(Agencias/InfoCatólica) En su discurso de fin de año del pasado jueves, el arzobispo de San Salvador calificó 2009 como un año «muy difícil para todos, debido a los efectos de la crisis económica internacional, y reitero su llamado a la unidad nacional». «Siempre les digo que este Gobierno no podrá cambiar el país por sí solo (...). Sólo conseguiremos salir adelante si alcanzamos la unidad nacional, que es, ni más ni menos, que tirar todos para el mismo lado y dejar de pelearnos por intereses menores, de grupos o fracciones», aseguró monseñor Escobar.
«Quiera Dios que así logremos que el 2010 sea en verdad el año de la unidad nacional, y obtengamos de esta manera la recuperación social y económica que todos deseamos», dijo Monseñor Escobar Alas. El arzobispo sostuvo que la cifra de 4.365 homicidios con que cerró 2009 es «alarmante", aunque juzgó que «es un problema de la nación, que involucra a todos», y no sólo al Gobierno. «Yo demandaría unidad nacional, unidad de esfuerzos y de buena voluntad para salir adelante», expresó.
Además, el prelado estimó importante la revisión del marco jurídico nacional y la administración de justicia, así como poner especial atención a «las causas que generan la violencia». Hay que «identificarlas y combatirlas», afirmó, al referirse a la «la pobreza, la miseria y las pocas oportunidades que hay de salir adelante» en este país centroamericano.
El Salvador, el país con más violencia del continente americano
Mauricio Ramírez Landaverde, subdirector de la PNC, atribuyó el alza al incremento de acciones de las pandillas: «Las maras han venido evolucionando, se han involucrado en delitos más lucrativos y utilizan a menores de edad». El presidente Mauricio Funes, por su parte, aseguró que lo peor de la crisis económica «ya pasó» y que 2010 será un año de recuperación, pero no hizo referencia alguna a las catastróficas cifras de muertes y actos violentos del país.
Ni México en guerra contra el narcotráfico, ni Colombia y su eterna guerra civil superan el triste mérito de ser el país más violento del continente americano, que corresponde a El Salvador. Los números facilitados por la Policía Nacional Civil (PNC) hablan de 4.365 asesinatos cometidos durante 2009 en este pequeño país centroamericano de poco más de 6 millones de habitantes.
El dato de refleja un promedio de 12 homicidios diarios y supera el promedio anual de muertes violentas de la última década, con un aumento del 37% sobre los 3.179 reportados en 2008. La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes se disparó a 71, cuando la Organización Mundial para la Salud cree que con una tasa de 10 ya se puede considerar que un país sufre una epidemia. Para igualar los 71 homicidios por cada 100.000 habitantes de El Salvador, en un país como Chile deberían de haberse cometido 12.100 asesinatos en 2009; en España la cifra debería haber superado los 32.000; en México se habrían necesitado más de 78.000 homicidios; y casi 225.000 en Estados Unidos.