(CatholicWeekly/InfoCatólica) El padre Moisés Lira Serafín ha sido beatificado en una ceremonia en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en su México natal, donde es venerado como protector de la vida desde la concepción y se le atribuye el milagro de salvar la vida de un niño no nacido.
El Papa Francisco acogió la noticia el 15 de septiembre durante el Ángelus, diciendo a los fieles que el sacerdote, fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, pasó su vida «ayudando a las personas a avanzar en la fe y en el amor al Señor. ...Que su celo apostólico anime a los sacerdotes a entregarse sin reservas, por el bien espiritual del santo pueblo de Dios».
En su misa de beatificación, el 14 de septiembre, el padre Lira fue recordado como una persona alegre y bromista, incluso en medio del dolor personal y físico, conocido por su humildad y su servicio a los demás.
Su beatificación se produjo después de que el Papa reconociera un milagro que se le atribuyó, en el que se diagnosticó hidropesía fetal -una acumulación de líquido que suele ser mortal- a la hija no nacida de una mujer en el quinto mes de embarazo.
La mujer declaró al diario Desde la Fe de la arquidiócesis de México que su médico le recomendó interrumpir el embarazo para evitar el sufrimiento del bebé. Conoció al padre Lira y le rezó durante nueve días, volviendo al médico durante el sexto mes de embarazo. Le dijeron que su bebé gozaba de buena salud. Su hija nació el 6 de septiembre de 2004.