Profesionales por la Ética entrevista al abogado vizcaíno

Íñigo Urien: «Si la mujer puede abortar sin cortapisa alguna, el hombre se libera de cualquier responsabilidad como padre»

En el marco de los encuentros que Profesionales por la Ética celebra con expertos de diferentes ámbitos, esta asociación ha realizado una serie de preguntas sobre la reforma de la legislación española sobre el aborto a Iñigo Urien Azpitarte, abogado del Turno especial de abogados para Violencia sobre la Mujer del Colegio de Abogados de Vizcaya. Don Íñigo asegura que el mal llamado derecho individual al aborto en realidad deja a las mujeres inermes ante los hombres que se desentienden de cualquier tipo de responsabilidad paternal, cargando sobre ellas la responsabilidad de deshacerse del hijo concebido y engendrado por ambos. El abogado asegura que no es infrecuente oír a jóvenes, y no tan jóvenes afirmar que están a favor del aborto porque no les gusta usar el preservativo.

(PpE/InfoCatólica) Entrevista a don Íñigo Urien Azpitarte:

-¿Se puede hablar de un "derecho al aborto"?

-El "derecho individual al aborto" es uno de estos entramados jurídicos, pretenciosamente proclamados como liberadores, que perjudican a la mujer, poniéndola en una situación de profunda desigualdad y desamparada ante situaciones de tiranía y opresión que se pueden dar dentro de, entre otras, las estructuras familiar o afectiva, laboral y económica. La feminista radical estadounidense Catherine MacKinnon empezó a denunciar esto a raíz de la aprobación en USA del derecho al aborto en 1973 afirmando incluso que “….cada pizca de control que las mujeres ganaron [con el aborto como derecho] ha ido directamente a manos de los varones”.

- Vd. conoce bien la realidad de la mujer maltratada ¿Cómo afecta el aborto a la relación entre hombres y mujeres?

El acceso al aborto libre, (en España de “facto” es lo que hay desde la despenalización de los tres conocidos supuestos y su fraudulenta aplicación), aliñado con otros factores, ha traído un aumento de la frecuencia del acto sexual -basta ver la estadísticas oficiales con sus datos objetivos-, dificultando que la mujer le razone al hombre, en base a las consecuencias del propio acto (el embarazo), su negativa a la práctica sexual incrementándose as gestaciones imprevistas y las enfermedades sexuales. No es infrecuente oír a jóvenes, y no tan jóvenes, afirmar que están a favor del aborto porque no les gusta usar un condón por lo que si un hombre piensa que el aborto es una opción de fácil acceso para la mujer; se podrá sentir fácilmente desvinculado de ésta, dejándola sola ante un embarazo no previsto ya que ella puede recurrir fácilmente al aborto. Si bien es cierto que algunas mujeres pueden resistir presiones y negarse a abortar, la legalización del aborto genera un círculo vicioso del que otras muchas mujeres no pueden salir.

-En la práctica, ¿qué consecuencias tendrá la reforma legislativa sobre el aborto?

Si la mujer puede abortar sin cortapisa alguna, el hombre se libera de cualquier responsabilidad como padre, teniendo a la mujer como elemento de satisfacción sexual y situándola en un plano de “no-igualdad”. Pero si la mujer decide tener el hijo, también aparece como perdedora puesto que si sólo ella decide dar a luz, la responsabilidad de educar al hijo habría que entender que sólo es de ella, sobre todo si el padre ha estado a favor del aborto, y  además se ha ofrecido a pagar los gastos del aborto; y, en esta lógica claro está, pensará que el hijo no es su responsabilidad sino un tema exclusivo de una mujer que no ejercita su “derecho” a abortar.

Si a pesar de todo, el gobierno lo obliga a pagar la pensión alimenticia, el hombre se sentirá tratado injustamente, creándose un clima social verdaderamente viciado. Del mismo modo un empresario puede reaccionar de manera igual. Si el empresario puede pagar los costos de un aborto a petición, podrá sentirse menos obligado a adecuar sus prácticas laborales a favor de la mujer embarazada o para la mujer que cuida a su hijo. Si a causa de la maternidad tiene problemas con las condiciones de trabajo, o con el horario, la situación se puede considerar como un problema "privado" que ella pudo haber evitado, como advertiría Catherine MacKinnon. La mujer pierde legitimidad para reivindicar mejores condiciones laborales y familiares.

En definitiva, transmitir al tejido social (mediante la ley del aborto) la idea de que el aborto es un derecho exclusivo de la mujer crea un derecho correlativo del hombre, del poderoso, a desvincularse, e irresponsabilizarse, de sus propios actos aunque éstos condicionen a la mujer.

13 comentarios

MIGUEL
Me parecen unas declaraciones valientes y sensatas. La mujer es la gran perjudicada, admás del bebé abortado, mientras el varón se va de rositas.
14/01/10 12:53 PM
rasenjo
Entonces por qué critican a monseñor Martínez de Granada. El abogado lo dice en lenguaje jurídico y es de una sensatez aplastante. El obispo dice lo mismo en lenguaje pastoral-moral.¿Es que no lo ven?. Lo que no se traga es la denuncia moral. No tragan las verdades del barquero, o del profeta, porque nos dejan en evidencia. Porque desenmascaran nuestras hipocresías.
¿Por qué Aído no le consultó a este jurista? Se hubiese ahorrado dinero (en plena crisis) en comisiones de amiguetes aborteros para dirimir sobre una ley absurda. Esa tan cacareada liberación de la mujer por mor de su auto-realización será un engaño, una trampa, una pérdida y una fuente de sufrimientos. No sólo banalizamos el sexo, sino la vida y la maternidad y si nada de eso ya es sagrado, la mujer pierde su naturaleza y su dignidad. No tiene nada que defender puesto que de todo se puede desembarazar, no estamos obligados a proteger nada puesto que ya nada nos vincula sino a usarlo según convenga, no representa más que un objeto individual de deseo. Pobre mujer que crea en un proyecto de familia en medio de un mundo que lo desvaloriza totalmente y ya nada protege.
14/01/10 1:24 PM
Los mismos que hacen ingeniería moral desde el gobierno y el poder caen en el absurdo de querer corresponsabilizar al hombre mientras apuntalan que sea exclusivamente la mujer la que debe tener derecho a matar a su hijo. Como esta es la realidad, yo sigo diciendo que debemos hablar de una mujer que mata a 60.000 varones al año, en contraposición a unas 60 mujeres víctimas de crímenes pasionales.

Es una realidad dantesca que muestra hasta que punto el hombre apenas mejora de sus defectos de siempre, mientras la mujer "moderna" adquiere las actitudes deleznables masculinas que nuestras madres nunca tuvieron.

La degradación de la mujer es clave, puesta que ella es pilar de la sociedad y educadora de las futuras generaciones. Generaciones divididas por dos además, porque entre otras cosas la mujer de ahora tampoco quiere ya dar vida, atareada como anda en objetivos más mundanos y rentables económicamente.

Desde luego no nos hemos lucido construyendo una sociedad "nueva" y "moderna". La mujer es víctima, pero sobre todo de sí misma, al menos en lo que a situción legal se refiere. Sólo ella puede decidir si dar vida o si matar bebés.Así son las cosas.
14/01/10 2:10 PM
azahar
Otra más en la que dejan a la mujer como tonta y víctima.

Vamos a ver dice el Sr. Urien, "el acceso al aborto libre...ha traído un aumento de la frecuencia del acto sexual" (hasta aquí, estoy de acuerdo, aunque habría que sumar otros factores) y añade.."dificultando que la mujer le razone al hombre su negativa a la práctica sexual incrementándose las gestaciones imprevistas y las enfermedades sexuales", entonces, será que la mujer, por muchos razonamientos, habrá aceptado..¿no? Porque no hay embarazo si la mujer no pone de su parte, salvo que sea producto de una agresión.

Así que la mujer, cuando practica el sexo con un hombre ya sabe que no utiliza preservativo, ya sabe el riesgo del embarazo...etc. No está engañada.

Y la desvinculación del hombre se ha promovido desde la ley vigente porque en ningún momento se requiere ni su presencia ni su autorización para decidir abortar ni para no decidir. El varón no tiene derecho legal a cuestionar este tema porque no se le permite y su negativa ante el aborto no se tiene en cuenta si la mujer decide llevarlo a cabo. Esto no es nuevo. No sé por qué ahora parece que hayan descubierto el núcleo del problema.

Al final todos culpables, menos la mujer que aborta que como no sabe, no contesta, no tiene decisión y se deja llevar.
14/01/10 2:35 PM
Iñigo Urien Azpitate
Estimado/a azahar:

Mi estimado amigo. Me parece que no es apropiado a quien se ve sometido a cierta presión, y se ve influenciado por ella, llamarle en ningún caso tonto o tonta. La mujer, y el hombre, también que convive, porque quiere pero quizá porque no ve otro recurso, con quien la maltrata lo hace porque quiere (puede salir huyendo en ropa interior como una mujer a la que asistí hace unos días en una comisaría porque su marido quería morderle la yugular para matarla. Yo entiendo que esta mujer que ha aguantado los malos tratos previos, cuando los aguantó no era precisamente tonta sino más bien una persona oprimida.

El nucleo jurídico del asunto, lo que es nuevo, es la conversion de un delito en derecho. Creo que no ha entendido bien la entrevista.

Un cordial saludo
14/01/10 4:11 PM
azahar
Estimado Sr. Urien:

En primer lugar, gracias por la aclaración, aunque le diré que he entendido perfectamente la entrevista, (sobre este tema ni es lo primero que he leído ni lo último que leeré). Lo cual no quiere decir que deba estar de acuerdo en todos los presupuestos, tal y como lo he expresado. Aunque parece que no me haya explicado bien (que puede ser el caso) o que Vd. haya malinterpretado mi comentario.

Precisamente, porque considero a la mujer con plena capacidad de decisión y entendimiento, no concibo el planteamiento un tanto sobreprotector que se concede a la mujer que aborta y, en el caso que he manifestado, que mantiene relaciones sexuales con pleno consentimiento en las circunstancias descritas. Me he limitado a ese apartado pues me ha parecido derivarse una exculpación de la mujer

Evidentemente, no lo voy a extrapolar al ámbito de la violencia en el hogar o de género. En ese caso, coinciden otros factores en los que sí hay que considerar victimismo de la mujer por diferentes razones. Entre ellas y, como primordial, la violencia es soportada por ella misma, va dirigida hacia la propia mujer y, en ese momento, adquiere la condición de víctima, es la parte débil que hay que proteger y defender. Sin olvidar, por supuesto, la sufrida por el varón en las mismas circunstancias y que no sale a la luz (no comprendo el motivo, dicho sea de paso).

Así que, volviendo al tema del aborto y de las relaciones sexuales consentidas, no soy yo quién califica a la mujer de indecisa y de falta de apoyo, sino aquéllos que consideran que es engañada y le despojan de su capacidad de decisión, cuando considero todo lo contrario. Y a ello me he referido, Sr. Urien.

Por otra parte, cuando me he referido al núcleo del problema (que no jurídico), me refería al apartado de la responsabilidad del varón, al que tanto se hace mención últimamente y, precisamente, con motivo de la próxima reforma. El varón (y yo también he atendido casos similares) es desconocedor de su paternidad en muchos casos. Cuando, por casualidad tiene conocimiento de ello y su hijo ha sido abortado, no tiene posibilidades de reclamación (como Vd. debe saber muy bien). Conociendo su paternidad y negándose al aborto, no tiene posibilidades de impedirlo y si así fuere, le agradecería me informara porque me sería de gran utilidad. Luego están los casos de esos varones irresponsables y maliciosos que dejan abandonada a la mujer, pero aún y cuando no lo pretendiera, nada podría hacer ante la decisión de abortar de la mujer.

Una vez más, gracias por su respuesta.

Saludos cordiales.
14/01/10 4:52 PM
En referencia al debate sobre el papel de la mujer en el aborto que mantienen "Azahar" y el Sr. Urien, quiero apuntar algo desde mi experiencia de psicóloga especializada en el Síndrome post-aborto. La mujer es emocionalmente dependiente del hombre ante un embarazo no planeado, ya que la gestación produce una mayor sensibilidad y necesidad de apoyo y de afecto. Es en ese momento cuando necesita del hombre lo que la Naturaleza le capacita para ser: el hombro en el que apoyarse. Cuando el hombre no le responde así, en parte debido a la alienación que sufre por mor del Sistema, ella debe asumir sóla el rol masculino, en un momento en que su femineidad está especialmente exacerbada. A esa dificultad se suma la presión social, legal y mediática a tomar una decisión sóla y a optar por el aborto como "la opción responsable", y además, rápido. La mujer se ve sumida en un huracán repentino para el que no tiene defensas, pues los valores que la podrían sostener están aletargados y desacreditados. Ella no es una víctima inocente de esta situación, pero sí es la parte más débil y las circunstancias en que se encuentra (vital y moralmente) le vienen dadas por un entorno tóxico, lo cual actúa como atenuante de su culpa y la carga sobre toda la sociedad que ha permitido esta situación. Todos somos co-responsables y entre todos debemos corregir este rumbo de colisión, que lo es para todos... no echarnos las culpas unos a otros. Desde www.nomassilencio.com ponemos nuestro grano de arena y de ayuda.
14/01/10 5:49 PM
Ojala no sea lo ultimo que leamos y se abra una linea de debate en nuestro país entre los juristas porque yo he bebido de las fuentes de Stith, abogado norteamericano a quien escuche en Zaragoza tratar este asunto y me abrio los ojos en mi experiencia como abogado del turno especial para violencia sobre la mujer. He aprovechado la polémica en que se ha visto sometido el arzobispo de Granada para dar un punto de vista más juridico que religioso moral (La Razon se apoya en la Fe esta diciendo el Papa con insistencia y no le falta razon)
14/01/10 6:05 PM
Azahar, estoy de acuerdo contigo. Demasiado paternalismo, como si la mujer no fuese sujeto capaz de tomar decisiones morales propias.

Las mujeres actuales, muchas, abortan porque se han corrompido moralmente hasta la nausea. Y toman una decisión moral libre y consciente. Hay que hablar de mujeres que matan, y menos cuento con que siempre todas son víctimas. Lo acaban siendo como cualquiera que peca, pero primero son verdugas conscientes que matan cada año 120.000 bebés. 60.000 varones, por cierto.

Las conciencias están tan podridas que o hablamos duro o no penetramos la costra hasta llegar al corazón y poder tocarlo. Jesús nos dió muchos ejemplos de eso, y es el más sabio maestro.

Caso distinto las adolescentes, pero eso por la edad, no por la condición sexual.
14/01/10 6:25 PM
azahar
Sr. Urien:

También he escuchado y leído el contenido de algunas entrevistas realizadas a Stith. Si bien, en algunas cuestiones no comparto sus planteamientos, sí que concluí que le da prioridad a la vida del niño, incluso en los casos de violación. Si mal no recuerdo, una vez leí que la mujer es dueña de sus decisiones y de ahí se puede estirar el hilo de la madeja para configurar adecuadamente el papel decisivo que tiene la propia madre, tanto por la culpabilidad del crimen (si decide abortar) como por el orgullo de haber tomado la decisión contraria frente a todos los inconvenientes y presiones. Asimismo, ha señalado en más de una ocasión que la clase pudiente es la más favorable al aborto porque se trata de mujeres con trayectorias profesionales, en las que un niño significa un inconveniente. Así que no voy a pensar que estas mujeres, tan cultas y formadas, van a incurrir en la "engañifa" del aborto.

Entiendo que el aborto, lejos de ser considerado un crimen, se le está revistiendo de tintes filosóficos, de dónde se extraen conclusiones de todo tipo, se analizan los personajes que intervienen, se crea toda una cultura en su entorno.

Yo lo simplifico mucho más. Es un crimen, un cruel crimen premeditado, con alto grado de violencia, lucrativo y con conocimiento de causa. Y ése es el núcleo jurídico del aborto: un crimen.

El mal que se le puede ocasionar a la mujer es convertirla (por medio de la próxima ley o la vigente del 85) en juez y verdugo. Pero ese mal no proviene de la legislación abortera sino del feminismo radical.
14/01/10 7:13 PM
Madrileño
Yo creo que la perspectiva reduccionista con la que se trata esto no es la correcta. La casuistica es muy variada y hay mujeres que abortan porque un embarazo es un inconveniente para su carrera profesional, pensando que lo que lleva dentro es un cáncer al que hay que extirpar y hay casos de mujeres que acuden llorando porque se ven forzadas a ello.

Lo que queda claro es que esta ley pone a la mujer en una posición de soledad ante su decisión y eso libera a más de uno de un problema, y mis conocimientos en psicología son nulos, pero la soledad ante decisiones difíciles hace que te puedas agarrar a un clavo ardiendo cuyas quemaduras te duelan toda la vida.

Lo que queda claro, y por si una mujer que esté en este trance lee estas líneas, que sepa que se de muchos casos de mujeres que han abortado y de otras que no lo han hecho, y lo que puedo decir es que de entre las que abortaron, la mayoría se han arrepentido con el tiempo, pero de las que dicidieron ir contracorriente y tener a su hijo, no se han arrepentido nunca, no conozco ningún caso.
14/01/10 7:48 PM
iñigo Urien Azpitarte
Yo he centrado mis argumentos, como Stith, en la mujer. Podría haberlo hecho en el nasciturus pero me parece muy interesante centrar ahora una parte del debate filosofico-jurídico en la mujer. Un debate, el de los derechos del nascitutrus no debe oscurecer otra parte del debate como puede ser la mujer, en mi caso, como el debate sobre los profesionales sanitarios. Un problema tan grave como el aborto tiene amplias caras o muros y en cada muro hay que encontrar las grietas para derribarlo. Yo me he centrado en un debate en el que creo que mediaticamente pueden estar ganado la batalla del lenguaje los proabortistas que es el del aborto como algo oliberador de la mujer. No es un planteamiento reduccionista, lo que sí es reducido es el escrito y en un escrito tan breve no se puede abarcar un tema excesivamente complejo. Empecemos a andar el camino. Paso a paso.

Un abrazo a todos y gracias por vuestras opiniones que tendré en cuenta.
14/01/10 10:27 PM
DeLaMorería
Mientras no se nos aclare si es correcto llamar niño a un ser humano unicelular llamado cigoto ( caso estremo ) o a un feto escasamente formado estas discusiones no tienen sentido. La iglesia desde su existencia ha considerado que el aborto es un gravísimo pecado. Y lo es, nadie lo duda. Pero ahora ese pecado parece que ha desaparecido y ha pasado a llamarse asesinato. No parece muy claro.
15/01/10 1:28 AM

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