(Vatican.news/InfoCatólica) La obra fue introducida por el profesor Pierluigi Banna y el responsable de la Libreria Editrice Vaticana, Lorenzo Fazzini. El acto contó con un diálogo entre el cardenal Kurt Koch, Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y Andrea Tornielli, director editorial de los medios vaticanos, moderado por Piero Luca Azzaro, traductor y director de la Opera Omnia.
Sinodalidad en Ratzinger
Durante la presentación, el cardenal Koch destacó que «con Dios, las cosas grandes siempre empiezan pequeñas, incluso para la transformación de la fe en la sociedad actual es importante no preocuparse de los números, sino de la salvación». En sus intervenciones, subrayó la profundidad, complejidad y actualidad del pensamiento de Ratzinger, que escapa a las simplificaciones ideológicas que lo encasillan como un mero representante del conservadurismo.
Uno de los ejes del diálogo fue la sinodalidad. Koch recordó que Benedicto XVI «siempre ha sido muy partidario de la sinodalidad», en el sentido originario de caminar con, como ya expresó san Juan Crisóstomo. Para Ratzinger, esta dimensión no se opone a la jerarquía, sino que ambas coexisten: «la Iglesia católica es jerárquica y sinodal al mismo tiempo». Citando a Cipriano de Cartago, el cardenal señaló: «nada debe hacerse sin un obispo, nada sin el consejo de los presbíteros, nada sin el consentimiento de los creyentes».
El volumen recoge fragmentos donde Ratzinger ya en 1969 denunciaba la pervivencia de un modelo eclesial monárquico, defendiendo una transformación gradual hacia una mayor participación y consulta, a través de formas menos centralizadas de discusión. De este modo, anticipaba una visión eclesial abierta a la diversidad de contextos y realidades.
Rechazo del antimodernismo
Ratzinger, tanto como teólogo como pontífice, rechazó el repliegue antimodernista, apostando en cambio por un diálogo constante con el mundo contemporáneo. Según recordó Koch, «el creyente lleva dentro un no creyente y viceversa», como escribió en Introducción al cristianismo. Por ello, el diálogo con quienes dudan o no creen es fundamental: «la fe confirmada en la reflexión está siempre abierta al diálogo, mientras que la ideología está cerrada en sí misma».
Otro tema central fue la visión del futuro de la Iglesia en sociedades secularizadas. Ratzinger apostaba por una Iglesia «más libre y más pobre», desvinculada de estructuras de poder. Koch evocó las palabras del Papa en Friburgo, donde afirmaba que la pérdida de privilegios ayudó a la Iglesia a desmundanizarse. Este proceso, explicó, no implica un alejamiento del mundo, sino una mayor credibilidad en su testimonio y misión.
Sus diálogos con periodistas
La presentación concluyó con una reflexión del teólogo Elia Carrai, quien subrayó que los diálogos de Ratzinger con periodistas muestran cómo la verdad cristiana «se revela en la historia y se convierte en objeto de verificación por parte del hombre». Las personas que viven su fe —añadió— «demuestran que es posible una vida verdaderamente humana», haciendo que el mensaje cristiano resulte comprensible para el hombre contemporáneo.
Ratzinger, lejos de un pensamiento cerrado, se revela en esta nueva obra como un interlocutor lúcido, moderno y profundamente enraizado en la tradición, capaz de sostener con coherencia y apertura el diálogo entre fe y razón, Iglesia y mundo.