(Zenit/InfoCatólica) Según informa la agencia rusa Interfax, el Departamento de Relaciones Externas de la Iglesia, en nombre del Metropolita Hilarión Alfeyev, hizo llegar una carta al periódico Zavtra, en la que expresaba el malestar de la Iglesia ortodoxa. El comunicado afirma que "el Patriarcado de Moscú cree que ningún logro de la Unión Soviética, incluyendo la victoria sobre el fascismo, puede justificar los crímenes de Stalin".
"Bajo el régimen de Stalin se estableció un sistema inhumano, y nada puede justificarlo –ni la industrialización, ni la bomba atómica, ni la salvaguarda de las fronteras, ni siquiera la victoria en la Gran Guerra Patriótica–, porque no fue mérito personal de Stalin, sino la conquista de nuestro pueblo multinacional", prosigue la carta.
Según el comunicado, el régimen de Stalin "se basaba en el terror, la coerción, la supresión de la persona, el engaño y las denuncias falsas. Este régimen se estaba devorando a sí mismo, cuando los propios torturadores se convirtieron en víctimas", en referencia a las famosas “purgas”. "La glorificación de los infieles y de sus métodos de gobierno del país no pueden consolidar a los pueblos de la Rusia histórica. Al contrario, sólo separa a nuestras comunidades", afirma el Patriarcado ortodoxo de Moscú.
Además, la misiva cuestiona el papel de Stalin en la segunda guerra mundial: "Varios historiadores competentes creen que es Stalin el que tiene la culpa de todas las pérdidas incalculables sufridas por este país, al sacrificar millones de vidas de nuestros ciudadanos por la victoria debido a la irracional política interna antes de la guerra".
También afirma el mensaje que fue la política de Stalin la que puso una "bomba de relojería" entre los territorios rusos "al rehacerlos según su voluntad, creando fronteras artificiales entre las repúblicas soviéticas". "Como resultado de esta política de Stalin, ahora recogemos los frutos del extremismo, el nacionalismo y la xenofobia", concluye.