(Fides/InfoCatólica) “Quisiera destacar - continúa el Vicario Apostólico de Trípoli - que el bombardeo no es un acto dictado por la conciencia moral y civil de Occidente o de la humanidad en general. Bombardear siempre es un acto inmoral. Respeto a las Naciones Unidas, respeto a la OTAN, pero tengo que declarar que la guerra es inmoral. Si hay violaciónes de los derechos humanos por una parte, no puedo utilizar el mismo método para detenerlas. Como cristiano tengo que usar métodos pacíficos, en primer lugar el diálogo”.
“Recuerdo que el Papa Juan Pablo II estableció las relaciones diplomáticas con Libia, mientras que se encontraba aun bajo embargo. Esto es para demostrar que el método para resolver los problemas no son las guerras y tampoco los embargos, sino el diálogo diplomático", concluye Mons. Martinelli, expresando su pleno apoyo a la Declaración Conjunta de la Comisión Episcopal del Mediterráneo-Magreb-Europa, sobre la guerra en Libia y sobre el tema de los migrantes