(Agencias/InfoCatólica) “El diálogo con los luteranos incluye problemas relativos a la tutela y a la dignidad de la vida humana, así como a cuestiones urgentes en materia de familia, matrimonio y sexualidad, que no pueden ser callados o ignorados”, apuntó el Santo Padre.
El Papa aseguró que esos tópicos no se pueden pasar por alto sólo por no afectar el consenso hasta ahora alcanzado en el diálogo con otras iglesias cristianas y anticipó que “sería deplorable” que por estas cuestiones relativas a la vida surgieran nuevas diferencias.
Según Benedicto XVI “a ciertos contemporáneos, el objetivo común de la unidad completa y visible de los cristianos parece ser nuevamente lejana” y reconoció que los interlocutores del diálogo ecuménico entre las diferentes confesiones cristianas han manifestado concepciones muy distintas entre sí respecto de la unidad de la Iglesia.
El Obispo de Roma dijo compartir la preocupación de muchos cristianos, según los cuales los frutos del trabajo ecuménico aún no se comprenden bien aunque aseguró que “mira con esperanza al futuro”.