(LifeSite/InfoCatólica) El pasado 14 de enero, la representante estatal de Minnesota Mary Franson presentó el proyecto de ley 435, que busca prohibir el encarcelamiento de varones que se identifican como transgénero en cárceles para mujeres. La iniciativa responde a una política implementada en 2023 por el Departamento de Correcciones de Minnesota titulada «Gestión y colocación de personas encarceladas que son transgénero, de género diverso, intersexuales o no binarias», la cual permite a varones que se identifican como mujeres solicitar su traslado a prisiones femeninas.
Aunque en otro tiempo una medida de este tipo se habría considerado de sentido común, la propuesta ha enfrentado oposición y aún no ha sido aprobada. Actualmente, Minnesota es uno de los once estados que permiten este tipo de traslados.
Las consecuencias de esta política han sido denunciadas recientemente en una entrevista publicada el 18 de mayo por Alpha News, en la que la reclusa Jamie Ali, presa en la cárcel femenina de Minnesota Correctional Facility-Shakopee, relató el impacto psicológico que ha sufrido al ser encarcelada junto a varones biológicos. «Soy sobreviviente de agresión sexual. Me han violado tres veces», afirmó Ali. «También sufrí violencia doméstica durante mi infancia y en relaciones anteriores, así que estar aquí con estos hombres ha sido una pesadilla».
Ali denunció que la convivencia forzada con hombres que se identifican como mujeres le ha provocado un deterioro severo en su salud mental, incluyendo ataques de pánico que la han llevado a aislarse y abandonar toda actividad educativa dentro del penal. «Me retiré de todas mis clases porque hay transgéneros en ellas y es muy traumático. He tenido ataques de pánico desde que llegué aquí», afirmó. «Es la peor experiencia que he vivido».
«Muchas noches no salgo ni a comer. Me quedo en mi celda», añadió.
Ali también hizo referencia a casos concretos que han generado alarma entre las internas. Uno de ellos es el de Sean Windingland, un varón condenado por abuso sexual de sus hijas gemelas de seis años, quien logró ser trasladado a la cárcel de mujeres. «Al registrar su celda encontraron botellas llenas de semen», afirmó Ali. «Aparentemente, las guardaba para embarazar a otras reclusas o dárselas para que intentaran embarazarse ellas mismas». Un portavoz del Departamento de Correcciones de Minnesota declaró que dicha acusación es «no corroborada».
Otro caso que mencionó es el de Bradley Sirvio, condenado por asesinato, quien tras cambiar su nombre a «Aurora» fue ubicado frente a la celda de Ali. Según la reclusa, Sirvio ha mantenido conductas sexuales explícitas con otras internas. De acuerdo con un informe anterior de Alpha News, Sirvio fue uno de los primeros varones trasladados a la prisión de Shakopee tras un acuerdo legal en 2023 con una ex reclusa trans llamada Christina Lusk.
Ali denunció que esta política ha dejado a las mujeres más vulnerables de Minnesota en un estado constante de miedo. «Cualquier hombre puede simplemente decir que se identifica como mujer, venir aquí y hacer lo que quiera», declaró. «¿Cómo puedo saber que alguno de estos hombres no dice eso solo para entrar y luego yo termino violada? Ese es mi mayor temor. El día que salga de aquí—ya sea porque me liberen o por trabajo comunitario—voy a vomitar, literalmente, y luego a sollozar, y buscaré de inmediato un abogado que me represente».
La escritora J.K. Rowling también comentó el caso en su cuenta de X (antes Twitter): «Si lo que esta mujer describe no constituye un castigo cruel e inhumano, no sé qué lo haría». Mientras el gobernador Tim Walz y los legisladores que promueven estas políticas aseguran que actúan por compasión, ignoran el sufrimiento de mujeres como Jamie Ali, quienes son tratadas como daño colateral aceptable.
Por el bien de las mujeres encarceladas, el proyecto de ley de Mary Franson debería ser aprobado e implementado de inmediato.