(Terra/InfoCatólica) El Congreso ha iniciado los debates preliminares sobre esta ley de planificación familiar, objeto de una campaña condenatoria por parte de la Iglesia Católica.
El mandatario, católico practicante, se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de la medida, a lo que la Conferencia Episcopal ha respondido con la amenaza de excomulgarle.
Según Aquino, la ley no debe permitir el aborto y se debe centrar en la educación de la pareja sobre la responsabilidad que conlleva tener hijos y en ofrecer distintas opciones de planificación familiar, incluido el empleo de los anticonceptivos.
Naciones Unidas presiona a favor de la anticoncepción
Un informe hecho público por las Naciones Unidas este año advertió de que el fuerte crecimiento económico de Filipinas (7,6 por ciento en 2010) no favorecerá a los pobres hasta que haya una política de control de la natalidad en el país, cuyo índice de fecundidad es de 3,19 niños por mujer.
Varios líderes católicos también han amenazado al Gobierno con promover una campaña contra el pago de impuestos en caso de que la ley sea finalmente aprobada, pues consideran que los anticonceptivos son una forma de aborto -lo cual es cierto en algunos supuestos, como con el uso del DIU-, cuya práctica es ilegal en Filipinas aunque se lleva a cabo con regularidad de forma clandestina.
En un país donde el 80 por ciento de los más de 94 millones de habitantes es católico, los obispos han contribuido a que ninguna iniciativa sobre anticonceptivos haya conseguido aprobarse desde las primeras propuestas en los años 90.