(InfoCatólica) Inspirada por el carisma ignaciano y el deseo de «seguir al Señor lo más cerca que pueda una humana criatura», la Madre Nazaria —como es conocida popularmente— dio inicio a esta obra tras abandonar el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Su nueva fundación fue aprobada por el obispo de Oruro en 1927 y recibió el decreto laudatorio del Papa en 1935. El reconocimiento definitivo llegó en 1947, cuando Pío XII le otorgó el nombre oficial de Misioneras Cruzadas de la Iglesia.
El nombre de la congregación refleja su identidad: «misioneras» por su vocación evangelizadora; «cruzadas» por su audacia y compromiso apostólico; y «de la Iglesia» por su fidelidad al magisterio y a la comunión eclesial. Actualmente, la congregación cuenta con aproximadamente 379 religiosas distribuidas en 79 comunidades, y mantiene su casa general en Madrid, bajo la guía de la superiora general María Joaquina Lozano López.
A lo largo de estos cien años, las M.C.I. han desplegado su misión en una veintena de países, entre ellos Bolivia, Argentina, Chile, Perú, España, Italia, Francia, Camerún, Guinea Ecuatorial e India. Su labor se centra en la evangelización, la promoción humana y el acompañamiento a sectores marginados, incluyendo servicios en educación, salud, trabajo con migrantes, pastoral carcelaria y proyectos de desarrollo comunitario.
En palabras de Santa Nazaria Ignacia, canonizada por el papa Francisco en 2018, la congregación fue concebida como una «Obra Total» al servicio del Evangelio. Este espíritu sigue vigente: en diciembre de 2024, las Misioneras Cruzadas celebraron su XVI Capítulo General en Cochabamba (Bolivia) bajo el lema «¡Existimos para Evangelizar!», reafirmando su compromiso con una Iglesia sinodal y en salida.
El centenario se está celebrando con diversos actos conmemorativos en los países donde están presentes.