(E.Armora/L.Daniele/ABC) El toque de atención del Vaticano a la Iglesia catalana por la práctica de abortos en hospitales con representación eclesiástica “marca un antes y un después” en la crisis generada por el asunto en el seno de esta institución. Así lo cree el padre Custodio Ballester, a quien va dirigida la primera carta de la Santa Sede en la que se posiciona sobre la cuestión.
Tal como publicó ayer ABC, el Vaticano envió el 6 de junio una carta al padre Custodio Ballester en respuesta a la documentación que éste le entregó el pasado mayo, en la que acredita que se llevan a cabo estas intervenciones en determinados centros catalanes. En la nota, el Vaticano censura la práctica de abortos en los citados hospitales (Sant Pau de Barcelona y los de Granollers y Sant Celoni) y expresa la “preocupación” de la Iglesia Universal por este problema. Asimismo, el dicasterio que respondió al religioso exhorta a los responsables a “buscar una solución” urgente.
A juicio del padre Ballester, “los obispos catalanes ya no van a poder silenciar más esta situación y deben tomar urgentemente cartas en el asunto”. En declaraciones a ABC, el sacerdote indicó que el Arzobispado de Barcelona, que hasta ayer no se había pronunciado sobre el asunto, “debe tomar una decisión contundente que pasa porque abandone el Hospital de Sant Pau o porque intente que se dejen de practicar abortos en su seno». Su opinión la comparten otros sacerdotes y asociaciones pro-vida representadas en la “Plataforma Cataluña Vida Sí”.
La Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC) exige también una respuesta a esta “situación ya insostenible”. El presidente de la FIAMC y miembro del Consejo Pontificio de Pastoral Sanitaria del Vaticano, José María Simón, denunció ayer el mutismo del Arzobispado de Barcelona y exigió que “dejen de practicarse abortos en el Sant Pau y se dé orientación y apoyo a las personas que decidan tirar adelante un embarazo”.
Su impresión y la de otros sacerdotes es que “la voluntad de la actual Administración (CiU) es que dejen de practicarse abortos en este hospital”, suscribiendo así lo afirmado el lunes por el Arzobispado. El cardenal Lluis Martínez Sistach declinó ayer hablar sobre el tema. “No sé nada”, se limitó a decir a los periodistas a su llegada a la Conferencia Episcopal para participar en la reunión de la Comisión Permanente que tiene lugar estos días en Madrid.