(LSN/InfoCatólica)El presentador de Daily Wire, Matt Walsh, reafirmó su postura de que la adopción por parte de homosexuales es una «abominación» durante una entrevista reciente con Tucker Carlson. Ambos también debatieron sobre los perjuicios de la agenda LGBT y los ataques contra la familia.
Carlson leyó a Walsh uno de sus tuits sobre la gestación subrogada en parejas homosexuales, el cual Walsh afirmó seguir respaldando.
Expuso varios argumentos en contra de la adopción por parte de personas homosexuales.
«Nunca ha existido una sociedad en ningún lugar del mundo, en ningún momento, donde dos hombres en una relación romántica hayan formado una familia», afirmó Walsh. «Eso sencillamente nunca ha ocurrido».
«Siempre ha sido un hombre y una mujer quienes inician una familia», añadió. Señaló que la poligamia ha existido y aún existe, y aunque no la aprueba, al menos implica la crianza de hijos, a diferencia de las relaciones homosexuales.
«Una ‘familia’ encabezada por dos hombres homosexuales… es una abominación», sentenció Walsh. Carlson ironizó llamando a eso «progreso».
«Es progreso en el mismo sentido en que progresa el cáncer», dijo Walsh.
Carlson planteó entonces una pregunta retórica al presentador sobre la posibilidad de colocar a menores, sin otras opciones disponibles, en un hogar con dos hombres homosexuales o dos mujeres.
«Para empezar, es interesante observar que cuando esta conversación sobre la ‘paternidad gay’ comenzó en serio hace unos diez años, la mayoría del debate se centraba en la adopción», comentó.
Pero ahora, señaló, se está produciendo un «cambio» hacia la gestación subrogada, diciendo que las personas homosexuales están «comprando partes del cuerpo de mujeres» y alquilándolas, utilizándolas como si fueran un alquiler de Airbnb, lo que Carlson comparó con la esclavitud.
«La cuestión fundamental es: ¿a qué tiene derecho el niño?», dijo Walsh.
«Tengo derecho a ser padre», reclaman erróneamente los hombres homosexuales, señaló el presentador.
«Un niño tiene derecho a una madre y un padre. Tiene derecho a la estructura básica y fundamental que han tenido miles de millones de niños a lo largo de la historia: una madre y un padre», defendió.
Aunque hay situaciones trágicas, como la muerte de uno de los progenitores o el divorcio, «no debería ser así». Colocar a un niño con dos hombres o dos mujeres homosexuales equivale a «renunciar a ese menor», aseguró.
«A muchos esto no les gustará… estar en acogida dista mucho de ser una situación ideal… pero que un niño sea entregado a dos ‘padres homosexuales’ es aún peor… claramente peor», afirmó. «Es una situación más desordenada», añadió.
«No considero que ser criado por ‘padres homosexuales’ sea una mejora», concluyó.
Ambos también hablaron de cómo la agenda LGBT «empieza con la tolerancia» pero deriva en la imposición de creencias a los demás.
«Pasa muy pronto a la ‘aceptación’», puntualizó Walsh, lo cual no es lo mismo que tolerar. Y de ahí pasa a la «celebración».
«Muy rápido, en realidad», añadió Carlson.
Luego, dijo Walsh, esa agenda se introduce en el sistema educativo.
La conversación giró después hacia los roles de género en la sociedad.
«La civilización humana ha funcionado de una determinada manera durante miles de años», sostuvo Walsh.
Mencionó sus conversaciones con una tribu en Kenia durante el rodaje de su conocido documental What is a Woman, centrado en la ideología de género. La tribu no comprendía el término «roles de género», pero sí reconocía roles claramente definidos, señaló a Carlson.
Afirmó que las familias allí son más felices al tener esos roles definidos.
Los roles claros ayudan a reducir la ansiedad y otros problemas mentales, explicó Walsh, ya que las personas saben cuál es su función. «No se puede ir contra la naturaleza», dijo Carlson. «Porque Dios la creó», añadió.
Comentó que existe «todo un género de vídeos» en TikTok donde jóvenes mujeres «lloran porque se incorporaron al mundo laboral y lo encontraron insoportable, deprimente y vacío. Lo odian. No quieren trabajar, no quieren seguir así».
«Y están desesperadas por ello», concluyó, como crítica al feminismo.
«Y están desesperadas por ello», concluyó, como crítica al feminismo.