Italia: «Gays en el seminario, un texto vaporoso que alimenta el coro mediático»
Asamblea de la CEI, 2024 | Screenshot Youtube VaticanMedia

Luisella Scrosati analiza el nuevo documento de la Conferencia episcopal italiana

Italia: «Gays en el seminario, un texto vaporoso que alimenta el coro mediático»

A pesar de los titulares, el nuevo documento de la Conferencia episcopal italiana sobre la formación de los sacerdotes no abre (por ahora) las puertas de los seminarios a los candidatos homosexuales, pero con el torrente de palabras se presta a malentendidos. Sin excluir la hipótesis de que sea intencionado.

(LNB/InfoCatólica) La cuarta edición del documento La formazione dei presbiteri nelle Chiese in Italia. Orientamenti e Norme per i Seminari (Orientaciones y Normas para los Seminarios), promulgada el pasado 1 de enero por el Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Matteo Zuppi, tras haber sido aprobada por la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, reunida en Asís del 13 al 16 de noviembre de 2023, y haber recibido la necesaria confirmación del Dicasterio para el Clero. La Ratio, que será ad experimentum durante tres años, entró en vigor el jueves 9 de enero y sustituye a la promulgada en 2006 por el cardenal Camillo Ruini.

Luisella Scrosati analiza para La Bussola la situación mediática de la posible o no admisión de las personas homosexuales en los seminarios.

Dice Scrosati que los periódicos italianos (y en el resto del mundo a través de las agencias) corean unánimemente: la CEI abre el seminario a los homosexuales; siempre que sean castos. «Los seminarios italianos admitirán candidatos homosexuales al sacerdocio, siempre que por su parte -como se exige también a los candidatos heterosexuales- se garantice el compromiso de «elegir libremente y vivir responsablemente la castidad en el celibato», arremete Corriere della Sera. La Repubblica habla de «atisbos» abiertos para los gays, aunque el texto del artículo es más circunstancial; Tgcom24 titula: «Ok también para los gays en el seminario, pero lo esencial es la castidad».

Sin embargo, si se examina más de cerca, el §44 de las nuevas Directrices no dice realmente esto. En su lugar, retoma la Ratio fundamentalis de la Congregación para el Clero (2016), en el núm. 199, que a su vez cita la Instrucción de 2005 de la Congregación para la Educación Católica:

En relación a las personas con tendencias homosexuales que se acercan a los Seminarios, o que descubren durante la formación esta situación, en coherencia con el Magisterio, «la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay. Dichas personas se encuentran, efectivamente, en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres. De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas».

El texto, por tanto, establece como discriminante no sólo la práctica de la homosexualidad y el apoyo a la cultura gay (recordatorio que también se aplica a quienes no son homosexuales), sino también el arraigo de esta tendencia, evitando, sin embargo, algunos de los detalles de la Ratio anterior, que eran útiles para captar los signos característicos de este arraigo, es decir, que «el joven sea consciente de la raíz de su problema [.... ]; perciba su debilidad como un cuerpo extraño a su personalidad; sea capaz de controlar esta debilidad con vistas a superarla» (n. 53). Aparte de lo desafortunado de algunas expresiones, el texto traduce bien el concepto de que lo que es incompatible con la vida sacerdotal es en esencia la identificación de sí mismo como homosexual, pretendiendo en la práctica «ser así», sin querer corregir y superar esta situación, que por tanto no se entiende como un trastorno, sino como una tendencia natural. Las Directrices recogen también la indicación de resolver las eventuales tendencias homosexuales transitorias «al menos tres años antes de la ordenación diaconal», precisamente para garantizar que el candidato al sacerdocio ha superado lo que con razón se considera un trastorno.

Abre la perspectiva a una comprensión más permisiva de las normas el texto que sigue inmediatamente:

«En el proceso formativo, cuando se hace referencia a las tendencias homosexuales, también es oportuno no reducir el discernimiento sólo a este aspecto, sino, como para todo candidato, captar su significado en el marco general de la personalidad del joven, para que [...] pueda alcanzar una armonía general». Se hace especial referencia a la castidad del celibato como «actitud que expresa lo contrario de la posesión», como superación de las «formas de posesividad, que no se deja embargar por la competencia y el enfrentamiento con los demás y sabe custodiar respetuosamente los límites de la intimidad propia y ajena».

La exhortación a no reducir el discernimiento al aspecto de la tendencia homosexual es bastante equívoca. Podría interpretarse correctamente que el discernimiento del candidato al sacerdocio, en la esfera afectiva y sexual, no se limita sólo a la cuestión de la homosexualidad, sino que está abierto al sentido más amplio del celibato; pero también podría entenderse que los criterios de no admisión al seminario y a las órdenes sagradas que se acaban de indicar deben ser reevaluados a la luz de una idea humeante de la castidad como liberación de la posesividad, de la competición y de la confrontación. Lo que traducido significa: si vives tu homosexualidad como un don y no como «competencia», entonces puedes llegar a ser sacerdote.

Eliminadas por un lado las precisiones de las orientaciones de 2006, que se centraban precisamente en la evaluación del arraigo de la homosexualidad, sobre la base de que se trata de un trastorno que hay que corregir y superar, y diluidos por otro los criterios de la Ratio de 2016 en una profusión de palabras caliginosas sobre la castidad, el resultado es el que encontramos en los periódicos. Y no hay que pasar por alto la hipótesis de que alguien dio instrucciones a la prensa para que mostrara a los rectores de los seminarios la orientación del nuevo discernimiento, ya que el texto oficial no podía ser demasiado explícito.

 

12 comentarios

Pacomio
¿y porque no??
¿Acaso el obispo SANCHETA, condenado por la Justicia Argentina, no está refugiado en Roma??
¿Y un tal RICCA,de nutrido prontuario, no tiene un cargo allí??
¿ y al COCOPALMEIRO no le descubrieron una festichola en su departamento??
TUTTI FRATATELLI.
Lunico grave y peligroso es ser INDIETRISTA, RIGIDO, Y CONSERVADOR.
Si es PIPISTRELO o ZURDO no hay problema
12/01/25 5:34 PM
maru
Pues Benedicto XVI dijo que los homosexuales no debían estar en el clero y yo opino lo mismo.Como se llenen los seminarios de gays, otro problema añadido a esta Iglesia que le gusta el mundo un montón .
12/01/25 6:50 PM
Hno. Carpincho
La verdad, no se entiende un ... Y la aclaración oscurece más de lo que aclara. Y pensar que el Zuppi este es un papable.
12/01/25 7:51 PM
Pep
Los seminaristas que tengan tendencias homosexuales deberán vivir en continencia. Pero... los que no las tengan también, ¿no?
Montando lío.
12/01/25 9:34 PM
Gonzalo J. Cabrera
Sí pero no. No pero sí.
Ya sabemos de dónde viene eso. Nos lo dijo Cristo.
Así llevan 50 años.
12/01/25 10:28 PM
Giacomo Arlecchi
Un homosexual no puede ser sacerdote. BIBLIA 1 COR 6, 8-10... SODOMA GOMORRA... magisterio tradición san juan Pablo II Benedicto XVI. ESTAS DESVIACIONES FUERON LA.CAUSA DE CAIDAS Y DESTRUCCIÓN DE GRANDES IMPERIOS E INSTITUCIONES.
12/01/25 11:18 PM
yo
Me alegra profundamente que "la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay".
Personalmente, en una visita a la basilica de San Pablo extramuros en el año 2014, fui testigo de unos niños vestidos con sotana negra que les hice una pregunta y me atendieron con unos modales absolutamente afeminados, algo de escandalo!!! Fué algo que me dejo tristemente impresionado, y hasta el dia de hoy lo recuerdo.
En aquel tiempo yo era laico, hoy soy †padre ordenado.
Oremos por la santidad de la Iglesia.

12/01/25 11:29 PM
Marta de Jesús
Contradictoria es esta noticia, disculpen.
Homosexuales y personas no homosexuales con """"arraigo a esta """"tendencia""". Y esos quienes se suponen que son? No queda nadie normal? Vamos a tener que bajarnos del mundo como decía Mafalda. Alguien ha definido eso? En base a qué? O son homosexuales o no lo son. Si lo hubieran sido serían ex, como los exalcohólicos. Aunque los alcohólicos no emplean el ex para no confiarse y no volver a caer. Pero bueno. A saber a quienes se refieren...

Homosexualidad como don, qué tontería, mare mía. Nadie con.esa desviación y/o adicción (u otra), se le ocurriría verlo como don. El mundo está pa tirar y levantarlo de nuevo. Ratzinger, si está usted ya en el cielo, interceda por nosotros. Él veía con lucidez este problema.
'
En fin. Yo no mando nada. Pero bien sabemos el error de pretender colar a personas problemáticas. No pueden acusarnos de nada. Yo no acuso a la asociación de veganos de discriminación por no permitirme apuntarme al seguir comiendo chuletones. Es absurdo.

Sigamos siendo normales y corrientes... gracias a Dios.
12/01/25 11:54 PM
Jorge Álvarez
Hace años, el Padre Nicolás Grunner, del Fatima Center, contaba que cuando estudio en el Seminario en Italia, a raíz de unas apariciones no confirmadas de la Virgen, el Señor Obispo mandó a todos sus Sacerdotes, Seminaristas incluidos, a distribuir una nota en la que se debía indicar que no constaba la sobrenaturaludad del hecho en cuestión, pero lo que extrañó al joven Seminarista, fue que al leer él el documento, éste parecía contradecir la intención por la que se había redactado —extrañado, preguntó a Padre Formador y éste le dijo: "el documento dice exactamente lo que quieren que diga"! Nada de ésto es nuevo; la ambigüedad es moneda del diablo (moneda falsa, que estafa a quien la acepta). Nuestra Señora de Fátima nos ampare de la Ira de Dios!
13/01/25 10:47 AM
MANDA HUEVOS. (Federico Trillo)
13/01/25 11:59 AM
jose 2 católico español no castellano
Una vez eliminados los internados de los seminarios menores con las revoluciones de hormonas de la pubertad, hay que conseguir que se destrocen los seminarios mayores en los que la mayoría de los seminaristas entran convalidados por mayores de 25 tacos.
El cardenal Rouco lo explicó cuando comentó que él entró en el seminario con 10 años de edad.
Por cierto, los conventos de monjas actualmente al tener las novicias todas mayores de los 19 años y casi todas con título universitario, 1 al menos, no son motivo de ataque de los seguidores del Maligno, pidiendo que haya cuota de género.
Es difícil seguir el Paráclito, pero Él sabrá lo que hace aunque los renglones sean un camino alpino de cabras montesas, o de Gredos que queda más cerca.
A seguir rezando que san Hilario lo tuvo más difícil.
QDLB.
13/01/25 2:05 PM
Miguel
Si eres maricón gay no puedes decir que "eres", y mucho menos "sentirte", fiel a nuestro Señor Jesucristo por que Él explicitamente lo condenó y, por lo tanto, no puedes pretender pertenecer a la Iglesia fundada por Él sobre el Apóstol Pedro, lo cual significa que de ninguna manera puedes consagrarte como sacerdote de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Así de simple: o eres gay (y el infierno te espera con los brazos abiertos) o eres autenticamente fiel a la Palabra de Dios Encarnada (y el amor de nuestro Señor Jesucristo te llevará al seno de la Gloria de Dios Padre Todopoderoso).
El humo de Satanás metido en el seso de los curas progres hace meter esa verborrea ambigua en los "documentos oficiales" de la "Iglesia"...pero ya sabemos que solo favorecen a Satanás.
13/01/25 11:26 PM

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