Sorprendente condena de la tiranía financiera

¿A que es magnífico y acertado? Pues este diagnóstico no corresponde a Hessel ni al funcionario franquista Sampedro ni a Alfredo Pepunto ni a Cayo Lara ni a ZParo ni al 15-M. Su autor es…

Impresionante documento: por su clarividencia, por su perdurabilidad y por su autoría. A ver qué os parece... y a ver si adivináis el autor.

Salta a los ojos de todos, en primer lugar, que en nuestros tiempos no sólo se acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su voluntad y arbitrio.

Dominio ejercido de la manera más tiránica por aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito, y por esta razón administran, diríase, la sangre de que vive toda la economía y tienen en sus manos así como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aun respirar contra su voluntad.

Esta acumulación de poder y de recursos, nota casi característica de la economía contemporánea, es el fruto natural de la limitada libertad de los competidores, de la que han sobrevivido sólo los más poderosos, lo que con frecuencia es tanto como decir los más violentos y los más desprovistos de conciencia.

Ultimas consecuencias del espíritu individualista en economía son esas que vosotros mismos no sólo estáis viendo, sino también padeciendo: la libre concurrencia se ha destruido a sí misma; la dictadura económica se ha adueñado del mercado libre; por consiguiente, al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de poderío; la economía toda se ha hecho horrendamente dura, cruel, atroz.

A esto se añaden los daños gravísimos que han surgido de la deplorable mezcla y confusión entre las atribuciones y cargas del Estado y las de la economía, entre los cuales daños, uno de los más graves, se halla una cierta caída del prestigio del Estado, que, libre de todo interés de partes y atento exclusivamente al bien común a la justicia debería ocupar el elevado puesto de rector y supremo árbitro de las cosas; se hace, por el contrario, esclavo, entregado y vendido a la pasión y a las ambiciones humanas.

¿A que es magnífico y acertado? Pues este diagnóstico no corresponde a Hessel ni al funcionario franquista Sampedro ni a Alfredo Pepunto ni a Cayo Lara ni a ZParo ni al 15-M. Su autor es el papa Pío XI (1922-1939), en la carta encíclica Quadragesimo Anno. Escuché algunos de estos párrafos en el programa Lágrimas en la lluvia, de Juan Manuel de Prada, y me faltó tiempo para buscar el texto completo.

Remedios a la crisis

Por lo tanto —y nos servimos de las palabras de las palabras de nuestro predecesor León XIII—, si hay que curar a la sociedad humana, "sólo podrá curarla el retorno a la vida y a las costumbres cristianas" (Rerum novarum, 22). Sólo ésta, en efecto, puede aportar el remedio eficaz contra la excesiva solicitud por las cosas caducas, que es el origen de todos los vicios; ésta la única que puede apartar los ojos fascinados de los hombres y clavados en las cosas mudables de la tierra y hacer que los levanten al cielo. ¿Quién negará que es éste el remedio que más necesita hoy el género humano?

Los verdaderamente enterados sobre cuestiones sociales piden insistentemente una reforma ajustada a los principios de la razón, que pueda llevar a la economía hacia un orden recto y sano. Pero ese orden quedará en absoluto manco e imperfecto si las actividades humanas todas no cooperan en amigable acuerdo a imitar y, en la medida que sea dado a las fuerzas de los hombres, reproducir esa admirable unidad del plan divino; o sea, que se dirijan a Dios, como a término primero y supremo de toda actividad creada, y que por bajo de Dios, cualesquiera que sean los bienes creados, no se los considere más que como simples medios, de los cuales se ha de usar nada más que en la medida en que lleven a la consecución del fin supremo.

Como dijo el Señor: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!" (Marcos, 4, 9.)

 

Pedro Fernández Barbadillo

Publicado originalmente en Bokabulario

34 comentarios

Luis Fernando
Sin palabras. Espectacular.
28/11/11 11:47 AM
Faramir
El secretario general del PSOE y presidente de gobierno indulta a un banquero condenado por el Supremo por estafa y por meter en la cárcel a unos inocentes.

El papa Pío XI condena, ya en 1931, la economía financiera y la restricción del crédito y afirma que el capitalismo se está destruyendo a sí mismo.

Franco prohibió fusiones bancarias para impedir que los grandes bancos fuesen demasiado poderosos.

Felipe González promovió fusiones bancarias y quitó a figuras (Ruiz Mateos y Conde) molestas para la plutoracia bancaria
(Termes, los Valls, Aguirre Gonzalo).

Si fuese progre, se me fundiría el cerebro ante semejantes contradicciones a mis dogmas.
28/11/11 11:55 AM
vicente
los Papas suelen decir la verdad.
28/11/11 12:25 PM
indignado 1
Ciertamente, el afán de lucro y la competitividad son las bases del sistema económico en el que vivimos.

San Pablo ya nos advertía que la raíz de todos los males es la codicia y el afán de dinero, así como también nos mandaba que "no hagamos nada por emulación", es decir, por competitividad.

El afán de lucro y la competitividad son, pues, denunciadas por el Apóstol Pablo desde muy antigüo, y la Iglesia históricamente fué contraria durante mucho tiempo al préstamo con interés y al mercado ejercido por afán de lucro: "el dinero no pare dinero."

Pienso que tendríamos que recobrar las antigüas y sabias doctrinas de la Iglesia respecto a la economía.

Creo que en la Iglesia hemos abierto demaseado la mano y dado excesiva permisividad a la banca y al dinero, a la competitividad económica y al libre mercado por afán de lucro.

Pensemos que una de laa escenas mas duras del Evangelio es aquella en la que Cristo expulsa violentamente del Templo a mercaderes y cambistas financieros.

Tal vez deberíamos en la Iglesia ser tan firmes como Cristo en expulsar de ella, que es su actual Templo, todo espíritu de competitividad económica, y de libre mercado financiero y no financiero guiado por el afán de lucro o de la máxima ganancia individual posible.
28/11/11 12:50 PM
Sonia S
Bueno, esto no es nada nuevo y no me refiero a las enciclicas recuperadas para la ocasion de los papas de finales del XIX y primer tercio del XX tan alabados ayer en el programa de Prada (que tambien vi un buen rato).

Hace ya algunos años se reIntrodujo un concepto que, trascendiendo su propia formulacion retorica, establecia una demarcacion clara para el, sobre todo despues de la confusion que culmino en 1989, a la caida del muro.

Se hablo entonces de "pensamiento unico" como construccion autoSuficiente del economicismo neoLiberal. Como "no habia alternativa" este discurso se transformo en totalitario, desbordando su propia dimension (que es fractal, ademas) instalandose, y ademas comodamente, en los mentideros ecargados de crear opinion. Que, curiosamente, son los mismos que ahora se dedican a propagar con verdadera conviccion "la teoria del decrecimiento".

La pretension universalizante del capitalismo financiero seria una de las fases del mismo capitalismo, esta vez del de "ficcion" sin conexion "real" tanto con las fases previas (de produccion y consumo) como con la economia de bienes y servicios, totalmente automatizada, estadistica y previsible.

La novedad es que al capitalismo de ficcion no le hacia falta conexion "real", le basta con la virtual.

Pero la solucion (solucion?) no creo que pueda ser el retorno (?) a los valores cristianos. No es posible. Yo no creo en el determinismo historico, tanto si debe "tirar" palante como si hay que observar regres
28/11/11 3:48 PM
indignado 1
Creo que deberíamos ser capaces de construir entre todos, democráticamente, una sociedad sin bancos y sin dinero.

El dinero facilita al máximo la delincuencia al más alto nivel: tráfico de drogas, armas, mujeres, órganos, etc..

Sería posible, si todos democráticamente lo decidimos, una sociedad sin banca y sin dinero: lo que el dinero tiene de útil lo podríamos conseguir de otros modos que no diesen tan grandes facilidades al crimen a gran escala.
28/11/11 7:32 PM
Eduardo Jariod
Es exactamente así. ¡Qué claridad y qué rotundidad! Magnífico.
28/11/11 7:37 PM
Néstor
¿No acusarían al Papa hoy, algunos, de practicar la "teoría conspirativa"?
29/11/11 9:26 AM
santi
Y la constatación de lo acertado de estas palabras es que los trabajadores ahora está en peores condiciones que en 1931 ¿no?
29/11/11 11:11 AM
indignado 1
Me quedo especialmente con esta frase del Papa Pió XI¨
"Si hay que curar a la sociedad humana, sólo podrá curarla el retorno a la vida y a las costumbres cristianas."

Afortunadamente tenemos en los Hechos de los Apóstoles una descripción bastante detallada de cómo era esta vida y costumbres cristianas en la primitiva comunidad de la Iglesia. Entre otras cosas se nos dice
"que nadie tenía nada como propio y que entre ellos nadie pasaba necesidad."

En materia económica si queremos la cura efectiva de la sociedad deberíamos volver a este primitivo comunismo católico. En él vemos que la propiedad privada estaba prácticamente anulada o reducida a mínimos y que los bienes se ponían bajo los pies de los Apóstoles y éstos los distribuían entre los fieles según la necesidad de cada uno. Cuando los Apóstoles no dieron abasto en esta tarea de administración de los bienes católicos, eligieron a unos diáconos para tal menester, y así poder los Apóstoles dedicarse full time al ministerio de la Palabra, pues como Pedro dijo: "No es decoroso que descuidemos la Palabra de Dios por servir a las mesas."

Pero vemos que lo económico tuvo una gran importancia en la primitiva Iglesia, hasta el punto de que los mismos Apóstoles se hicieron cargo de la adminsitración de los bienes materiales católicos en un primer momento, y sólo posteriormente cuando fueron desbordados por la tarea adminitarativa temporal, la dejaron delegadamente en manos de los diáconos.

!Hagamos, pues, un comunismo
29/11/11 11:18 AM
santi
Yo prefiero estos párrafos de la encíclica

(...)
No se ha de pensar, sin embargo, que con esto se hace de menos a las ocupaciones lucrativas o que rebajen la dignidad humana, sino que, todo lo contrario, en ellas se nos enseña a reconocer con veneración la clara voluntad del divino Hacedor, que puso al hombres sobre la tierra para trabajarla y hacerla servir a sus múltiples necesidades.

No se prohíbe, en efecto, aumentar adecuada y justamente su fortuna a quienquiera que trabaja para producir bienes, sino que aun es justo que quien sirve a la comunidad y la enriquece, con los bienes aumentados de la sociedad se haga él mismo también, más rico, siempre que todo esto se persiga con el debido respeto para con las leyes de Dios y sin menoscabo de los derechos ajenos y se emplee según el orden de la fe y de la recta razón.
29/11/11 11:20 AM
indignado 1
La Encíclica no prohíbe las ocupaciones lucrativas ni el hacerse rico pero puntualiza que "siempre que todo esto se persiga con el debido respeto para con las leyes de Dios y sin menoscabo de los derechos ajenos y se emplee según el orden de la Fe y de la recta razón."

Los ricos no actúan según la Fe ni la recta razón si "viendo a otros sufir necesidad le cierran sus entrañas". Todo el que tiene de sobra y se lo guarda y amontona, pretendiendo conseguir todavía más, retiene lo que no es suyo, pues Dios ha creado los bienes materiales principalmente para satisfacer las necesidades de todos los hombres y no para que algunos
los amontonen y se hagan ricos.
29/11/11 1:25 PM
Néstor
Digo yo, porque los "conspiracionistas" sostienen justamente que el poder central en la modernidad ha sido el de los banqueros. Y en realidad, teniendo tanta plata, y por tanto, tanto poder, "conspirar" debe ser mucho más fácil.
29/11/11 3:25 PM
Sonia S
indignado, pues si, hagase el comunismo!

Yo pienso que no lo tiene nada nada claro la Iglesia este tema. Por lo que he estudiado de la doctrina social de la Iglesia, el bien comun es un amalgama retorico que tanto puede valer para una cosa o otra.

Una lectura mas detenida, pero sin exegesis, sugiere que el orden preferido por la DSI seria un corporativismo articulado en la jerarquia y el adoctrinamiento, lo que rapidamente nos situaria en la necesidad de un Estado fuerte que proporcione rigidez a sus instituciones. En definitiva, la formula que se deriva es la dictadura. Dura o blanda, pero dictadura. Historicamente se podria verificar este extremo.

Aunque el corporativismo no es exclusivo de ninguna manera a las dictaduras. En el anarquismo tiene no poca importancia, hasta el punto que la estructura misma del proceso productivo y distribucion constituye por si mismo el poder, aunque en este caso el contractualismo (y no la jerarquia) y la federacion sea su fundamento.

En todo caso, creo que la Iglesia no lo tiene claro. En España por ejemplo, es rarisimo, pero raro raro, un liberal que no sea creyente. Por eso las tremendas contradicciones e incoherencias del PP, mas alla de constatar realidades sociales cara a conseguir votos. Si la DSI fuera mas definitiva no se podria ser liberal y catolico. Pero y entonces las potentes democracias cristianas de Occidente?

Me parece que no esta claro.
29/11/11 8:15 PM
Sonia S
Ah, por lo que vi del debate del Prada, no me quedo, tampoco, nada claro acerca de que es lo que defiende y soporta la DSI, si salvamos condenas diversas y retorica variada, alguna de ella muy atractiva y deseable pero tremendamente ambigua que tanto puede valer para una cosa u otra.

PS: ah! indignado, asias por la invitacion a algun "sarao" ;-) te aceptare las tesis de Sto Tomas, pero ya me las se muy bien ;-)
29/11/11 8:23 PM
indigando 1
Nuestro Señor Jesús dice "que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico en el Reino de los cielos."

La parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro es sumamente ilustrativa para cualquier católico de las funestísimas consecuencias eternas que trae consigo la riqueza o sobreabundancia de bienes materiales.

Tenemos que tener mucho cuidado en ensalzar la economía capitalista, basada en el lucro o afán de ganancia inmoderada, pues nos conduce en derechura a la eterna infelicidad: "Hay de vosotros los ricos porque ahora reís pero lloraréis, vuestras riquezas acumuladas clamarán contra vosotros el día de la ira."

Se podrían poner aquí muchas cifras que ilustrarían ampliamente los graves desmanes e injusticias que conlleva en sistema capitalista, basado en el afán de ganancia preversa y vil lucro, pero basta por todas decir que con tal aborrecible sistema el 80% de la riqueza mundial lo detenta sólo el 20% de la población mundial, mientras que el 80% de la dicha población solo disfruta del 20% de la riqueza.

Enfín, como católico inquieto por una sociedad justa, siempre tendré ante mí el límpido e inmaculado espejo de la primera comunidad cristiana, su comunitarismo ejemplar, en el que todos tenían lo preciso sin exceso y se praticaba humildemente la obedicencia económica apostólica. En todo caso San Pablo ondena las bases del sistema capitalista: la emulación o competitividad y el afán de lucro. !Viva la comunidad cristiana primitiva¡
29/11/11 9:33 PM
Nova
Indignado 1, por favor, busca otro término para referirte a lo que hacían los primeros cristianos. Porque, desde luego, comunismo no era. El comunismo sólo ha sabido poner en común la tiranía más horrenda, la falta total de libertad, la pobreza, el materialismo y la persecución más encarnizada a los cristianos.

Por lo demás, suscribo lo dicho por Luis Fernando. Magnífico. Eso sí, es preocupante comprobar cómo el mundo no ha avanzado nada desde los tiempos de Pío XI.
29/11/11 10:55 PM
Menka
Y esa injusticia y crueldad económica, fruto del abandono de Dios, provocó la aparición de los totalitarismos nazi, comunista y fascista, todo lo cual desembocó en una guerra jamás vista en Europa.
Esta crisis que tenemos ahora otra vez en Europa, no tiene buenos augurios.
30/11/11 10:01 AM
indignado 1
Nova:

Utilizo la palabra "omunismo" en su sentido genuíno desprovisto de cualquier connotación "bolchevique".

Comunismo es no tener las cosas como propias sino como comunes, lo cual sucedía literalmente en la primitiva comunidad cristiana, la cual tiene, entre otras cosas, la honra de ser el primer sistema comunista. No soy yo sino la historia la que así nos lo enseña por las Sagradas Escrituras.

Si para tí el término comunismo, al asimilarlo al bolchevismo, te sugiere un cierto yu-yu, puedes utilizar el termino comunitarismo.

En cualquier claso queda claro que yo no defiendo un comunismo bolchevique, ateo y materialista, pero sí un
comunismo teísta y espiritualista, siguiendo la estela imborrable de la primitiva Iglesia cristiana de Jerusalén.

Si tienes alguna queja de que los primeros cristianos fuesen comunistas, envía una reclamación al Espíritu Santo.
30/11/11 1:18 PM
mateo
Envíale esa misma queja al Vaticano y al magisterio de la iglesia que te contradice sobre libertad y propiedad privada, indignado1 (ingnorante1).

Sucede cuando se leen las escrituras bajo la libre interpretación.
30/11/11 2:26 PM
indignado 1
Estimado mateo:

Ya veo que no eres nada partidario del comunismo o comunitarismo de la primitiva comunidad cristiana.

Dicho comunismo, ya he dicho que no puede asimilarse con el bolchevique y otros comunismos históricos de ideología atea y materialista. Es un comunismo especial de la comunidad cristiana, con sus propias señales de identidad.

Pero, te guste o no te guste, el Espíritu Santo inspiró a aquellos primeros cristianos, sumamente dóciles a sus inspiraciones y no como los de ahora que somos más bien liberales y relativistas, a que no considerasen ninguna cosa como propia sino como común
Sagrada Escritura dixit), ninguno actuaba por afán del vil y capitalista lucro y practicaban humildemente la obediencia económica apóstolica, pues ponían sus bienes a los pies de los Apóstoles y se conformaban con recibir lo que éstos les distribuían a cada uno según su necesidad.

Fué la edad de oro de la economía humana, bajo el impulso del Espíritu Santo. Se logró el ideal racional y moral de aportar cada uno según su capacidad y conformarse con lo preciso según su necesidad. Fué la aurea mediocritas a la que nos ordena el Sabio: No me des Señor ni riqueza ni pobreza, básteme una medianía.

Enfín, pido perdón a Nova y a usted si les he podido molestar con mi defensa del antigüo comunismo cristiano, pero estoy convencido de que la libertad y la propiedad privada, tal como la entiende el capitalismo es anticristiana y sólo nos va a traer miseria y primas de riesgo astro
30/11/11 5:02 PM
indignado 1
Sonia S:

Concuerdo con tu opinión de que en España la mayoría de los católicos han asumido plenamente la ideología liberal, sobre todo los católicos de las clases altas, cuadros técnicos, universitarios distinguidos y políticos católicos como los del PP, asi como gran parte de la ciudadanía de la clase media y baja.

Prueba de ello es que a los partidos de izquierda clásica los votan cuatro gatos, aunque presumiblemente les votarán más por efecto de la crisis económica, que dista mucho de haber tocado fondo.

Algunos católicos, que no somos muy bien vistos en ciertos ambientes, pensamos que ese liberalismo no es coherente con la doctrina evangélica y defendemos un cambio no hacia el comunismo bolchevique ni mucho menos, pero si hacía concepciones comunitaristas y solidarias de la economía, inspiradas en la organización de la primitiva comunidad cristiana, y que sólo en aspectos accidentales se parecen al comunismo histórico tipo soviético, cubano, chino, etc.

La DSI defiende la propiedad privada y la libre iniciativa individual, bases del capitalismo, pero por otra parte señala ciertos límites éticos a las mismas, y condena el capitalismo que se salta dichos límites.

A mi juicio, dichos límites son todavía un tanto imprecisos y contienen muchas lagunas. La DSI tendría que decirnos con mayor claridad y precisión cúal y cómo es el capitalismo evangélicamente correcto.

Mientras no lo haga, esos límites éticos quedan a la libre discusión de los católicos.
30/11/11 10:58 PM
Roi
Bellas palabras del Papa Pio XI,en las que concuerdo totalmente con el diagnóstico,y no tanto en el tratamiento,por motivos personales.

Ahora bien,las soluciones que propone indignado1 me parecen utópicas,pero en una buena dirección en lo profundo. Yo también estaría de acuerdo con una Iglesia que se ocupara más de los problemas generales de la gente,y no tan centrada en características sexuales o derivadas(homosexualidad,anticoncepción,aborto,etc). No soy creyente,pero me agradaría ver una Iglesia Católica en tales posiciones.

Y una pregunta al autor del artículo ¿A qué se refiere cuando dice "funcionario franquista Sampedro"?
1/12/11 12:24 PM
indignado 1
Nova:

Te pido sinceramente perdón por haberte dirigido en unos de mis comentarios la frase "Si tienes alguna queja de los primeros cristianos fuesen comunistas, envíale una queja al Espíritu Santo."

No te mereces en modo alguno tal exabrupto, perdón y ten la frase por no puesta. Lo que me ocurre es que me crispo a veces cuando veo la parsimonia y ambiguedad con que la Iglesia, a mi juicio, se comporta con rspecto al sistema económico capitalista.
En mi opinión tendría que ser más firme y audaz y actuar con más parresía en la condena de un sistema que, a mi juicio, contradice frontalmente la Ley de Dios y el Espíritu Evangélico.

En la Iglesia hay diversas concepciones y maneras de abordad el espinoso tema económico, y no es de extrañar que entre los infocatólicos afloren esas diversas sensibilidades. Eso demuestra que estamos vivos y que reflejamos también de alguna manera esa diversidad de concepciones y actitudes respecto a la economía.

Mateo: asumo plenamente el calificativo de "ignorante"
que me dirigiste, pues falso que en la primitiva comunidad cristiana "la propiedad privada estuviese practicamente anulada". Esa afirmación es ciertamente errónea y propia de un ignorante, por lo cual justamente me lo llamaste. Rectifico dicho error y me limito a afirmar que en la primitiva comunidad cristiana existía ciertamente la propiedad privada, pero sujeta a los límites de la caridad y sin los abusos que se dan en ella cuando se salta tales límites. Disculpas si os o
1/12/11 6:07 PM
indignado 1
Roi: Efectivamente soy un utópico y creo que es posible, conveniente y necesario otro modo de sociedad, de política y de economía. No estoy en modo alguno a gusto ni me siento contento con esta democracia liberal-capitalista. Mi ideal utópico es volver a la primitiva comunidad cristiana que para mí es la edad dorada de la política humana. Todos gobernados por el Espíritu Santo bajo la humilde obediencia, incluso en lo económico, a los Apóstoles como ministros visibles del Dios invisible.

Sin la utopía este mundo se me hace irrespirable.
1/12/11 6:34 PM
Fortis
Dos cosas: Primera, que el Vaticano es el que está más avanzado en el mundo en ideologías. Los mejor, más moderno y verdadero, primero sale del Vaticano. Segundo, que esta crisis económica es ficticia. Ha sido creada por algunos con el fin de matar gente porque dicen que sobran, ellos, pero no los que la promueven y así enriquecerse más y mejor. Esto es todo una grandísima trampa
2/12/11 12:02 PM
Néstor
La propiedad privada es un derecho natural. El comunismo no se pudo practicar en ninguna sociedad. Tampoco en la sociedad judía del tiempo de los Hechos de los Apóstoles, en la cual y gracias a la cual existía el grupo de los primeros cristianos. Chesterton decía que estaba contra el capitalismo porque estaba a favor de la propiedad privada. O sea, de la propiedad privada para todos y no solamente para un pequeño grupo.
2/12/11 2:28 PM
Néstor
No es la Iglesia la que se centra en la sexualidad, es que la campaña anti-vida y anti-familia, en el fondo, anti-población, se centra en ella y obliga a estar siempre hablando de ella.
2/12/11 2:31 PM
indignado 1
Estimado Néstor:

La propiedad privada es, ciertamente, un derecho natural, igual que la libre iniciativa privada o individual, Ambas son las bases del liberalismo y del capitalismo y, bajo este aspecto, no hay en ellos nada que objetar.

Pero no es menos cierto que tanto la propiedad privada como la libre iniciativa privada tienen que estar sujetas a la misma ley natural o ley de Dios, reconocible por nuestra razón e ilustrada por la Revelación para los que tenemos la suerte de tener Fe.

Si la propiedad privada y la libre iniciativa privada no se ajustan a los límites que impone la misma ley natural, en la que estriban y fundamentan, entonces se convierten en una propiedad privada injusta y en una iniciativa privada no libre sino libertina.

Al igual que comer y beber es de derecho natural, conforme con la ley de Dios, pero tales actos han de someterse a la misma ley natural y ley de Dios, no comiendo y bebiendo en exceso llevados por la gula y la intemperancia; así la propiedad y la libre iniciativa privada han de ajustarse también a dicha ley, no poseyendo bienes materiales en exceso en perjuicio de la necesidad de los otros ni actuando individualmente de forma que se lesionen los derechos de los demás.

En el liberalismo y capitalismo real, tanto la propiedad privada como la libre iniciativa personal no se sujetan, a mi juicio, en la práctica a la ley natural de Dios, pues es evidente que en dicho sistema se ve como la cosa más normal el tener exceso contra la
2/12/11 11:43 PM
Roi
Néstor,

En esta página he escuchado cientos de veces que Esperanza Aguirre permite el aborto,que si la píldora del día después,etc. Pero me llamó la atención que después de esta noticia:

http://www.diariodealcala.es/articulo/general/9428/esperanza-aguirre-aprobara-hoy-la-liberalizacion-del-horario-comercial

Me llamó la atención no ver nada relacionado con esta noticia(a lo mejor no busqué lo suficiente),y más teniendo en cuenta que la decisión de permitir abrir los domingos atenta directamente contra el tercer mandamiento.

Por tanto,no es que ciertas cosas no se traten en el seno de la ICAR,pero no se ven a través de los medios. Lo que transciende es casi siempre lo mismo.
3/12/11 1:11 PM
HILDE
Este escrito estaria muy bien si no fuera por las insinuaciones insultantes hacia Sampedro, Zapatero, etc....El insulto- siento decir- no es nada cristiano y menos en un lugar que parece católico aunque.....Así que esto desvirtua todo el artículo, según mi modesto punto de vista..Por lo demás : perfecto.
3/12/11 3:57 PM
Chimo Vice
Roi, te sugiero respetuosamente que dejes de utilizar el acrónimo ICAR, es de muy mal gusto.

Si los medios de comunicación no informan o informan incorrectamente sobre algunas cuestiones relativas a la propuesta católica dirígete a ellos y no culpes al agredido.

Por cierto, un aspecto fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia es poner en el centro a la persona, su valor infinito y su dignidad incondicional, por tanto se le reconoce como sujeto libre y racional para adoptar decisiones y asumir la responsabilidad de sus actos. No somos, por tanto "buenos por naturaleza y las estructuras de poder nos hacen malos" como diria el "ilustrado" Rousseau.

En este sentido, la DSI reconoce el caracter subsidiario del estado y de los poderes públicos respecto a quien le corresponde la iniciativa que es a la persona y a las instituciones naturales.
3/12/11 7:59 PM
indignado 1
La propiedad privada, como su propio nombre indica, no debería rebasar, salvo quizá algún caso excepcional y muy controlado, la cantidad de bienes que necesita la persona individual o privada para su subsistencia.

Es un absurdo llamar privada a una propiedad que abarca una cuantía o magnitud de bienes economicos que rebasa con mucho lo que necesita la persona privada para subsistir.

Una propiedad que se extiende a una magnitud de bienes con la que podrían vivir cientos e incluso miles de personas, mas que privada merece el nombre de superprivada. Pensemos, por ejemplo, en los grandes millonarios, cuya fortuna les daría para vivir cien o más vidas que viviesen, mientras que aquí y ahora hay gente que se muere de hambre.

Un tipo de sociedad y de economía en que el amasamiento de estas grandes fortunas se considera y se permite como lo más normal y se alienta además a ello como estímulo y logro del éxito, no puede ser aceptada sin una profunda crítica por un cristiano.

Empeñarse en llamar privada a este tipo de propiedad, que posee bienes con los cuales podrían subsistir cientos o miles de personas, es un eufemismo o abuso del lenguaje.

No, decididamente, no me gusta un pelo este sistema liberal capitalista. La propiedad privada es un derecho fundamental de la persona, de acuerdo, pero ¿es correcto éticamente permitirla, exaltarla y defenderla hasta los extremos en que lo hace nuestro triunfante sistema capitalista?
3/12/11 10:40 PM
Nova
Indignado 1, no te preocupes. Te agradezco las disculpas. Estos lances se producen a veces, pero no le doy mayor importancia.

A mí, el término "comunismo" me da, no ya un cierto yuyu, sino un super-yuyu por el tema bolchevique. Prefiero el término "comunitarismo", efectivamente.

El sistema de los primeros cristianos me parece muy loable, pero no es lo mismo una comunidad de cinco mil cristianos (el número de convertidos el día de Pentecostés) que una comunidad de más de mil millones de católicos. Además, creo recordar que no era obligatorio poner en común los bienes propios con la comunidad cristiana. Lo hacía quien quería.

Yo, en estos temas, prefiero fiarme de la Doctrina Social de la Iglesia. Entiendo que la propiedad privada no está reñida con la caridad y es compatible con la generosidad con el prójimo necesitado y la ayuda a la Iglesia.

Respecto al capitalismo financiero y especulativo, tiene graves carencias, como se está viendo en estos tiempos. Pero el problema está, creo yo, no ya en que el sistema sea así o asá, sino sobre todo, en uno de los pecados capitales: La avaricia. A ella se ha referido hace poco el Santo Padre, precisamente.
3/12/11 11:17 PM

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