(Aci/InfoCatólica) El portavoz vaticano respondió así al artículo que publicó Alberto Melloni sobre las acusaciones del Cardenal Christoph Schöenborn, Arzobispo de Viena, contra el Cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, por haber supuestamente frenado las investigaciones de abusos sexuales que involucraban al fallecido Cardenal Hans Gröer, que fuera también Arzobispo de Viena.
En la carta, el P. Lombardi señala que "en el artículo publicado en el Corriere del domingo 9 de mayo sobre el ‘enfrentamiento entre dos cardenales’, el autor, Alberto Melloni, desarrolla una serie de consideraciones y análisis naturalmente lícitos incluso si buena parte de ellos no son compartidos por mí, pero hace una afirmación completamente falsa, que tengo el deber de corregir. Melloni escribe: ‘Von Schöenborn sabe que Benedicto XVI le había pedido a Sodano unas palabras de saludo, pronunciadas en la Plaza de San Pedro’".
El sacerdote jesuita explica: "ahora, por amor a la verdad" es necesario resaltar que "Benedicto XVI no había solicitado absolutamente nada. Las palabras del Cardenal Sodano fueron una iniciativa del Colegio Cardenalicio, al menos los presentes en Roma, representado por su Decano. El Papa fue informado muy poco tiempo antes sobre lo que sucedería. Acogió el saludo con sencillez y gratitud por lo que pretendía ser, esto es, un mensaje de cercanía, afecto y solidaridad".
Seguidamente el P. Lombardi señala que "las palabras de Melloni siguen siendo las mismas tras esta rectificación. Pero es necesario tomar en cuenta que la única afirmación directa que hace sobre el Papa altera seriamente su imagen". "Considero mi deber dejar en claro que Benedicto XVI, incluso en tiempos difíciles, no mendiga ni organiza manifestaciones de defensa o apoyo para sostener su serenidad espiritual en la fe y su autoridad", prosigue el portavoz de la Santa Sede.
Finalmente el P. Lombardi señala que "si hay una persona que conozco que –como justamente dice Melloni al final de su artículo– vive las actuales vicisitudes de la Iglesia con la conciencia de su significado, sin preocupación por perder poder, sino con espíritu evangélico de purificación, penitencia y renovación profunda, esa es precisamente Benedicto XVI".