(PressVatican/InfoCatólica) El Vaticano ha emitido un comunicado oficial anunciando el inicio de la fase de implementación del Sínodo titulado «Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación, misión». Este proceso, aprobado por el Papa Francisco, busca profundizar en la sinodalidad como una dimensión esencial de la vida de la Iglesia.
La Secretaría General del Sínodo ha enviado una carta a todos los obispos y eparcas, y a través de ellos, al «Santo Pueblo de Dios» bajo su cuidado, detallando el proceso de acompañamiento y evaluación de esta fase de implementación. Este proceso involucra a diócesis y eparquías, conferencias episcopales y estructuras jerárquicas de las Iglesias Orientales Católicas, así como a institutos de vida consagrada, sociedades de vida apostólica, asociaciones laicales, movimientos eclesiales y nuevas comunidades presentes en sus territorios. El objetivo es que la sinodalidad sea cada vez más comprendida y vivida como una dimensión esencial de la vida ordinaria de las Iglesias locales y de toda la Iglesia.
El Papa Francisco ha enfatizado que el Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos forma parte del magisterio ordinario del Sucesor de Pedro y, como tal, debe ser acogido. Aunque no es estrictamente normativo, compromete a las Iglesias a realizar elecciones coherentes. En particular, «las Iglesias locales y los agrupamientos de Iglesias están ahora llamados a dar cumplimiento, en los diversos contextos, a las indicaciones autorizadas contenidas en el Documento, a través de los procesos de discernimiento y de decisión previstos por el derecho y por el propio Documento».
Este proceso culminará en octubre de 2028 con la celebración de una Asamblea Eclesial en el Vaticano, que servirá como evaluación de los avances realizados en la implementación de la sinodalidad en toda la Iglesia. Hasta entonces, se llevarán a cabo diversas etapas de acompañamiento y evaluación para asegurar que la sinodalidad se viva plenamente en todos los niveles de la comunidad eclesial.
El Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, ha subrayado la importancia de este proceso de implementación y evaluación, destacando que no se trata de una simple «aplicación» de directrices desde arriba, sino de un proceso de «recepción» de las orientaciones expresadas en el Documento Final, adaptadas a las culturas locales y a las necesidades de las comunidades. Al mismo tiempo, es necesario avanzar juntos como una sola Iglesia, armonizando la recepción en los diferentes contextos eclesiales.
Con este anuncio, la Iglesia Católica reafirma su compromiso de caminar junta, promoviendo una mayor comunión, participación y misión en todos sus niveles, en sintonía con las orientaciones del Papa Francisco y del Sínodo de los Obispos.