(El Día de Córdoba / InfoCatólica) Los primeros datos de la investigación que ha abierto la Guardia Civil arrojan que los hechos se produjeron tras el cierre de la parroquia. Los ladrones se habrían escondido en el interior de la iglesia hasta que se cerró, y luego accedieron al camarín de Jesús Nazareno, situado tras el altar mayor, a través del Sagrario. Optaron por llevarse las piezas de mayor valor y de tamaño más reducido. El botín lo completaron con el sagrario y dos cálices.
Pese al importante valor económico de los enseres, la hermandad concedió una mayor importancia a los daños causados a la imagen, tras arrancar las potencias y la corona que llevaba el Nazareno y zarandear la talla para llevarse las cantoneras colocadas en los extremos de la cruz arbórea que porta el titular de esta corporación. La corporación que le rinde culto precisó que será un equipo técnico el que determine el grado de afección de la escultura, una obra restaurada por última vez a principios de la década de los 90. El suceso llevó a la cofradía a convocar una junta de gobierno a primera hora de la tarde para decidir las medidas que debían adoptar.
El hermano mayor, Javier Reina, que formalizó la pertinente denuncia del robo a lo largo de la mañana, estuvo con los agentes de la Guardia Civil con objeto de iniciar la investigación. Las fuentes de la Benemérita consultadas precisaron que “aún no se ha producido detenciones”.
El robo perpetrado en la también conocida como ermita del Calvario generó un gran revuelo en la localidad, ya que el Nazareno no es sólo el titular de la cofradía más antigua de la localidad, fundada en 1595 e integrada por alrededor de 2.600 hermanos, sino también el patrón de Puente Genil.