En 2010 la organización católica atendió a 150.000 «sin papeles»

Cáritas denuncia que la policía entra cada vez más en sus centros para buscar inmigrantes ilegales

Cáritas expresó ayer su preocupación por el «considerable aumento» que han experimentado los controles sin previo aviso realizados por las Fuerzas de Seguridad en los centros diocesanos que acogen a personas amenazadas de exclusión, muchas de ellas inmigrantes en situación irregular. La denuncia, formulada durante la presentación del informe anual sobre los extracomunitarios que acuden a la ONG de la Iglesia, tuvo lugar apenas dos días después de que la ONU emplazara al Ministerio del Interior a acabar con las redadas «basadas en perfiles étnicos».

(El Correo) Cáritas alertó de que en un tercio de las 54 oficinas que tiene repartidas por toda España, las visitas por sorpresa y los “controles selectivos” de identificación se duplicaron durante el pasado año. Y no sólo en las mismas sedes, sino también en otros sitios donde se llevan a cabo proyectos y tareas asistenciales. Una explicación de lo ocurrido es que los extranjeros son mayoritarios entre las personas desfavorecidas que piden ayuda a los voluntarios de Cáritas. De los casi 800.000 individuos que fueron auxiliados por esa entidad durante 2010, algo más de la mitad eran foráneos y un tercio de éstos últimos -aproximadamente unos 150.000- no tenía los papeles en regla, al haber perdido un empleo, al no encontrarlo y también a causa de la “rigidez” de las autoridades para facilitar la documentación en regla.

A la vista del incremento de la presión policial, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora recordó ayer a Interior que las sedes de esa entidad “deberían ser sitios seguros a los que nadie tenga miedo de ir”. Mora reveló que la Policía está girando visitas a los directores de los centros para pedirles que identifiquen a algunas de las personas atendidas, algo a lo que el personal se niega en redondo, salvo que exista una orden judicial o se haya cometido un delito.

Efecto nocivo

“Si los controles son selectivos y discriminatorios -denunció el responsable de Cáritas- sólo producen un efecto nocivo, tanto entre la población autóctona como la inmigrante”. A juicio de la ONG, la actitud de los funcionarios policiales, unida a la mala situación de la economía y al “endurecimiento” del discurso político en España, puede generar una “fractura social”.

La política de Extranjería en España no sólo ha alarmado a las ONG, sino al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU. En un documento fechado el pasado 10 de marzo, ese organismo ha instado al Gobierno de Zapatero a erradicar las detenciones masivas de inmigrantes en situación ilegal. Esos arrestos se derivan de una polémica circular distribuida por el Ministerio del Interior el 25 de enero de 2010, en la que se ordena a la Policía que detenga a todo extracomunitario que no pueda identificarse de inmediato.

En este sentido, Cáritas llamó la atención sobre los problemas que están encontrando los extranjeros no sólo para regularizarse, sino para acceder siquiera al padrón municipal, requisito necesario para acceder a la sanidad, la educación y los subsidios. Según Sebastián Moral, el desempleo de larga duración, la explotación laboral y la precaria situación jurídica de los inmigrantes -que al perder un trabajo también pueden quedarse sin papeles- son problemas “más graves” incluso que los controles policiales, los cuales si bien “no son buenos ni convenientes”, ya que se producen en un clima de “total normalidad”.

Menos recursos

El informe de Cáritas advierte, igualmente, sobre el “drástico recorte” que han sufrido los servicios públicos de integración y atención primaria para los extracomunitarios, a pesar de que la tasa de paro de ese colectivo asciende al 30%, un índice mayor incluso que el de los españoles (18%), de por sí el más elevado de Europa. Los autores del estudio recuerdan que las dificultades para saldar deudas o pagar hipotecas están dejando sin alojamiento no sólo a nacionales, sino a un buen número de extracomunitarios, lo que multiplica el hacinamiento y la aceptación de cualquier ocupación para sobrevivir.

Por regla general, los extranjeros solicitan información a Cáritas “una o dos veces al año” o incluso “una vez por trimestre”, pero en las oficinas de Las Palmas, Segorbe-Castellón y Mondoñedo-Ferrol la frecuencia es mayor.

 

13 comentarios

Nicolás
¿Y qué tienen de malo esos controles? ¿No se hacen controles en el metro de Madrid? Si son ilegales, ¿no tienen que ser expulsados?
18/03/11 11:19 AM
max kolbe
"Fui extranjero y me acogisteis..." (Mt 25)
Nicolás, sin leer el Evangelio y creer a Jesús, y que lo que Él dice es posible, es imposible que lo entiendas.
Que pena que tantos que se llaman cristianos crean más en las leyes de este mundo que en la Ley suprema del Amor.
Les pasa a los que justifican el aborto aduciendo legalidad y les pasa a los que, como en este caso, justifican la ley de extranjería.
Como bien dice san Pedro, nosotros obedecemos antes a Dios que a nadie.
18/03/11 12:00 PM
Luis López
No creo que sea incompatible la caridad cristiana con la aplicación rigurosa de la Ley de extranjería. Como cristiano tengo la obligación de acoger y ayudar en la medida de mis posibilidades a cada uno de los "sinpapeles" que pueda conocer, pero como ciudadano no puedo admitir la entrada de extranjeros irregulares, pues supondría premiar la ilegalidad, favorecer las mafias, aparte de que las consecuencias sociales serían muy peligrosas.

Pero si a mi puerta viene un irregular mi obligación cristiana es ayudale, no denunciarle.
18/03/11 1:06 PM
gringo
Lo que denuncia CARITAS es que al hacer controles en los comedores, los inmigrantes no se atrevn a ir por miedo, así que acaban pasando hambre. Y añado yo que probablemente se verán obligados a delinquir para comer.
Hay muchas formas de hacer las cosas. Se pueden buscar ilegales en muchos otros sitios, como por ejemplo en los andamios y bares donde curran sin contrato y de paso detener también a los españoles que los emplean, así se matarían dos pájaros de un tiro y se haría algo realmente útil: combatir la economía sumergida.
Es realmente patético que se persiga a los últimos de la sociedad: los inmigrantes que pasan hambre.
Y es curioso cómo reaccionan los que se debaten entre su apariencia cristiana y sus sentimientos racistas.
18/03/11 6:07 PM
Nicolás
Gringo, no sé qué tiene que ver cumplir la ley con ser racista. Si la ley establece la expulsión de los indocumentados, ¿es eso racismo? Le recuerdo que es una ley aprobada por el PSOE, y que está aplicando el Gobierno de Zapatero y de Rubalcaba. Yo he visto esos controles en el metro de Madrid.

Por cierto, en otros hilos usted nos echa en cara a los cristianos que pretendamos que nuestra fe nos permita oponernos a las leyes aprobadas democráticamente, etc, etc, etc. Y en este caso me llama racista porque pido que se aplique una de esas leyes. ¿Se da cuenta de su contradicción?

A Luis y Max: Una cosa es dar de comer a quien tiene hambre y otra cosa es el desmadre que todos sabemos que se ha producido en España con la inmigración.
Precisamente, esa laxitud acarrea más inmigración, más muertes, más conflictos, más problemas...
18/03/11 6:47 PM
Nicolás
Ah, en una cosa estoy de acuerdo con usted, Gringo: perseguir a los empresarios que dan empleo a inmigrantes sin contrato... y también a españoles.

Parece que se olvida de que la economía sumergida existía antes de la oleada inmigratoria.

¿Los últimos de la sociedad son los inmigrantes que pasan hambre? Bueno, ellos han venido voluntariamente de países en los que no están muriéndose hambre (pasan necesidades, pero no hambrunas). Quizás los últimos sean los ancianos abandonados, las familias deshauciadas... Me parece absurdo discutir por este asunto.
18/03/11 6:48 PM
Amadeus
En absoluto me parece mal que la Policía busque inmigrantes ilegales, lo que me parece mal es que no los expulsen a sus paises de origen.
18/03/11 9:19 PM
Luis Fernando
Hoy el troll anda por Pachuca. Pobre diablo.
18/03/11 10:36 PM
Luis López
Gringo, ¿Insinúa Vd. que no debe de haber límites a la inmigración, y que da igual que se entre en un país, de manera legal que ilegalmente? Evidentemente, si Vd. piensa así, no tiene ni idea de lo que está diciendo. Es una faceta más del pensamiento débil e infantiloide de la izquierda.

No sé si de da cuenta pero Vd. está llamando racista a todos los gobiernos de occidente (sean de izquierda y de derecha), que fijan condiciones y límites a la inmigración. Está llamando racista a Felipe González por la Ley de Extranjería de 1.985, a Aznar por la de 2.000 a y Zapatero por el Reglamento del 2.004, y a todos los gobernadores civiles de España (la mayoría del PSOE) que diariamente firman cientos de expedientes de expulsión.
19/03/11 11:47 AM
Bruno
"Lo que denuncia CARITAS es que al hacer controles en los comedores, los inmigrantes no se atreven a ir por miedo, así que acaban pasando hambre. Y añado yo que probablemente se verán obligados a delinquir para comer".

Creo que Gringo ha señalado muy bien en esa frase el fundamento esencial de la actitud de Caritas. Igual que antiguamente las iglesias eran un santuario para los que escapaban de sus enemigos, es bueno que los comedores de Caritas sean hoy un lugar al que puedan acudir sin miedo los inmigrantes.

Las políticas de inmigración deben tener otros lugares de aplicación. Cuando hay hambre, todos somos iguales (y ante Dios también).
19/03/11 12:40 PM
Leo
La sola idea de alguien es 'ilegal' o 'sin papeles', ya suena repulsiva. Y más aún, el que por esa razón legal, la persona sea diferente al resto de los demás.

Que pena es ver este tipo de comentarios en una página de católicos, que tanto se oponen y chillan por las leyes de ingeniería social de ZP, pero que si quieren la mano dura de la ley contra 'los otros'.

Por esta forma de pensar de la mayoría de los españoles, es que los inmigrantes aquí no les queda otra que refugiarse en sus propios compatriotas y vivir casi que en guettos, por lo que siempre habrá esa rivalidad entre 'ellos y nosotros', nunca llegarán a integrarse y siempre habrá ese resentimiento y desconfianza latente de parte y parte.

Está muy bien justificado el que expulsen a inmigrantes que comentan delitos, y que haya ciertos beneficios que sean solo para los ciudadanos de un país (otro error que hay que corregir en España), pero eso queda muy lejos, de hacerle la vida imposible a una persona por el 'crimen' de pisar el suelo de un país por más tiempo del autorizado, o el que la policía salga específicamente a buscar el rostro o el acento extranjero para pedir identificación; eso señores, es racismo y punto; por no hablar de ensañamiento.

El evangelio es muy claro respecto al trato de los extranjeros, y en el Antiguo Testamento, hasta los judíos tenían prohibido hacer trabajar al extranjero en el día de responso.
19/03/11 4:41 PM
Javiergo
Estoy totalmente de acuerdo con Nicolás. No se puede permitir que los inmigrantes ilegales permanezcan en tal situación irregular dentro de nuestro territorio. Los controles son buenos. Las expulsiones, mejor. Cáritas no debe amparar la ilegalidad, no es su función, no fue creada para eso.
19/03/11 6:53 PM
Silveri Garrell
Es cierto como dice Gringo, en las comidas de Cáritas luego tienen miedo a asistir , pasan hambre y existe peligro de que delingan. Las inspecciones deberían realizarse en los centros de trabajo, para coger infragantis a ilegales y empresarios.
20/03/11 6:13 AM

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