(KathPress/InfoCatólica) Según una reciente encuesta, una de cada dos mujeres con un embarazo no planificado en Austria está bajo una fuerte presión para abortar. Este preocupante dato fue dado a conocer el viernes por decenas de mujeres afectadas, quienes realizaron un flashmob frente al Parlamento en Viena. Bajo el lema «Es tiempo de más honestidad», exigieron al nuevo gobierno federal mayor apertura en el tratamiento de las consecuencias psicológicas y sociales de los abortos. El centro de la iniciativa fue la presentación de la nueva plataforma www.keinEinzelfall.at, donde por primera vez las mujeres afectadas pueden compartir públicamente sus experiencias.
Esta iniciativa surge de la organización civil #fairändern, que desde hace años trabaja por mejorar las ayudas a mujeres embarazadas en situaciones de crisis. De acuerdo con un estudio de IMAS de 2023, al menos la mitad de las mujeres con embarazos no deseados se sienten fuertemente o muy fuertemente presionadas a abortar. Entre las principales fuentes de presión se mencionan a la pareja, la familia o la precariedad económica.
«La presión para abortar es alarmantemente alta, y el sufrimiento posterior sigue siendo un tema tabú», criticó Petra Plonner, presidenta de #fairändern y también personalmente afectada, durante una rueda de prensa. «Estamos aquí porque la verdad es necesaria. De esto también se trata cuando hablamos de los derechos de las mujeres».
Varias mujeres compartieron con los medios de comunicación sus experiencias personales. Andrea relató haber sido presionada en dos ocasiones para abortar: «Un aborto deja más que cicatrices físicas; causa heridas profundas en el alma». Ella pidió que se implementen ayudas concretas para que las mujeres en crisis no queden solas. Por su parte, Rita, consejera espiritual y también afectada, habló de la vergüenza y del silencio que muchas mujeres viven tras un aborto: «Mientras no podamos hablar de nuestro dolor, este no podrá sanar».
Con la nueva web www.keinEinzelfall.at, las mujeres tienen ahora por primera vez una plataforma pública donde compartir sus historias, ya sea de forma anónima o con su nombre. Este sitio busca ser un punto de encuentro para las afectadas y, al mismo tiempo, promover cambios en la sociedad.
Entre las demandas concretas de la iniciativa se encuentra la creación de servicios de asesoría accesibles e independientes para mujeres con embarazos no planificados, incluyendo un periodo de reflexión obligatorio antes de cualquier intervención, lo que se conoce como una «fase de enfriamiento». También consideran necesario concienciar sobre la presión para abortar como una forma de violencia estructural contra las mujeres, así como ofrecer apoyo psicosocial y terapéutico a aquellas que sufran secuelas psicológicas tras un aborto.
Las organizadoras subrayaron que no se trata de un debate penal, sino de garantizar una «auténtica libertad de elección» y de brindar apoyo. «Ninguna mujer debería sentirse obligada a abortar, ni por las circunstancias ni por la falta de alternativas», concluyó Plonner.