(Efe/InfoCatólica) Seis líderes de la comunidad eclesial evangélica llevan más de un mes sin poder salir de sus casas por orden de la policía pequinesa.
El pasado 10 de abril, en su primer intento de celebrar un culto religioso en una plaza de Pekín, la policía detuvo a 169 feligreses y, desde entonces, las detenciones han continuado, aunque el número ha ido cayendo por los arrestos domiciliarios de los protestantes.
La iglesia, que cuenta con unos 1.000 feligreses, insiste en que continuará con sus cultos al aire libre hasta que las autoridades den un permiso oficial para celebrarlas en el local que compraron en el 2009 y en el que no les han permitido instalarse.
Los pastores de Shouwang entregaron hace dos semanas una carta a la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) en la que piden una reforma constitucional que reconozca las reuniones de protestantes para leer la Biblia, consideradas ilegales por el régimen.
El Gobierno chino sí permite grupos budistas, taoístas, católicos, musulmanes y confucionistas bajo la tutela del Partido Comunista de China (PCCh)