Dios y el César

Hacer que todo lo gobierne Dios es ignorar que hay que dar al César lo que es del César. Prescindir de Dios o de todo influjo de la religión en la marcha de la sociedad es cerrarse al influjo benéfico que el hombre recibe de Dios a través de la religión

En el evangelio de este domingo Jesús ha sentado un principio de enormes consecuencias para la vida social de los pueblos y de las naciones, que están compuestas por personas individuales: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22,21). Se trata de un principio prepolítico de importancia capital, también en nuestros días. Muchos de los conflictos que hoy se originan en la convivencia social provienen de no respetar este principio que Cristo ha introducido en la historia y en la convivencia de los hombres y que es un principio que está al alcance de la razón humana.

Dios es el Creador del universo y también el que ha dotado al hombre de la capacidad de convivir socialmente. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios es un ser social por naturaleza. Y en la sociedad nos encontramos personas de todo tipo, unos creyentes, otros no. Unos tienen esta religión, otros la otra. No todo es igual ni todo vale lo mismo. Ni hemos de dejar a cada uno con la suya en un relativismo con apariencia de tolerancia que todo lo devalúa. A esto se añade la actitud de aquellos que quieren prescindir de Dios y les molesta todo lo que se refiere a Dios, pasando a una actitud excluyente y a veces de ataque a todo lo religioso, sobre todo si se trata de la religión católica. La verdad ha de ser buscada infatigablemente, y el corazón humano es capaz de alcanzarla, máxime cuando Dios ha salido al encuentro del hombre para comunicárnosla.

“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. La convivencia humana tiene sus leyes propias y su autonomía, que todos hemos de respetar. Pero tales leyes tienen su fuente propia y su propio límite. La autonomía de las realidades temporales significa que la autoridad civil ha de regular la convivencia de todos los ciudadanos a través de los órganos propios de gobierno, pero ha de hacerlo en el respeto a la ley natural y al derecho natural, accesible a toda razón humana.

“El cristianismo nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho revelado, un ordenamiento jurídico derivado de la revelación, sino que se ha remitido a la naturaleza y a la razón como verdaderas fuentes del derecho”, recordaba Benedicto XVI al Parlamento alemán recientemente (22.09.2011). Por eso, gran parte de la materia que ha de regularse jurídicamente puede tener como criterio el de la mayoría, pero en cuestiones fundamentales en las que está en juego la dignidad del hombre, el principio de la mayoría no basta. Se hace necesario el recurso al derecho natural, de manera que las leyes no vayan nunca en contra del hombre.

Hacer que todo lo gobierne Dios es ignorar que hay que dar al César lo que es del César. Prescindir de Dios o de todo influjo de la religión en la marcha de la sociedad es cerrarse al influjo benéfico que el hombre recibe de Dios a través de la religión. El mundo contemporáneo necesita recordar este principio evangélico, que es el fundamento de la libertad religiosa, de la autonomía de las realidades temporales y en definitiva del derecho natural, accesible a la razón de todos los humanos. Sofocar toda relación con Dios so pretexto de autonomía humana, como hace la razón positivista, es como cerrarnos en un edificio de cemento armado sin ventanas, en el que logramos el clima y la luz por nosotros mismos, sin querer recibir ya ambas cosas del gran mundode Dios. Es necesario abrir en nuestra época las ventanas a Dios, que no suprime los derechos del César, sino que los garantiza en una libertad que el hombre sólo alcanza cuando tiene a Dios.

Recibid mi afecto y mi bendición.

 

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

11 comentarios

jose bascones
Don Demetrio dice muy bien:

"Sofocar toda relación con Dios so pretexto de autonomía humana, como hace la razón positivista, es como encerrarnos en un edificio de cemento armado sin ventanas, en el que logramos el clima y la luz por nosotros mismos, sin querer ya recibir ambas cosas del gran mundo de Dios."

"Es necesario abrir en nuestra época las ventanas a Dios, que no suprime los derechos del César, sino que los garantiza en una libertad que el hombre sólo alcanza cuando tiene a Dios."

Muy bien por este Sr. Obispo que tiene las ideas claras y nos las transmite a todos sin componendas.

Deja muy claro Don Demetrio que el César no puede nunca actúar en contra de la Ley Natural, la cual es la expresión reconocible por la intelegencia humana de la voluntad de Dios.

En cuestiones fundamentales, nos dice Don Demetrio, no se puede regir la sociedad ni los políticos católicos por el criterio de la mayoría democrática.

Antes que la soberanía popular democrática esta la Soberanía Política de la Voluntad de Dios.

La democracia no lo es todo en política para un verdadero católico: Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres; por muy democrática que sea la ley humana si vulnera o contradice la Ley de Dios hay que optar sin dudarlo por la Ley de Dios.

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Por eso al votar en las elecciones debemos hacerlo a los partidos que no vulneren la Ley de Dios en materia grave. El PP la vulnera, luego no votarl
14/10/11 12:41 PM
Gaby
¿Y qué cosa no es de Dios?

Argumentar que la frase "al César lo que es de César" justifica la independencia del poder civil del poder de Dios es muy bonito en política, pero débil ante la fe. Al Gobierno civil se le deben impuestos. Y nada más.

Ninguna "corrección política" nos obliga a obedecer leyes injustas, aunque por caridad aceptemos vivir entre paganos e impíos, evangelizándolos, de ser posible; aceptando la cárcel y el martirio si fuera necesario. Pero al César, sus impuestos, que en el fondo, es lo único que le importa. Ni un ápice más.
14/10/11 1:24 PM
Gregory
Es importante el orden en la sociedad, lo contrario es la anarquia cuyas predicas son bonitas pero sus practicas crean el caos, Dad al cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios nos recuerda la importancia del orden en el mundo en la sociedad, el respeto a la conciencia no siempre respetado pero muchas veces cacareado.
14/10/11 6:07 PM
Luis Fernando
Mensaje para quien ya sabe:
Ese nombre no tiene lugar en este portal católico.
14/10/11 8:05 PM
Liliana
A DIOS lo que es de DIOS, Todo lo Bueno, al Cesar lo que es del Cesar, administración y servicio según la voluntad de Dios para el bien en común.
Dice el Señor sin mí, nada pueden hacer.
15/10/11 9:22 PM
jose bascones
A los políticos les incumbe legislar y administrar los asuntos temporales, pero siempre con sujección a la Ley de Dios.

Mientras realicen tal legislación y administración de lo temporal en el marco del respeto a la Ley Natural, que es la expressión de la Voluntad de Dios reconocible por la luz de la humana razón, están actuando dentro de los límites propios del César, pero si contrarían la Ley Natural están arrogándose los atributos que son propios de Dios.

En tal caso los políticos usurpan el puesto que corresponde a Dios, transgreden los justos límites de la política y juegan a ser ellos mismos dioses y aprendices de brujo.

Por lo tanto si ellos se inmiscuyen indebidamente en el dominio que es propio de Dios, que no se extrañen si los hombres y mujeres religiosos se lo hechamos en cara y les exhortamos a que vuelvan a su debido lugar de Césares.

Cuando el César se arroga los atributos de Dios, se convierte en un diablo usurpador de lugar de Dios, y por tanto los Obispos y fieles comprometidos, al advertíselo, no nos estamos metiendo en política, sino que son los políticos los que se han metido en la religión como elefantes en una tienda de fina porcelana.
15/10/11 10:29 PM
Andrés-Eduardo Luis
La adquisición de conciencia por la vida permite prever el futuro y prepararse para él. Antes de la aparición evolutiva de la conciencia, la vida, por mecanismos automáticos, se adaptaba a las circunstancias impuestas por la naturaleza. Adaptarse es mantenerse en unas condiciones compatibles con la vida. Si las condiciones no son favorables la vida no existe. La vida inconsciente constantemente y de manera automática se adapta a las condiciones naturales, por eso hay épocas de: emigraciones, vida de resistencia, “sueño” invernal, caída de la hoja, floración, épocas de celo, gestación, partos, vida activa, …. La vida humana al poder prever el futuro, previene y modifica el ambiente adaptándolo a sus condiciones de vida. Al darnos tantas ventajas, para el mantenimiento homeostático imprescindible para la vida, nuestra naturaleza de conscientes fue seleccionada por la evolución para la especie humana.
He leído que cuando un embrión se concebía en la trompa de Falopio, embarazo ectópico, y que producía por intensa hemorragia la muerte de la madre, con esta frase: “mejor dos muertes naturales que un asesinato” la jerarquía impedía la intervención quirúrgica que extirpaba al embrión. Hoy esto gracias a Dios está solucionado y la jerarquía no se opone como sí hacía antes, a la intervención. En cambio, en caso de que ese embrión se pudiera nuevamente, de forma artificial, concebir en el útero sí se opone la jerarquía porque el niño sufre una violación de sus derecho
16/10/11 11:38 AM
Andrés-Eduardo Luis
continuación
porque el niño sufre una violación de sus derechos ya que un extraño genético transfiere el embrión y la madre, paradógicamente se convertiría en madre subrogada de su propio hijo. Ocurre igual que si una madre quiere rescatar a sus hijos congelados de la “lata de concentración” producidos por FIV homóloga, el niño ahora sufre una segunda violación de sus derechos a través de la transferencia, por extraño genético, por esto, heteróloga de embriones ya que la primera fue la FIV. También se opone la jerarquía cuando un matrimonio sabe que siempre, porque la naturaleza puede ser chapucera, envía sus hijos en vida germinal a un inadecuado ambiente, o sea , al exterminio, en aras de un principio de dignidad humana no se puede cambiar por FIV el ambiente de exterminio por el ambiente de la vida, porque es mejor el exterminio que dos violaciones de sus derechos uno por FIV y otro por transferencia heteróloga. No entiendo cuando expresa “.. el derecho natural, accesible a toda razón humana”. La adquisición de mi conciencia era para modificar el ambiente al que se pudiera mejor adaptar la vida antes que dejarla que se extermine. Creo que la vida humana no es ni para el derecho ni para la dignidad, y por estos dos términos se extermina; más bien es al contrario tanto la dignidad como el derecho son para la vida humana.
16/10/11 3:13 PM
jose bascones
Aunque la Iglesia pueda haberse equivocado a veces en temas concretos, ello no quiere decir que el César tenga derecho alguno a extralimitarse de su papel de César y usurpar el lugar de Dios, dictando lo que es bueno y lo que es malo.

El César a lo suyo, que es ordenar los asuntos temporales de acuerdo a como lo manda Dios, pero nunca en contra de la Ley de Dios.

Si el César desprecia la Ley de Dios, reconocible por la razón humana e ilustrada por la Santa Madre Iglesia, y se atreve a decidir lo que es malo y lo que es bueno en contra de lo definido por Dios y por la Iglesia, hay que llamarle al orden y que se dedique a su estricta competencia de ordenar los asuntos temporales de acuerdo con la Ley de Dios y obedeciendo humildemente los dictados de la Santa Madre Iglesia.
16/10/11 6:39 PM
Agamenón
Si alguien es capaz de explicarme en breves palabras lo que ha querido decir Andrés-Eduardo Luis, se lo agradecería.
16/10/11 8:49 PM
Gaby
@Agamenón: Entendí que Andres-Eduardo Luis pretende decir que el derecho evoluciona, avanzando luego para decir que lo que hoy es justo mañana podría no serlo.

No es que comparta su opinión, nada más es que eso entendí.
17/10/11 1:33 AM

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