(El Universal/InfoCatólica) El cardenal Norberto Rivera aseguró durante la homilía dominical, al comentar el Evangelio de la octava semana del Tiempo ordinario, que “Cristo no quiere gente ociosa”. Explicó que la Palabra de Dios da ánimos para trabajar: “Cristo no nos pone en guardia contra la ocupación, sino contra la preocupación, ni contra el trabajo, sino contra la intranquilidad”.
El cardenal explicó que hay que ocuparse razonablemente de necesidades tales como la alimentación y el vestido, “pero sin intranquilizarse, porque la intranquilidad es precisamente lo que paraliza la acción, lo que impide obrar como es debido”. “Es el miedo el que paraliza y hace ineficaz el esfuerzo. Cuando mejor se trabaja es cuando hay más confianza”, dijo el purpurado.
Añadió además que Dios espera que los fieles tengan confianza en Él: “Ustedes son testigos de cómo se paraliza toda la sociedad por falta de confianza”. Las condiciones de inquietud, angustia y nerviosismo, dijo, es probable que ocurran porque falta la confianza en Dios.