(InfoCatólica/Catholic Sat) Resulta imposible predecir de forma exacta la duración del Cónclave. Depende de los cardenales y de lo rápidamente que sean capaces de llegar a un acuerdo que satisfaga, al menos, a la mayoría necesaria. El cónclave más largo de la historia tuvo lugar en el siglo XIII, en Viterbo, y duró casi tres años, en el que se eligió a Gregorio X. Los cardenales no conseguían ponerse de acuerdo y el pueblo, harto de esperar, los dejó a pan y agua hasta que lo lograron.
No obstante, es posible hacerse una idea de la probable duración del cónclave actual teniendo en cuenta la duración de los últimos cónclaves. Si consideramos los cónclaves de los últimos ciento cincuenta años, más o menos, nos encontramos con que ha habido pocas diferencias entre ellos:
- Cónclave de 1878, en que se eligió a León XIII: 3 días (3 votaciones)
- Cónclave de 1903, en que se eligió a San Pío X: 5 días (7 votaciones)
- Cónclave de 1914, en que se eligió a Benedicto XV: 4 días (10 votaciones)
- Cónclave de 1922, en que se eligió a Pío XI: 5 días (14 votaciones)
- Cónclave de 1939, en que se eligió a Pío XII: 2 días (3 votaciones)
- Cónclave de 1958, en que se eligió a San Juan XXIII: 4 días (11 votaciones)
- Cónclave de 1963, en que se eligió a San Pablo VI: 3 días (6 votaciones)
- Cónclave de 1978, en que se eligió al beato Juan Pablo I: 2 días (4 votaciones)
- Cónclave de 1978, en que se eligió a San Juan Pablo II: 3 días (8 votaciones)
- Cónclave de 2005, en que se eligió a Benedicto XVI: 2 días (4 votaciones)
- Cónclave de 2013, en que se eligió a Francisco: 2 días (5 votaciones)
Lo primero que salta a la vista es que la duración varía poco, entre dos y cinco días. La media y, por lo tanto, la duración más probable de un cónclave es de tres días.
Conviene tener en cuenta que el cónclave en que salió elegido San Pío X y que duró cinco días, fue un caso excepcional, ya que en aquella época las grandes potencias católicas (Francia, España y el Imperio Austrohúngaro) todavía tenían derecho de veto o ius exclusivae sobre la elección papal. El Imperio Austrohúngaro hizo uso de ese derecho para vetar la elección del cardenal Rampolla, uno de los favoritos, pero considerado demasiado liberal y favorable a la República Francesa. El cardenal arzobispo de Cracovia, Jan Puzyna, transmitió el veto imperial y terminó siendo elegido el cardenal Sarto, que se convertiría en Pío X. Una de las primeras cosas que hizo el nuevo Papa fue abolir el derecho de veto. Aun así, incluso eliminando ese cónclave poco usual, la media sigue siendo de 3 días.
Dicho eso, los cónclaves de 2 días también son relativamente frecuentes: ha habido cuatro en el último siglo y medio (de un total de once). Tanto Francisco como Benedicto XVI, Juan Pablo I y Pío XII fueron elegidos en solo dos días.
La regla general es que, cuanto menos consenso hay entre los cardenales al empezar las votaciones, más negociaciones suelen hacer falta y mayor es la duración del cónclave. Lo que más puede prolongar un cónclave es que se produzca un enfrentamiento entre dos grandes grupos irreconciliables, ninguno de los cuales tenga la mayoría suficiente para elegir a su candidato, pero sí suficientes votos para bloquear a un candidato aceptable para el otro grupo.