Se pretende arruinar el sentido moral de las próximas generaciones de argentinos

Monseñor Aguer recuerda que la ley de «matrimonio homosexual» es ilegítima y de dudosa legalidad

El arzobispo de La Plata, Argentina, monseñor Héctor Aguer, en su mensaje televisivo de este fin de semana, se refirió a la reciente aprobación en el Senado de la Nación de la ley que contiene una «alteración del orden familiar, extendiendo la realidad institucional del matrimonio a la convivencia de personas del mismo sexo». Mons. Aguer recordó que «hay que tener en cuenta que no es lo mismo legitimidad que legalidad. Esta ley ha entrado a formar parte del cuerpo legal de la Nación, pero no es legítima. Y no es legítima porque es una ley injusta«.

(Aica/InfoCatólica) El prelado aclaró que no se trata de una afirmación personal, sino que esto “lo afirma toda la tradición de la Iglesia, expuesta de una manera admirable por el Beato Juan XXIII en su conocidísima Encíclica ‘Pacem in terris’”, en la que sostiene que “la autoridad humana, cuando legisla en contra de la ley de Dios, es decir cuando produce una ley que está en discordancia con el orden moral, en ese acto, decae de su autoridad, y lo que se origina no es una ley sino una iniquidad espantosa”.

“Esta ley ha practicado una escisión entre la moral y el derecho, porque la ley sancionada por un cuerpo legislativo no puede contradecir valores morales objetivos y universales que se apoyan en la naturaleza humana y en definitiva en la Ley de Dios, que ha dejado su marca en la Creación”, dijo Mons. Héctor Aguer.

En cuanto a la “legalidad” de esta ley, el arzobispo de La Plata señaló que “ha quedado seriamente mancillada porque son bien conocidas las condiciones que favorecieron la sanción”, en referencia a los “aprietes”, a “los sospechosos cambios de posición de varios senadores y el regalo de viajes a Oriente. Además, conviene recordar que se ha sancionado una ley en contra de la manifiesta convicción de la mayoría del pueblo argentino”.

No respeta la libertad de la Iglesia ni la de los padres

En este contexto, el arzobispo platense manifestó su preocupación por tres cuestiones fundamentales: la libertad de la Iglesia, la libertad de los padres y la objeción de conciencia.

En primer lugar mencionó a la libertad de la Iglesia, “que está asegurada por la Constitución Nacional y por instrumentos de Derecho Público Internacional”. Se preguntó “¿podremos predicar libremente lo que la Biblia, la tradición y el magisterio eclesial enseñan acerca de la sexualidad humana y del matrimonio”? o si “se nos obligará, acaso, a enseñar a los niños que es tan lícito y válido casarse con una persona del mismo sexo, contra la naturaleza, como hacerlo con una del sexo opuesto, es decir, según el orden de la naturaleza”.

En cuanto a la libertad de los padres que envían a sus hijos a escuelas de gestión estatal cuestionó Mons. Aguer que un padre de familia deba “soportar que a su hijo se le enseñe en contra de sus convicciones fundamentales”, ya que “los últimos textos que ha producido el Ministerio de Educación de la Nación parece que proponen preparar a los niñitos desde el jardín de infantes para que con el tiempo ellos elijan con plena libertad su orientación sexual, como si todo valiera igual”. En ese sentido manifesó: “Es evidente que se procura inducir un cambio cultural arruinando el sentido moral de las próximas generaciones de argentinos”.

Objeción de conciencia de funcionarios, jueces y educadores

Por último se refirió la objeción de conciencia, “que podrían con toda razón plantear funcionarios del Registro Civil, jueces y educadores, que se verán obligados a aplicar una ley que violenta sus convicciones”.

En este punto advirtió que “no existe un marco regulatorio bien claro de este aspecto importantísimo del ejercicio de la libertad. Por otra parte, los activistas que han fomentado la alteración del orden familiar, los ideólogos que desde hace tiempo la han planeado y algunos políticos con clara inclinación totalitaria, hacen temer la imposición de la dictadura del relativismo, como llamó a este hecho novedoso y fatal el Papa Benedicto XVI”.

6 comentarios

pedro
GRACIAS MONSEÑOR POR SUS PALABRAS, gracias porque habla VERDAD, tan silenciada en la Argentina y PROHIBIDA por los que se llenan la boca de estar con el "pueblo".

Bien vemos su afán contínuo de destrucción, división y ODIO EXACERBADO disfrazado de populismo, para lo cual con sus aliados los inicuos medios de comunicación que vienen haciendo estragos en en nuestro pueblo y los políticos en general mercenarios, inmorales y apátridas pretenden cambiar la cultura de nuestro suelo.

SON VERDADEROS VENDEPATRIAS porque como sabemos esta cultura es foránea y reciben suculentos pagos y dádivas por "implantarla" en nuesro país.

Es una gan tristeza el silencio cómplice de nuestros obispos ya que es tan necesaria la predicación de la VERDAD. Este silencio viene de largo, sólo hay en general una prédica social y no fomentar el conocimiento des las luminosas verdades de nuestra fe que convierten corazones con sólo predicarlas de las grandes verdades de nuestra fe.

Debe predicarse con la pureza del evangelio sin distorsiones tan comunes hoy como solamente a modo de ejemplo decir que tal situación o un relato bíblico en particular es un género literario, etc y otras vulgaridades que pretenden perder la fe en lo que dice la biblia verdaderamente. Sto. Tomás nos dice que hay que creer en TODO como nos dice la Biblia. Ésta debe ser leída con pureza de intención y no con interpretaciones personales o de algún teólogo trsnochado como sabemos bien abundan por todas partes.
3/08/10 6:00 PM
agamenón zacaríasmar
Pero entonces, monseñor Aguer, ¿me puedes decir qué les espera a las personas de condición homosexual que no desean tener ninguna cuenta con la Iglesia católica, y frecuentemente con ninguna iglesia institucionalizada, y que además ni desean practicar la castidad ni la moral de la Iglesia católica...?

Modestamente hablando, yo entiendo la postura del Magisterio, sólo que los legisladores de los Estados democráticos y aconfesionals se deben a los ciuadanos, con independencia de la ideologías o credos de estos. Aunque bueno, considero que puede que la verdad moral sea en efecto, anterior a cualquier ordeamiento jurídico, de manera que los Estados no estarían autorizados a modificar el orden moral preexistente o anterior a cualesquiera ordenamientos jurídicoos. Esto también creo entenderlo.

Sin embargo, los legisladores de los Estados modernos, en un buen número al menos, no parecen entenderlo así como lo entiende la Iglesia católica, cn lo cual la pugna entre ambas posturas irreconciliables está servida, continuará.
3/08/10 9:44 PM
Pedro de Argentina
agamenón zacaríasmar:

En cuanto a lo que dices sobre:

"¿qué les espera a las personas de condición homosexual que no desean tener ninguna cuenta con la Iglesia católica, y frecuentemente con ninguna iglesia institucionalizada, y que además ni desean practicar la castidad ni la moral de la Iglesia católica...?"

Pueden seguir haciendo lo que hacen, nadie se entromete en la esfera privada de nadie, pero de allí a hablar de "matrimonio", te das cuenta la distancia que hay?

Te das cuenta que matrimonio es una institución al servicio de la familia con TODO lo que esto implica ( protección, reproducción , crianza y educación de la prole) en el marco amoroso de dos complementarios ?

Matrimonio no es mero sexo, no es un conjunto cualquiera de dos (por ahora, o tres porque no?) personas que sienten algo el uno por el otro.
Ese algo es algo sublime és un vínculo muy especial, no prevé que ese vínculo sea viciado como lo es el vínculo homosexual nos guste o no.

La homosexualidad es un vínculo que no es apto para lo que denominamos familia. Nadie les impide estar juntos y lo que quieran, como dijimos, pero el matrimonio es para la familia y la familia es para los hijos, así como el agua es agua y el aceite es aceite, y no hay que mezclar los tantos.

Además una ley marca la "norma" y perdoname, pero hacer una norma sobre un vicio o una desviación es el mundo del revés, linda con lo animalesco.
3/08/10 11:27 PM
jorge
agamenón

La Ley promulgada permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y para nada señala que deban ser homosexuales. Es más el concepto homosexual no está recogido en ningún ordenamiento legal.

Entonces, la ley se cae por su propio peso: Dado que se intromete en regular "emparejamientos" de personas del mismo sexo, que no es lo mismo que matrimonio, aunque así lo diga, me pregunto si ha habido alguna consulta, al menos representativa, de la imensa mayoría de hombres, por un lado, y mujeres por el otro, dado que a los unos y a los otros la norma sería aplicable. Me parece que no. Sólo se ha considerado los pedidos de un colectivo, gay se hacen llamar, que presumo no son mayoría en la sociedad de hombres y mujeres.

Por cierto, matrimonio viene del latin matrimonium, la cual proviene de matrem (madre) y monium (calidad de), por lo que la palabra por lo menos podría aplicarse a dos varones que quieren vivir juntos.

recomiendo el link:
http://arvo.net/homosexualidad/homosexualidad/gmx-niv150-con15762.htm
4/08/10 3:07 AM
Chema
No se puede redefinir el matrimonio para dar el gusto a un grupo de presion: el lobby gay, que dice representar a todos los homosexuales pero no sabemos a quien representa. Los homosexuales que conozco cambian de pareja como de ropa interior y nunca han sentido la necesidad de unirse en matrimonio. Ni los progres en general tampoco, pues de siempre han considerado el matrimonio una institucion burguesa y opresora. Porque entonces esta moda obsesiva de redefinir el matrimonio: solo para vaciarle de significado y desacreditarlo.
4/08/10 5:34 AM
agamenón zacarías
Estoy bastante de acuerdo con las puntualizaciones a mi observación. De todas maneras y aunque sé que no es para nada cometido de los obispos católicos, ¿estaría muy mal que en declaraciones públicas recordaran que, en fidelidad al Magisterio, ellos están en en efecto contra de la práctica de la homosexualidad humana solo que, por respeto a la libertad de los demás -aunque esa libertad parezca a los católicos conducente al desorden moral y a la aberración incluso-, la Iglesia católica lo que plantea es la inusticia de una ley que permita ese ordenamiento jurídico, y no que la Iglesia se vaya a meter en las alcobas de las personas de tendencia homosexual?
5/08/10 1:24 AM

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