(AlianzaTex) Alegre, tranquilo y sonriente, el arzobispo arribó al recinto en donde ya lo esperaba el gobernador, Emilio González Márquez, el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán, Pérez Pelaez, empresarios, laicos, sacerdotes y religiosos que se dieron cita para acompañar al purpurado en este evento.
El concierto estuvo integrado por un programa musical que incluyó piezas de Mozart, Beethoven, Arturo Márquez, entre otros, al final, el gobernador entregó un reconocimiento al Cardenal “por una vida generosa al servicio de la sociedad jalisciense”.
González Márquez, recordó que Jalisco ha contado con grandes hombres de fe y de obras que han encabezado la Arquidiócesis de Guadalajara, como Fray Antonio Alcalde y el Obispo Cabañas.
“Obras como el Hospital Civil, la Universidad de Guadalajara, el Hospicio Cabañas y Cáritas son muestras del gran compromiso que los pastores católicos de Jalisco han tenido hacia este pueblo”, afirmó Emilio González.
Sin miedo a la religión
El gobernador, aseguró que en una sociedad plural no se debe tener miedo a las iglesias y a la religión, y que la presencia de éstas no debe ser percibida como una injerencia, sino como una posibilidad de edificación común de la sociedad civil.
“Sólo en esta apertura a la realidad del hombre, podemos dejar atrás los lastres que por años han dejado las ideologías y podremos entonces construir una sociedad más tolerante, más incluyente, más justa, más libre y con una firme convicción por la defensa de los derechos humanos de todos”, indicó.
Añadió que a partir de este homenaje, es oportuno reflexionar sobre la misión que los obispos han realizado en nuestra comunidad.
Agregó que la historia de la entidad contará cómo el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez ayudó a fomentar una sociedad más humana, fraterna, justa y solidaria.
“Le reconocemos y agradecemos señor Cardenal, los sacrificios que ha representado su vida consagrada, su fidelidad a su vocación, su trabajo en pro de la formación de gente de bien y el sostenimiento de las comunidades católicas en Jalisco, que tanto dan en educación, en asistencia social, en salud, en atención a los pobres y marginados”, concluyó.
En su intervención, el purpurado agradeció el homenaje y quiso derivarlo a quien en realidad lo merece: la Iglesia en Guadalajara, es decir, la comunidad de creyentes en Cristo. Destacó que la huella de la Iglesia Católica en la identidad tapatía debe seguir para las demás generaciones, como ha quedado de parte de las anteriores en diversas instituciones de innegable trascendencia social, como el Hospital Civil, el Hospicio Cabañas y la anterior Universidad de Guadalajara, junto con el Seminario de San José, una organización educativa con 315 años de historia.
Al finalizar el concierto, se ofreció una cena en el patio del Instituto Cultural Cabañas y en la explanada de la Plaza Liberación, se realizó una verbena popular, para los que siguieron el homenaje a través de unas pantallas que se instalaron.
