«Cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo»

Carta del Papa a los anabaptistas

«Cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo»

León XIV ha enviado un mensaje con motivo de los 500 años del movimiento anabaptista, en el que ha animado a católicos y anabptistas a avanzar en la reconciliación mediante el diálogo, la unidad y el «valor de amar». El Pontífice ha destacado la importancia del testimonio cristiano en un mundo herido por la guerra.

(InfoCatólica) El Papa comienza su carta saludando a los anabaptistas -en su  mayor parte, pero no solo, menonitas- con las palabras de Cristo resucitado a sus apóstoles. Su palabra de paz no oculta las marcas de la pasión. Al aceptar el llamado a la paz del Señor «todos los seguidores de Jesús pueden sumergirse en la radical novedad de la fe y de la vida cristianas».

León XIV pide llevar a cabo «una purificación de la memoria» y «relectura común de la historia que pueden permitirnos sanar heridas pasadas y construir un nuevo futuro mediante el valor de amar», imprescindible para que se produzcan avances en el diálogo teológico.

El Pontífice, que no ha perdido la oportunidad de volver a citar a San Agustín, ha señalado la importancia de la reconciliación entre los cistianos en medio de un mundo en guerra:

«...en el contexto de nuestro mundo desgarrado por la guerra, nuestro camino continuo de sanación y de profundización de la fraternidad tiene un papel vital que desempeñar, pues cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo, el Príncipe de la Paz, en la construcción de una civilización del encuentro amoroso».

Mensaje del Papa a los anabaptistas

Mensaje del Santo Padre León XIV a los participantes en la conmemoración de los 500 años del movimiento anabaptista

Zúrich, 29 de mayo de 2025

Al reunirse para conmemorar los 500 años del movimiento anabaptista, saludo cordialmente a todos vosotros, queridos amigos, con las primeras palabras pronunciadas por Jesús resucitado: «¡La paz esté con vosotros!» (Jn 20, 19).

En la alegría de nuestra celebración de la Pascua, ¿cómo no reflexionar sobre la aparición de Cristo en la tarde de aquel «primer día de la semana» (ibíd.), cuando Jesús no solo atravesó muros y puertas cerradas, sino también los corazones temerosos de sus discípulos? Además, al comunicarles su gran don de la paz, Cristo fue sensible a la experiencia de los discípulos, sus amigos, y no ocultó las marcas de su pasión aún visibles en su cuerpo glorioso.

Al recibir la paz del Señor y aceptar su llamada, que incluye la apertura a los dones del Espíritu Santo, todos los seguidores de Jesús pueden sumergirse en la radical novedad de la fe y de la vida cristianas. En efecto, ese deseo de renovación caracteriza al propio movimiento anabaptista.

El lema elegido para vuestra conmemoración, «El valor de amar», nos recuerda, ante todo, la necesidad de que católicos y menonitas hagan todo lo posible por vivir el mandamiento del amor, el llamado a la unidad cristiana y el mandato de servir a los demás. También señala la necesidad de honestidad y amabilidad al reflexionar sobre nuestra historia común, que incluye heridas dolorosas y relatos que siguen influyendo en las relaciones y percepciones entre católicos y menonitas hasta hoy. Qué importante es, entonces, esa purificación de la memoria y esa relectura común de la historia que pueden permitirnos sanar heridas pasadas y construir un nuevo futuro mediante el «valor de amar». Más aún, solo así el diálogo teológico y pastoral podrá dar fruto, un fruto que permanezca (cf. Jn 15, 16).

Ciertamente, no es una tarea fácil. Sin embargo, fue precisamente en momentos particulares de prueba cuando Cristo reveló la voluntad del Padre: fue al ser interpelado por los fariseos que nos enseñó que los dos mandamientos más grandes son amar a Dios y al prójimo (cf. Mt 22, 34-40). Fue en la víspera de su pasión cuando habló de la necesidad de unidad, «para que todos sean uno… para que el mundo crea» (Jn 17, 21). Mi deseo para cada uno de nosotros, entonces, es que podamos decir con san Agustín: «Toda mi esperanza está puesta exclusivamente en tu inmensa misericordia. Da lo que mandas, y manda lo que quieras» (Confesiones, X, 29, 40).

Finalmente, en el contexto de nuestro mundo desgarrado por la guerra, nuestro camino continuo de sanación y de profundización de la fraternidad tiene un papel vital que desempeñar, pues cuanto más unidos estén los cristianos, más eficaz será nuestro testimonio de Cristo, el Príncipe de la Paz, en la construcción de una civilización del encuentro amoroso.

Con estos sentimientos, os aseguro mis oraciones para que nuestras relaciones fraternas se profundicen y crezcan. Sobre todos vosotros invoco la alegría y la serenidad que provienen del Señor resucitado.

Desde el Vaticano, 23 de mayo de 2025

León PP. XIV

10 comentarios

anawim
De hecho, la causa de que la gente no crea es la división entre las distintas confesiones cristianas, tenemos esta responsabilidad. Si repasamos el segundo mandamiento, amarás a tu prójimo como a ti mismo, el amor al prójimo consiste en creer y demostrarle que él es importante. Por eso el ecumenismo es tan importante, porque nos estamos jugando nada más y nada menos que la gente crea. No podemos vivir la vida del egoísta que prefiere el techo de su habitación a contemplar las estrellas.
30/05/25 10:38 AM
Generalife.
Qué así sea que seamos uno en el Unico
30/05/25 11:58 AM
feliciano
No estoy del todo de acuerdo con lo que afirma, al decir: "la causa de que la gente no crea es la división entre las distintas confesiones".- El modo de hacer de las confesiones, es cosa de ellas.- El creyente no debe fijar su mirada en lo que menos importa.- En la vida y en la muerte somos del Señor.- La invitación del Señor, que no obligación, está en su Palabra; escuchemos su voz, cada día nos llama, no hagamos oídos sordos.- Los pretextos humanos nos sacan del camino que conduce a la Vida.-
30/05/25 1:01 PM
Ruben Peralta
Cuando hable algo de la verdad, avisen.. algo de la religión de certeza, también..
30/05/25 2:12 PM
Manuel Enrique
Alabado sea Jesucristo y bendita mamá María.

El Señor NO hizo "ecumenismo", ni los apóstoles, invitóa renunciar a todo y seguiré, convertirse y amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo por EL.

Hay solo dos caminos, uno estrecho de la UNICA IGLESIA CATOLICA APOSTÓLICA Y ROMANA; y el camino ancho de la multipluralidad de creencias humanas. Un único cristianismo revelado por el mismo Dios hecho hombre.

Jesús y mamá María nos de a todos HUMILDAD y DOCILIDAD a vivir el camino estrecho de 2000 años de mano de mamá María, san José y la Iglesia triunfante, la purgante y la militante.

EL Señor habló claro, sin tanto Rodeo como hoy lo hacemos muchos católicos por miedo o respetos humanos.

La paz de Jesús y mamá María.

30/05/25 2:55 PM
Uno
Cualquier cosa menos leerse la Mortalium Animos, no vaya a ser que conozcan la doctrina católica y que lo que hacen está condenado.
30/05/25 4:38 PM
Masivo
En Münster todavía están colgadas de la Iglesia de San Alberto las jaulas que contuvieron los cadáveres de los líderes anabaptistas ajusticiados. Sería buena idea quitarlas de alli como gesto de unidad.
---

LF:
Si quieres te cuento cómo les trataron el resto de los protestantes. Por ejemplo, Zwinglio.
La historia es la que es  y ocultarla no tiene sentido.
30/05/25 4:38 PM
Cristián Yáñez Durán
Es falso que la división de los cristianos ( en sentido lato) sea causa de incredulidad. Ésta es causada por falta de inteligencia o por mala fe.
El ecumenismo more CVII es estéril, como lo ha demostrado hasta ahora, porque asume una falsa culpa de la Iglesia respecto de los no católicos. El problema es de ellos, por haber abandonado la Iglesia o no haber ingresado nunca a ella. La misión de la Iglesia es custodiar y proclamar la Fe.
Como decía un santo varón, evangelizador de África, se puede bautizar a un pagano pero no a un apóstata.
30/05/25 10:15 PM
Feri del Carpio Marek
¿Por qué colocan en la imagen el escudo de Juan Pablo II?
31/05/25 2:20 PM
Vladimir
Juan 17,21: Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
31/05/25 11:30 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.