(Fides) “El 28 de enero, durante las manifestaciones”, explica el misionero, “vi a los manifestantes rodear pacíficamente a la policía y vi a algunos soldados fraternizar con ellos. Se puede decir que se ha creado una empatía entre los soldados y la multitud”.
El misionero asegura que “En este momento la policía ha desaparecido. Ni siquiera están los policías que suelen ser enviados para vigilar las iglesias cristianas. Hay un vacío de seguridad que se ha llenado parcialmente por el espíritu cívico de la gente. La mayoría de los manifestantes son jóvenes, que han dotado de un carácter incluso alegre a la protesta. Pero junto a ellos, por desgracia, hay grupos de personas que se aprovechan de la falta de seguridad para saquear las tiendas”.
"No sabemos cómo evolucionará la situación”, concluye la fuente. “Los Hermanos Musulmanes hasta ahora se han mantenido al margen, pero hay señales que indican que quieren participar en la protesta. Las próximas horas y los próximos días podría ser decisivos para el destino de Egipto”