(InfoCatólica) Fr. Twomey ha declarado que todos los obispos elegidos antes de la llegada de Mons. Diarmuid Martin a la archidiócesis de Dublín en el año 2003, deberían presentar su dimisión, incluso aunque entre ellos haya muy buenos prelados.
El religioso afirmó estar absolutamente indignado tras leer el informe Cloyne y aseguró que la conducta del obispo John Magee fue absolutamente nefasta, llena de incompetencia y mentiras. “Puedo entender la indignación la indignación de la gente. Los más enfadados son precisamente aquellos que han permanecido fieles a la Iglesia. Están destrozados, por decirlo suavemente”.
El informe hecho público la semana pasada demuestra que hubo desavenencias entre los obispos irlandeses acerca de cuál debería ser el futuro de Mons. Magee. Mientras que Mons. Martin, arzobispo de Dublín, pidió su renuncia, el cardenal Seán Brady insistió en que permaneciera en su diócesis.
El gobierno irlandés, indignado con la Iglesia
Por su parte, el primer ministro irlandés acusó ayer al Vaticano de intentar minimizar los escándalos de abusos sexuales y tortura a niños irlandeses. Enda Kenny declaró en el parlamento, que el Informe Cloyne ha expuesto los intentos del Vaticano de frustrar las investigaciones de los abusos. Y añadió que la Santa Sede parece más interesada en mantener el poder de la iglesia que en enfrentarse a los religiosos y curas culpables del escándalo.