(Fides/InfoCatólica) Es la primera vez que la guerra vuelve a Alepo desde 2016, cuando el ejército sirio la reconquistó, obligando a los opositores de Bashar al Assad a abandonar la ciudad.
Alepo fue la población que más sufrió durante la guerra que empezó tras la «primavera árabe» en el año 2011. El conflicto terminó en su fase más crítica en el 2020 aunque no acabó del todo, pues el gobierno sirio no controla todo el territorio del país.
Además la ciudad fue arrasada durante el terrremoto de febrero del 2023. Se trata de la ciudad siria con mayor presencia de cristianos, aunque gran parte de ellos huyeron durante la guerra. La presencia de Ayuda a la Iglesia Necesitada ha sido fundamental en todos estos años.
Situación actual
«Después de tres días de ataques, las llamadas milicias de la oposición han tomado el control de la ciudad. Ahora todo está tranquilo. La ciudad está en el limbo. Y nadie nos dice nada», dijo el arzobispo maronita de Alepo, Joseph Tobji, a Fides. «Después de los enfrentamientos, no hay derramamiento de sangre por el momento, gracias a Dios», continuó. «El ejército ha abandonado Alepo y la ciudad está ahora en manos de las milicias de la oposición. Hay rumores sobre la llegada de tropas del ejército sirio, pero nada es seguro. Vivimos en la incertidumbre».
Los grupos armados que han tomado el control de la segunda ciudad más grande de Siria —dijo el arzobispo maronita— han difundido videos y fotos en las redes sociales para documentar cómo, en tan solo unos días, todo Alepo ha caído en sus manos. Por el momento, su iglesia permanece abierta, los servicios religiosos se están llevando a cabo y no hay informes de ataques directos a objetivos vinculados a las comunidades cristianas. «Por ahora estamos tranquilos, pero no sabemos qué va a suceder. Es como si toda la ciudad estuviera viviendo en un limbo».
El arzobispo Tobji informa que la ofensiva de los grupos armados, incluidos los yihadistas, «fue una sorpresa». No hubo advertencias previas. «La vida aquí había vuelto a comenzar. La situación estaba tranquila, pero ahora todo está cerrado. Las tiendas, las panaderías… La gente no sabe cómo sobrevivir y no se ha abastecido. Nadie nos advirtió», dijo el arzobispo.
El padre Hugo Alaniz, sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado, también confirmó a Fides que casi toda la ciudad de Alepo está en manos de los rebeldes: «Esta mañana», informó el misionero de origen argentino, «salimos junto con el obispo Hanna (el vicario apostólico de Alepo para los católicos de rito latino, nota del editor) y visitamos algunas de nuestras parroquias, y continuaremos nuestros recorridos en las próximas horas. Por el momento, todos están bien, gracias a Dios».
En el área adyacente a la residencia episcopal, vivían carmelitas y hermanas de Madre Teresa de Calcuta junto con 60 ancianos a quienes cuidan. Los estudiantes de la residencia estudiantil y otras religiosas, mientras tanto, se han trasladado a otras partes de la ciudad. «Y todos», añade el padre Hugo, «piden oraciones».