacerdote es un representante de Nuestro Señor Jesucristo, co-responsable de su Iglesia (enorme situación). Veamos no estaríamos cometiendo un pecado grave de omisión, al aceptar sin reservas todo lo que él pudiese considerar conveniente para la acción pastoral?, aunque esto afectase sutilmente el magisterio del dogma y la moral que son el fundamento de la Tradición en la Iglesia? Sé que es un tema muy complicado. Pero me pregunto, si al Padre Alberto Cutié no le hubiesen aceptado y mimado totalmente en su comunidad, estaría hoy en las condiciones que se encuentra?.
8/05/12 4:06 PM
susi
Hay unos escritos del padre Ottavio Michelini sobre el sacerdocio, muy pero que muy interesantes, que recomiendo leer.
Están en Internet,título:"Tú sabes que yo te amo. COnfidencias de Jesús a un sacerdote"
No dejan indiferente a nadie que lo lea.
Debemos rezar mucho por la santidad de los sacerdotes, porque es muy duro lo que tienen que hacer, y a veces están muy solos.
8/05/12 6:25 PM
Proby
"Jim Carrey, el actor canadiense, nacionalizado norteamericano..."

Perdone, padre: también los canadienses son norteamericanos. Lo que se ha nacionalizado Jim Carrey es ESTADOUNIDENSE.

Por lo demás, su artículo es precioso. Gracias.
10/05/12 2:28 PM
luzadriana
con la Bendicion de Dios para todos, solo puedo decir, los Sacerdotes son elegidos por Dios,ellos son muy afortunados, son humanos si, con virtudes y defectos, pero si pudieramos ver la vida intima de un sacerdote, no es muy facil,desde que amanece empieza su via crisi, tentaciones,quizas hambre, frio, soledad, el trabajo de su ministero, las misas, las confesiones y la noche! el cansancio las llamadas de hospitales, enfermos, elos son tan dignos de nuestras oraciones, imaginense que no hubiera sacerdotes de la manera que los vean que seria de nosotros, la reconciliacion, el perdon la palabra y los pincipal el alimento de la Santa Eucaristia, oremos por ellos, oremos porque haya mas vocaciones, oremos, oremos para que La Voluntad Divina nos escuche y abandonemonos a ella
11/05/12 8:28 PM
Liliana
Enseñanzas de Jesús. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Palabra de este Domingo.

El valor de un sacerdote es muy grande, porque no solo es una vocación natural sino que a la vez es sobrenatural, servicio del cual todas las demás profesiones la necesitan, si el ciudadano quiere aliarse con Dios para que su servicio no sea estéril, sino, para dar abundantes frutos no perecederos.
Cristo vivo espiritualmente puede multiplicarse y morar en el verdadero creyente para salvar su alma y darle la autoridad, para proponer la salvación presente y eternamente, o sea cumplir la voluntad de su Padre a través de su Iglesia.
En un sacerdote podemos ver la imitación de Cristo, o no, lo que si es y será siempre puente de la Gracia Divina, ¡que sublimidad!
En nombre de Jesucristo tu único Hijo, bendice a todos sus representantes del mundo, te lo pedimos Padre nuestro.
12/05/12 3:24 PM

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