«La tragedia que está viviendo Gaza se ha convertido en un símbolo del drama que golpea a toda la Tierra Santa»

Patriarca Latino de Jerusalén

«La tragedia que está viviendo Gaza se ha convertido en un símbolo del drama que golpea a toda la Tierra Santa»

En su homilía de Pentecostés, pronunciada en la Abadía de la Dormición, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, centró su mensaje en el papel del Espíritu Santo como principio de unidad, paz y vida nueva. Pero no perdió la oporunidad de referirse directamente a la situación en Gaza y el conflicto en Tierra Santa.

(InfoCatólica) «La tragedia que está viviendo Gaza se ha convertido en una especie de imagen, un símbolo de este drama que está golpeando a toda la Tierra Santa», afirmó el patriarca, Estas palabras resumen su diagnóstico del momento que atraviesa la Iglesia y la sociedad: una época marcada por «odio, desconfianza, desprecio y división», que contrasta con el mensaje de comunión y esperanza de Pentecostés.

Aunque el grueso de la homilía se centró en la dimensión teológica del relato evangélico de Juan sobre la entrega del Espíritu por parte de Jesús resucitado, Pizzaballa subrayó que este don no puede quedarse en una experiencia interior. «Los discípulos […] deben comunicar lo que ya poseen, construirla, realizarla, siempre y en todas partes, a pesar de todo», dijo en referencia a la paz. Y añadió: «¿Resolveremos los graves problemas que afligen a Tierra Santa? Probablemente no. Pero aun así podemos y debemos ser una voz diferente, un estilo diferente, compartir una forma diferente de vivir».

El cardenal concluyó su intervención invitando a la comunidad cristiana a comprometerse activamente con la construcción de la unidad y la reconciliación, especialmente en el contexto actual. «El Espíritu es la fuerza que nos sostiene, pero no puede sustituir nuestra libre elección de vivir como hijos de Dios», dijo.


Homilía de Pentecostés Dormición 2025

Jerusalén, Abadía de la Dormición, 8 de junio de 2025

Jn 20, 19-24

Queridísimo Padre Nikodemus:

Queridos Hermanos de la Dormición, queridos Hermanos y Hermanas:

¡Que el Señor os dé la paz!

El pasaje del Evangelio que hemos escuchado hoy (Jn 20,19-23) nos remite a la noche de Pascua: según el evangelista Juan, esa misma noche Jesús se apareció a sus discípulos, que por miedo se habían encerrado en casa, y allí les dio inmediatamente su Espíritu.

Juan vincula estrechamente el don del Espíritu con la Pasión y a la Pascua, como un único gran movimiento, un único misterio de salvación: quiere subrayar y hacernos comprender que el Espíritu brota de la cruz, del costado abierto del Señor que da la vida. No puede haber Espíritu sin este don de sí mismo que Jesús lleva a cabo por nosotros en la cruz. Y, por otra parte, la Pascua no se cumple sino allí donde el Espíritu Santo es comunicado a los hombres.

El propósito de la Pascua es que la vida del Resucitado habite en nosotros, que seamos hechos partícipes de Su mismo modo de vivir. Por eso, Jesús, el mismo día de Su resurrección, se acerca inmediatamente a los suyos y comparte con ellos la vida que el Padre le ha dado: esta vida, que es una vida verdadera porque renace de lo más profundo, ahora es para todos aquellos que la acogen.

Para decir que Jesús da el Espíritu, el evangelista Juan usa un término importante y muy poco común: en el Nuevo Testamento solo lo encontramos aquí. Dice entonces que Jesús sopló, exhaló sobre ellos (Jn 20,22), pero también se podría traducir “en” ellos: el Espíritu es un don que no permanece externo a la persona, sino que penetra en su interior, se convierte en el aliento mismo del hombre.

Este verbo, único en el Nuevo Testamento, está presente al comienzo de la Biblia: Dios, tras haber moldeado al hombre con polvo del suelo, «formó al hombre del polvo del suelo, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente» (Gn 2,7). El hombre, por lo tanto, está formado por dos elementos, ambos marcados por una gran precariedad: el polvo del suelo, es decir, la parte más delicada y menos consistente de la tierra, que por ello simboliza la fragilidad de su constitución física, y el aliento de vida, que representa todo lo que hace de un cuerpo inanimado una persona viva: todo lo que permite respirar, que da la posibilidad de vivir.

Pues bien, como Dios sopla en las narices de Adán la vida natural, para que pueda vivir, así Jesús sopla en los discípulos el aliento de la vida nueva, para que puedan vivir como resucitados: el Espíritu no es algo más, un accesorio, sino que es exactamente lo que nos hace vivir. El hombre es una criatura llamada a mantener unidos estos dos elementos, que en sí mismos estarían muy alejados, como el cielo y la tierra.

Pentecostés revela de manera definitiva el misterio del hombre: en la tarde de Pascua, a través del soplo de Jesús, Dios nos hace nueva criatura, llamada a mantener unida la vida natural y la divina, la carne y el Espíritu, la tierra y el cielo. Solo entonces el hombre está completo.

No solo eso. Sino que otro elemento viene a iluminar este cumplimiento de la creación que Pentecostés trae consigo: en el relato del Génesis la obra de Dios se refiere al hombre, al primer hombre, al individuo. En Pentecostés hay algo diferente: en la tarde de Pascua Jesús da el Espíritu a los discípulos reunidos, y los recrea como comunidad de hermanos. Nace la Iglesia.

La obra del Espíritu es un evento de comunión, crea fraternidad, resuelve diferencias, hace posible la unidad. En otras palabras, está en el origen de la Iglesia. La nueva vida del Espíritu no es una vida vivida ya en la búsqueda solitaria de la propia plenitud, sino en el encuentro con el hermano con el que se comparte la vida: no puede vivirse si no se comunica, se comparte, se da, porque esta misma vida, en sí misma, no es más que un don. Si la retenemos y la poseemos, el Espíritu se apaga y volvemos a la muerte.

Por esta razón, estrechamente vinculado al don del Espíritu está el don de perdonar los pecados («A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos» - Jn 20,23), la capacidad de no dejar que el mal pueda dominar al hombre, destruyendo sus relaciones: los apóstoles, llenos del Espíritu Santo, son enviados a hacer lo mismo que han visto en Jesús, es decir, a llevar la vida donde hay muerte. Este es el Espíritu que han recibido.

El Evangelio de hoy y la solemnidad de Pentecostés son un recordatorio para nuestra Iglesia.

Unidad, diversidad, comunión, relación, compartir, entrega, amor, paz... son las palabras que resuenan en Pentecostés, cuando hablamos del don del Espíritu Santo y del nacimiento de la Iglesia. Parecen muy lejanas por lo que estamos viviendo en este tiempo. Todo parece hablar exactamente de lo contrario. Las palabras que escuchamos están llenas de odio, desconfianza, desprecio y división, pero también de incomprensión, de sensación de abandono y soledad. Muchos también están enojados con Dios, como si Él fuera el responsable de todo esto. La tragedia que está viviendo Gaza se ha convertido en una especie de imagen, un símbolo de este drama que está golpeando a toda la Tierra Santa.

Hoy, pues se nos llama a elegir. Ya sea dejarnos guiar por el Espíritu Santo que hemos recibido y que está en nosotros, ya sea si queremos convertirnos en quienes expresan la vida de Dios en nosotros, a ese aliento que Jesús ha puesto dentro de nosotros, o si dejamos que sea la carne la que determine nuestras decisiones, ya sea que queramos vivir solo como aquellos que están hechos de polvo del suelo, como el primer Adán.

No se trata de volvernos irénicos, de ver un mundo ideal y alejarnos de la dolorosa realidad que estamos viviendo. Se trata de ser capaces, a pesar de todo, de dar vida, de comprometerse con relaciones que abran horizontes, de comprometerse a construir donde hoy todo parece estar destruido; en otras palabras, de comprometernos con aquel primer don que Jesús dio a sus discípulos en el cenáculo, la paz («se puso en medio de ellos y les dijo: «Paz a vosotros»» - Jn 20,19). No debemos simplemente esperar a que otros la hagan. Los discípulos la recibieron con el Espíritu, y por lo tanto deben comunicar lo que ya poseen, construirla, realizarla, siempre y en todas partes, a pesar de todo. Colaborando con cualquiera, para compartir ese precioso don, la paz, que ya está dentro de ellos, en su corazón indiviso. ¿Resolveremos los graves problemas que afligen a Tierra Santa? Probablemente no. Pero aun así podemos y debemos ser una voz diferente, un estilo diferente, compartir una forma diferente de vivir en Tierra Santa. Quizás esta sea la primera y más importante misión de la Iglesia de Jerusalén hoy.

Pentecostés, en resumen, nos llama a ser aquellos que construyen la unidad, el compartir, el amor, la paz, que son un don que viene de lo alto, pero que debe ser construido con nuestras manos, nuestro compromiso y nuestro sincero deseo. Incluso hoy, también aquí en Tierra Santa. Diría que especialmente hoy y especialmente aquí. El Espíritu es la fuerza que nos sostiene, pero no puede sustituir nuestra libre elección de vivir como hijos de Dios.

Que el Señor perdone nuestras infidelidades, nos haga capaces a su vez de perdonarnos mutuamente y nos sostenga en nuestro deseo común de convertirnos en operadores de la acción del Espíritu en el mundo y constructores de unidad y paz.

16 comentarios

Maximiliano
Las guerras injustificadas carecen de alma. Estamos nuevamente presenciando guerras militares, económicas y culturales por el dominio donde el bestialismo impera. Hoy no existe una sociedad estructurada que pueda enarbolar un “no a la guerra”, ni siquiera a nivel de discurso. Hace falta denunciar la profanación del ser humano - no importa la edad - por el materialismo de la guerra ( con sus intereses ocultos ), hoy se ridiculizan a quienes defienden el "Padrenuestro" como el mayor manifiesto pacifista de la historia, al convertir en todos los seres de cualquier raza, sexo, religión, clase social y nación en hermanos e hijos igualmente amados por Dios. Con una análisis simple pero real y a la vez descorazonador no podemos negar que estamos ante una sociedad que se esta quedado “sin alma”; es nuestra obligación como seres humanos asociarnos para formar núcleos de resistencia. Alzar la voz es imprescindible, unidos con la ORACIÓN, porque la vida por el BIEN es un indudablemente un combate, principalmente contra el astuto maligno que es todo " destrucción, degeneración, desunión y desesperación ".

Reconstruyamos un mundo enloquecido en una sociedad de pueblos solidarios, dando nueva vida a un mundo espiritual, acogedor y fraternal, y evitemos el secuestro de nuestra almas por esas falsas ideologías tanto de “izquierdas” como de “derechas”, bochornosamente llenas de corrupción y pecado, que no saben otra cosa - en un suplicio continuo - que hablar con la
10/06/25 11:15 AM
Mikel
Apoyo la lucha contra el terrorismo sin ambages; dicho esto, el enemigo mortal del Estado de Israel tiene un nombre: sionismo.
Benjamín Netanyahu está llevando al Estado de Israel al precipicio, está cegado, cree que el Estado de Israel es el Israel bíblico y que nuevamente se encuentran en los días de Josué, debiendo liderar la expansión del Estado de Israel para tomar posesión, otra vez, de la tierra prometida y llevándose por delante, otra vez, todo lo que se interponga en el camino.
Si el pueblo del Estado de Israel no se deshace del sionismo, el sionismo enterrará al Estado de Israel.
10/06/25 11:42 AM
Cassius (libertad creativa para Rupnik ya!!)
Realmente, ver toda esa pobre gente machacada sin piedad...
Cercados, como en un matadero... Y cuántos, mirando para otro lado.

Ahora, que no se ahogue un pobre subsahariano en nuestras costas, que nos echan de Europa, la ONU, y hasta del club de bolos.

Hipocresía y asco...
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LF:
No use ese nick.
10/06/25 11:54 AM
Antonio José L.
En el marcador de la final femenina de Roland Garros no pusieron la bandera bielorrusa, pero sí que ponen la de Israel en todos los sitios.
10/06/25 12:41 PM
JSP
1. ¿Qué diferencia a Boko Haram de Hamás? Alguno dirá que unos son negros y otros no.
2. ¿Alguien se acuerda de cómo comenzó todo esto, lo que hizo Hamás, y sigue haciendo con 56 secuestrados que faltan?
3. ¿Por que Hamás no ha cumplido su parte?
4. ¿El Patriarca latino de Jerusalén no se acuerda de los cristianos pakistaníes? Por lo menos, que sea objetivo: todo el norte de Africa era cristiano y Bizancio. ¿Qué hicieron con ellos? ¿Mejor trato que el de los sionistas israelíes? Debería medir bien sus palabras, porque si se da la vuelta a la torna puede enterarse bien lo que es vivir como cristiano bajo el Islam. 
10/06/25 1:54 PM
Luis Fernando
JSP, ¿tiene usted explicación al hecho de que el estado con el mejor servicio de inteligencia del mundo no fue capaz de detectar el ataque de octubre del 23? Es más, ¿cree usted que realmente no lo detectaron?
¿Tiene usted una explicación al hecho de que Israel, tras haber entrado a sangre y fuego en Gaza, causando decenas de miles de muertos, haya sido incapaz de encontrar a los secuestrados?
¿Tiene usted una explicación al hecho de que Hamás fuera financiada por Israel, tal y como ha reconocido Netanyahu? ¿Tiene usted una explicación al hecho de que Israel esté financiando hoy a los islamistas de  Abu Shabah para contrarrestar la fuerza de Hamás?
Y puedo seguir haciendo preguntas hasta llenar dos páginas.
10/06/25 3:27 PM
JSP
1. LF, me da la razón. Si el gobierno israelí permitió que llegaran fondos desde Qatar para que el gobierno de Hamás lo invirtiera en mejorar la vida de los gazatíes, ¿qué problema hay? Cosa diferente es para comprar armamento y misiles contra Israel.
2. No tergiversemos: El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, admitió el miércoles que su Gobierno permitió que se transfirieran fondos desde Qatar a la milicia islamista Hamás en Gaza. En una rueda de prensa nacional retransmitida por Internet, Netanyahu rechazó, sin embargo, que ese dinero fuera el responsable del ataque cometido por el grupo armado palestino el 7 de octubre de 2023 que desató la actual ofensiva israelí sobre la Franja.
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LF:
Ah, nos quedamos más tranquilos. El dinero que Netanyahu dio a Hamás no lo usó Hamás para el ataque. Lo usó para comprar dulces para los niños de Gaza.
Ya descanso más tranquilo.
Se acabó este debate.
10/06/25 6:37 PM
Montse
Me parecen interesantes las preguntas que ha hecho Luis Fernando.Respeto al patriarca latino de Jerusalén y al párroco de Gaza el sacerdote Gabriel Romanelli.Estoy en contra de todos los extremismos violentos sean religiosos o ateos.Dos cosas malas no harán una buena.Si he oído a miembros de la iglesia católica criticar la persecución de los cristianos sea donde sea.
Por mi parte rezo.
10/06/25 6:47 PM
Claudio
Para que se acabe, deieran deshacer a los sionistas, ya que el pobre pueblo israelí, no tiene la culpa.
10/06/25 8:36 PM
Masivo
No sobreestimemos a los servicios de inteligencia israelíes. El Estado con el mejor servicio de inteligencia siempre ha sido el Vaticano, ex Estados Pontificios.---

LF 
Hoy estás gracioso 
11/06/25 6:33 AM
Juan Mariner
El asesinato de Francisco Fernando en Sarahevo desencadenó la I Guerra Mundial, una Fiesta Rave, la Guerra de Gaza.
11/06/25 10:54 AM
Luis Fernando
No, Juan, no. Lo de Gaza no es una guerra. Es un genocidio. No es lo mismo.
11/06/25 12:11 PM
José
No puedo creer que Luis Fernando este diciendo que lo de gaza es un genocidio. Nada que ver, si Israel hubiese querido los borra del mapa habe tiempo, pero Israel trata de hacer lo correcto, en la medida de lo que pueda. Sí, ha comerido erores, pero ¿ Que estaso ha hehco las cosas bien? A israel se le exige perfeccion en todo, no así a los terroristas de Hamas y demás inmundicia islámica.
11/06/25 2:15 PM
Luis Fernando
Pues sí, lo de Gaza es un genocidio como la copa de un pino. Es mi opinión personal, no la de InfoCatólica, y la expreso. También digo que el criminal de guerra Netanyahu debería acabar su vida en una cárcel.
Y a eso añado que Hamás es un grupo terrorista. Son hienas repugnantes, como todo terrorista. Tan cierto es eso como que Hamás existe porque Israel así lo quiso y lo financió.
11/06/25 2:24 PM
José
Claro, Israel financió a un grupo que jura destruirlo día a día. Supongo que para usted Israel debe dejarse atacar y exterminar por estos terroristas, que usa a su población como escudos humanos. No digo que Israel sea perfecto y tendrían que responder ante un tribunal, pero de eso a decir que son genocidas...
11/06/25 5:01 PM
Luis Fernando
Efectivamente Israel financió a Hamás. Ya se sabía desde hace tiempo pero Netanyahu lo ha vuelto a confirmar.

Es IMPOSIBLE que un grupo terrorista haga desaparece el estado de Israel. Imposible. Pero es evidente que Israel quiere echar a todos los palestinos de Gaza. También lo han dicho. Primero mata decenas de miles para luego echarlos a todos. Ya solo falta que a los que no quieran los metan en campos de concentración.

Eso se llama genocidio.
11/06/25 5:54 PM

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