(Fides/InfoCatólica) “En particular, en el distrito de Buslim, a causa de los bombardeos, se ha derrumbado una casa civil, provocando la muerte de 40 personas. Ayer comunique que los bombardeos golpearon, aunque indirectamente, algunos hospitales. Quiero precisar que uno de estos hospitales está en Misda”, aseguró Mons. Martinelli.
Según ha publicado Euronews, en Misda, al sur de Trípoli, la explosión de un deposito de municiones bombardeado durante una redada, también ha provocado daños a hospital y varias casas, provocando 13 heridos, según fuentes médicas.
“Aunque es cierto que los bombardeos parecen ser muy específicos, al atacar objetivos militares que están en medio de barrios civiles se provocan daños a la población”, dice Mons. Martinelli.
El Vicario Apostólico asegura que “la situación en Trípoli es cada vez más difícil. La escasez de combustible se ha agravado, como muestran las colas interminables de coches en las gasolineras. En el plano militar da la sensación de que nos encontramos ante un callejón sin salida, porque los rebeldes no parecen tener la fuerza suficiente para avanzar. Por eso digo que la solución diplomática es la mejor manera de poner fin al derramamiento de sangre entre los libios, ofreciendo a Gadafi una vía de salida digna”.
La deserción reciente del Ministro de Relaciones Exteriores y ex jefe de los servicios secretos exteriores de Libia, Moussa Koussi, ha sido interpretado por muchos como un signo de la presencia de fuertes divisiones dentro del régimen. “Moussa Koussi ha sido, sin ninguna duda, uno de los pilares del poder”, confirma Mons. Martinelli. “Su deserción tal vez se debe a la línea incoherente que ha mantenido en las últimas semanas con respecto a la ONU”.